Auvernia

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Tu forma de pedirme
el mismo paseo
que te ofrecí cuando nos conocimos,
acepto sintiendo los pliegues
de mi vestido revelarse
como la piel de las columnas y las estatuas
que parecen velas
de la espuma blanca
en su mar de mármol y telas.
Nos damos la mano
y nos sentimos en un mismo planeta.
Salimos con el sol
en el cuarto de la mañana.
El degrade de las nubes
hace que me sienta más cerca de ti.
La lámpara de la noche
anterior con su luz consumida nos recuerda las cosas que nos decimos en clave
y como el humo
evaporándose de una vela como si estuviera unido a ella,
escondemos del resto del mundo,
porque contienen miles de paseos nocturnos en una ciudad que va de tu corazón al mío,
lo que bombea va a mi boca,
y de la mía a la tuya como los tranvías que pasan y pasan de madrugada.
Pero la estación también se esconde del mundo.
Recordamos aquella vez paseando bajo la lluvia
mirándonos a los ojos
y se siente como ver una película en un país extranjero.
Los personajes bombean,
los diálogos se vuelven ciegos,
pero lo que marca las piedras es el sonido de la lluvia
golpeando a las vías.
Dejamos nuestras maletas
y pienso que te debo un café
a la francesa.
Un bombón belga
que se disuelva en tu boca
como el praliné
o el sabor más dulce
que te haga arder las entrañas
y que cada mariposa que sientas en las raíces de tu cuerpo
sea fuego que se derrite
en mis manos.
Te invito a una textura suave, a la de mis manos sobre tus brazos, y tu espalda,
besando dulce con mis dedos
tus labios
y con mis labios tu frente.






Ps: te dije que te iba a mandar alguna foto. Mira, este es el castillo del que te he hablado. He visto muchas más cosas pero no he podido pasar las fotos de la cámara, mañana lo haré desde el otro hotel al que voy.
Esta foto me la ha hecho mi hermanita. ❤️ Espero que disfrutes el poema también

Crépuscule (poesía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora