Echarte de menos
es tomar un metro
y perderse en la oscuridad
de los raíles que se pierden
para volver a ti.
Pero luego volver a verte
es como esperarte
en las salidas y vacíos
de una estación de tren,
y tú sales como seguida de nubes
eléctricas
que se pierden
en mi cabeza.
Y cuando mis brazos
se pierden en tu cuello
y mis manos se enredan
en tu pelo como una bandada
de pájaros
que confunden el norte
con el sur.
La música
y los ríos
de tu respiración.
Dices que le ponga
un título a este reencuentro
y es entonces cuando la cobertura
de mi espalda se vuelve enero.
Porque hay dunas en mi cara,
y rosas rojas en tus ojos,
un cuartel jade
en tus pupilas negras.
y un corazón sin
abrir golpeando
los muelles de los bolsillos
de mi abrigo.
Los vagones se vuelven
un recuerdo puntillista
y tú y yo nos quedamos
paradas como la luna oculta
en el cielo.
En una noche ácida.
Tus manos me envuelven
y yo no sé qué escribir
sin llover
y que mis rodillas cedan a la distancia
y al paso del tiempo,
porque aunque a veces nos pongamos
dudas entre las manos,
y nos atemos con la dureza de las cadenas,
y nos sintamos náufragos de nuestro propio destino.
Sé amor, que aunque a veces el peso se sienta
como si cayera una ciudad entera
que este amor es poesía pura.
Y tiene olor a galán de noche,
y de madrugada nos mantenemos cuerdas
a una distancia corta
de perder la cordura,
por saborear primero
la miel en los labios.
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Crépuscule (poesía)
PoesíaPoesía convexa o en verso el Stendhal más puro, tengo las flores enfermizas de Baudelaire cayendo por Mâle. Copyright Crépuscule ( Poetry) 2020