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Seis años después

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Seis años después

† | Kim Namjoon | †


Un día más en mi grandiosa vida.

¿Qué pasó? Uff, es muy extenso para contar, pero en resumen... ¡Cumplí todo lo que quería!

Cuidé a Jiyu durante cinco años, terminé el contrato, obtuve más de seis millones de dólares en efectivo, pagué todas mis deudas, finalicé mis estudios, invertí en un negocio, conseguí el trabajo de mis sueños en la mejor universidad del país y tengo mucho dinero.

¡Ah! 

Eso sin mencionar que ahora soy una figura pública. Después de un año en la compañía de Jin, se unieron más chicos que corrieron la voz. Muchos de éstos hicieron un excelente trabajo, tanto que se volvió un éxito; sin embargo, la imagen de Daddy's Company soy yo al haber ganado más dinero que muchos solo en cinco años y tener la vida resuelta. 

Detesto a los paparazzi e ir a entrevistas con Jin, pero es lo menos que puedo hacer por él. En estos momentos me encontraba en su ferrari yendo directo a la universidad a toda prisa puesto que me atrasó la rueda de prensa. 

— Pido perdón, pido perdón.

— Ya, tranquilo, aún estamos a tiempo, solo que me gusta llegar antes.

— Sí, lo sé, por eso pido perdón. Sabes que las cosas han ido de bien a mejor cada día que es inevitable no estar en todas partes, Nam.

— Estoy consciente, no te preocupes —le sonreí—. Cambiemos de tema, ¿cómo vas con lo otros padres? 

— Bueno, ya que lo preguntas...—su semblante se transformó— Uno de los padres se le insinuó a la hermanastra de su hija.

— ¡¿QUÉ?!

— S-Sí, está muy mal y  según los familiares piden que no lo despida porque está haciendo un excelente trabajo.

— ¡Podría violarla, Jin!

— ¡Estoy al tanto de eso, Nam! —exhaló— Pondré cartas sobre el asunto, despedirlo sin pruebas nos condenará a muchos, más a mí.

— Por supuesto, y no puedes dejar que un hebofílico arruine lo que tanto tardaste en obtener. ¿Le hiciste el examen?

— ¡Claro que lo hice! Y está de maravilla su historial psicológico. Las cosas con su hija van muy bien, se lleva excelente con la familia y... ¡Mierda! ¿Por qué la hermanastra de la niña?

— ¿Y si es ella la que se le insinuó?

— ¿Qué? No lo creo.

— Su historial es perfecto, ya lo dijiste.

— Aish... ¡Okey, okey! Voy a investigar a fondo, pero despedirlo no es opción. 

— Cualquier cosa me avisas, te ayudaré en lo que esté a mi alcance, amigo.

— ¿Qué haría sin ti? —carcajeó. Detuvo el auto cuadras después y al despedirnos bajé.

Caminé con prisa al interior, obviamente ignorando las fotos y vídeos que me tomaban en el transcurso de la entrada hasta mi aula donde me llevé una grata sorpresa:

— No hay nadie —dije agitado—. Hijos de put...

— B-Buenos días, profesor —saludó una voz a mis espaldas.

— Bueno días —contesté de mala gana, estos malditos niños me tienen harto con sus bromas.

— ¿Esta es... la clase de literatura? —a juzgar por su tono de voz la asusté.

Suspiré tratando de retomar la calma y me giré a verla.

— Sí, ¿por qué? ¿Es nueva?

Su mirada se iluminó al detallarme descaradamente de pies a cabeza.

— ¿P-Papá...?

— ¿Disculpe?

— ¡Papá! —sonrió, brincando hacia mí para engancharse a mi cuello.

Nos separé de inmediato.

— ¿Jiyu? —fue lo único que pregunté.

¡No podía ser ella!

Cuerpo no muy marcado, piel liza, lentes de contacto, cabello hasta los hombros ondulado, bien vestida con unos jeans a su medida y una camisa ajustada, tacones altos y un maquillaje ligero.

No, ésta no es Jiyu ni porque tuvieran el mismo apellido.

— ¡Sí, papá, soy yo! Ha pasado un tiempo, te extrañé mucho.

— N-No puede ser...

— ¡Sí, sí puede ser! —dio un vuelta como si fuera una princesa y me volvió a abrazar, solo que ahora de mi cintura y más fuerte— Creí que no volverte a ver.

"No tener contacto después de que el contrato venza".

— Jiyu...

— Sé lo que piensas, papá. No lo hice apropósito —me miró—, fue una hermosa casualidad... ¡O destino! —fue corriendo hasta el primer asiento frente a mi mesa para dejar sus pertenencias— Sabes que creo mucho en él, al igual que tú —me miró—. Ay, necesito llorar, pero mi maquillaje se correrá y no quiero ser la burla de mis compañeros de nuevo —rió.

— ¿Cómo has estado? —fue inevitable no preguntar y seguir la conversación que estaba prohibida.

Mierda.

— De maravilla, algo triste por tu ausencia, pero tranquilo dentro de lo que cabe. ¿Tú? ¿Tienes otra familia?

Vaya, nunca cambiará lo directa.

— No, no puedo tener otro contrato —me apoyé al mesón.

— ¡Oh, que bueno!

Carcajeé.

— ¿Qué?

— Es que así no tendré que compartir, eres mi papá después de todo —sonrió.

— Claro que no, Jiyu. Ahora soy tu profesor —aclaré.

— ¡Pero también mi papá!

— Jiyu...

— Vamos, Namu. Acéptalo, lo fuiste y lo serás. Sé que el contrato pide distancia para evitar apegos pero... Es imposible cuando entre los dos hubo esa conexión.

Okey, mi mente está jugandome malas pasadas.

Y mi corazón late con fuerza porque...

Porque la conexión que hubo fue muy diferente por mi parte en aquellos tiempos.

Y ahora también.

𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐈𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 | Knj '+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora