Bloody Naked (Jennie y tú) (G!P)

19. Tulipanes

T/N

Mi madre era la única persona que me podía humillar con todas las anécdotas que alguna vez viví, ahora Jennie también lo puede hacer. Luego de la sorpresa de ver a mi madre en el departamento le explicamos que ahora ahí vivía Jennie, ella se lo tomó como la mejor noticia del mundo pues no es un secreto que mi madre adore a Jen. 

 —Bueno ma... Jen se tiene que preparar y yo igual, así que vámonos. 

—¿Preparar para qué? 

—Tendremos una cita, Charlotte. —Responde Jennie sonriéndole amable, mierda, ya le dio cuerda a mi madre. 

—¡¿Tendrán una cita?! ¡Que emoción! ¿A dónde irán? 

—Mamá...

—No lo sé, su hija me dice que es una sorpresa. Lo único que será formal. —Nuevamente responde Jennie ignorándome, mi madre da varias aplausos emocionada y toma las manos de Jen. 

—Debemos ir de compras, podremos comprar tu vestido, unas joyas, tacones. Tengo una boutique a algunas calles de aquí, será increíble. 

—Mamá...

—Me encantaría. —Le sonríe nuevamente Jen ignorándome, ruedo los ojos ante la emoción de las mujeres de mi vida y me tiro en el sofá suspirando. 

—¿Entonces qué esperamos? Vamos, vamos. —Ambas se levantan rápidamente de su asiento y caminan hacia la puerta. —Oh, hija. 

—¿Sí, mamá? 

—Ponte algo lindo también, necesitar estar al mismo nivel que Jen. 

—Por Dios, mamá... —Me acaricio el tallo de mi nariz harta de esta conversación y camino también hacia la salida. Mi madre y Jen se van juntas hacia el auto de mi madre, yo me voy al mío, pero antes de subir alguien me agarra el brazo y lo próximo que siento son unos labios suaves y dulces, tal como a los que estoy acostumbrada, ella abraza mi cuello con sus brazos y yo tomo su cadera entre mis manos. —Pensé que ya te habías ido. 

—Quería despedirme bien. 

—Me alegra entonces. —Dejo un último beso corto y ambas sonreímos, ella se da media vuelta para ir otra vez con mi madre, aprovecho y le doy una nalgada juguetona para después meterme rápidamente al coche. 

Desde que Jennie está en mi departamento he disminuido mi tiempo en casa, la verdad ahora casi siempre duermo con ella y ni hablar de mi tiempo libre, pues siempre lo utilizo para ella. Es linda la dinámica que hemos creado, ella y yo a todo momento, tomadas de las manos, durmiendo juntas, abrazadas, despertando juntas, con ella sobre mí, todo juntas. Cualquiera pensaría que somos muy pegajosas, y quizás esa persona tiene razón, sin embargo, poco me importa porque en verdad adoro compartir mi tiempo junto a ella. 

No quiere decir que dejo de lado lo demás en mi vida, aún paso tiempo con mis amigos, aún hago las labores de mi trabajo y aún mantengo comunicación con mi familia. Pero ahora todo eso lo hago con ella a mi lado, no tengo dudas, ella es para mí como yo soy para ella. 

—Hola papá. —Digo entrando a la sala donde se encuentra mi padre con su computadora en el regazo. 

—¡T/N! Hija me asustaste. 

—Lo siento. —Río un poco y me siento a su lado, pasa su brazo por mis hombros y me da un abrazo fraternal. 

—Te hemos extrañado, ¿Dónde has pasado la noche? 

—Con mi futura novia, pa. 

—¿La conozco?

—Sí... Jennie.