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† | Kim Namjoon | †

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† | Kim Namjoon | †



Cumplir con todas las necesidades del cliente.

No hay excusa, siempre estar las veinticuatro horas del día. Independientemente de lo que sea.

Saber la diferencia entre un padre, un amigo y un hombre.




Esas eran las que por el momento recordaba. 

— ¿Estás listo? Hoy llegaron dos solicitudes, vamos a leerlas a ver si entras en lo que buscan sus madres —asentí y abrió las carpetas. 

Me encontraba en la casa de Jin, creí que tendría una oficina o algo parecido, pero no, estamos en su sala. Anoche fue algo muy agitado para mí y a pesar de que acababa de llegar hace una hora, ya me quería ir. Tenía miedo, mucho miedo.

¡¿Cómo voy cuidar a un menor cuando aún necesito que me cuiden a mí?!

— Sí, tú eres lo que buscan ellas —afirmó después de leer los papeles.

— ¿Ellas?

— Sí, es una niña de 14 años. Se llama Song Jiyu, estudia en una escuela para niñas a las afueras de la ciudad. En eso tienes suerte, Hoseok tenía que viajar dos horas para poder ver al niño cuando se enfermaba y Yoongi tiene que gastar mucho dinero en el tren a Busan para ver a Jimin.

— ¿Jimin?

— Sí, así se llama su hijo. Dentro de tres años termina su contrato y le irá mejor que a Hoseok.

— ¿Por qué?

— Su madre es abogado, imagina cuánto dinero le dará —rió y me extendió la carpeta—. Sigue leyendo tú mismo para saber a qué te meterás, porque ya firmaste el contrato hace una hora y no te puedes resignar.

— Sí, lo sé —agarré las hojas—. ¿Cuándo me harán el examen psicológico para saber si soy apto para los menores?

Jin me había comentado que era nada más para la paz mental de los representantes al tener a un nuevo integrante a la familia de manera momentánea. 

— No, tú no la harás.

— ¿Por qué?

— Porque eres mi amigo y te conozco, les daré unos papeles con resultados exitosos nada más.

— No creo que sea lo correcto, Jin. Quién sabe y yo esté enfermo o algo así —carcajeamos.

— Sé que no es así, lo mismo pasó con Yoongi y Hoseok, tú no serás la excepción jamás. Sé que ustedes no son ningunos locos que de la nada vayan a confundir el cariño de padre con uno de hombre, eso suena algo enfermizo sabiendo que los estarán criando desde muy niños —hizo una mueca—. Iré a hacer té, ¿quieres?

— Sí, por favor.

— Te dejó leer tranquilo.

Al irse ahora sí puse atención a la hoja:

Song Jiyu, 14 años. 

Cabello largo, gorda, piel rígida y con problemas de acné. 

Estatura bajita, no conoce la moda y sabe pintar. 

Le gusta pasear en bicicleta por las tardes, no es muy buena en las clases y la molestan en la escuela porque su padre la abandonó por fea. 

— Okey, esto es muy triste.

Busca a un hombre alto y varonil, con nivel intelectual elevado, mismos gustos en actividades, autoestima y personalidad agradable y sentido del humor que la haga feliz.

— Bueno, blah, blah, blah —expresó Jin quitándome todo de las manos—. Aquí está tu té y ya llamé a la madre, viene en camino para firmar el contrato.

— Esto será complicado, Jin.

— Sí.

— Vaya motivación.

— ¿Qué quieres que te diga, Nam? Ser padre no es algo con lo que se nace, se hace. Nunca dejamos de aprender en esta vida, tendrás éxito, te podrás graduar de la universidad, conseguirás un trabajo excelente y mucho dinero y serás feliz y...

¿Ser feliz era una opción para mí?

Supongamos que tal vez sea así.

— Está bien —lo detuve—. ¿A qué hora llega su representante?

— Su madre debería estar llegando...—miró su muñeca y el timbre de la casa sonó— Ahora. Ordena esto mientras yo abro —me señaló los papeles.

— Bien —hice caso y en solo segundos ya una mujer se hacía presente con el caminar de unos tacones.

— Buenos días, ¿usted es uno de los padres disponibles?

Vaya, directo al grano.

— De hecho, el único —contestó Jin con una risa. Nos hizo una seña de sentarnos frente a él y lo hicimos—. Bueno, señora Ju. Él es Kim Namjoon, estudiante de Literatura en la Universidad Nacional, tiene 27 años...

Ahí se encontraba Jin, haciéndome ver como una persona exitosa cuando en realidad me estoy ahogando en la miseria. Y si esa mujer no me quería como el padre de su niña, me terminaré de ir a la mierda. 

Dios, sé que tú y yo no hablamos, pero quiero que sepas que me disculpo...

— Contratado.

¡ABSOLUTAMENTE CON NADIE, TE AMO! 

— No la defraudaré —hice una reverencia apoyando mi cuerpo contra el piso.

— ¿Por mí o por mi hija? —rió haciéndome una ademán para levantarme.

— Por ambas.

— Excelente actitud, chico, tienes un punto ahí —sonrió—. Vamos, iremos a la casa para que la conozcas. 

Giré mi vista hacia Jin como un niño pequeño pidiendo permiso, él asintió y fui directo con ella hasta su auto. El chófer abrió la puerta por nosotros y emprendimos camino. 

Fueron los 15 minutos más grandiosos de mi vida, estaba muy emocionado por saber que gracias a una niñata tendría las posibilidades de cumplir todo por lo que he luchado en mi vida.

— Hija, baja.

— ¡Voy, madre! —dijo una tierna voz desde el segundo piso.

Y al ver sus zapatitos descender desde arriba y cruzar miradas, todavía no se me pasaba aquella idea de que...

— Mucho gusto, Jiyu. Mi nombre es Kim Namjoon —saludé.

— Estoy al tanto de eso, Kim Namjoon, serás mi padre temporal —mostró su dentadura, feliz—. Es un placer, seré tu hija.

De que te iba a condenar a mí.

𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐈𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 | Knj '+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora