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KUMI

Mamá está fuera de la habitación que contiene los espejos, vigilando que no suceda nada raro, mientras yo estoy en la sala junto con los chicos, todos están aparentemente dormidos. Ahora que lo recuerdo, no le pregunté a Sasha cómo era el esperpento del que la vamos a defender.

- Sasha...Sasha - le dije moviéndola un poco y con la voz baja.

- ¿Qué quieres?... - respondió ella a duras penas.

- Perdón por despertarte, pero ¿Me podrías decir cómo es la cosa de la que te estamos defendiendo? - le dije amablemente.

- Pues... - se quedó pensando un rato - ...tiene patas de araña que le salen de la espalda...aunque son como unas cuchillas yyy tiene una silueta humana, que parece más una sombra...

- Este...okey - le dije sin entender de a mucho la descripción - sigue durmiendo - le dí unos golpecitos en la cabeza e inmediatamente siguió durmiendo. Me levanté y me dí la vuelta, me llevé un gran susto porque Axel estaba sentado en el sofá, con los pies sobre este y abrazando sus piernas.

- AHH me diste un gran susto - le dije poniéndome la mano en el pecho - ¿Qué haces despierto?

- No puedo dormir... - contestó él mientras me sentaba a su lado.

- ¿Por qué? ¿sucede algo? - le pregunté.

- ¿Crees que logremos salvar a Sasha? - me dijo con la mirada perdida.

- Claro, no te preocupes por eso - le dije tratando de calmarlo un poco - va a estar bien, sabes que no dejaríamos que le pase algo - le dí un beso en la cabeza - ve a dormir.

- Trataré... - dijo acostándose nuevamente en el sofá - Kumi, si sucede algo no dudes en despertarme.

SASHA

Me desperté de golpe, escuché como alguien me llamaba, pensé que solo había sido un sueño, pero lo volví a escuchar, sonaba como una voz dulce de niño, aunque no me atreví a levantarme; noté que los demás seguían dormidos y no ví a mi madre ni a Kumi por ningún lado, así que por algún motivo que desconozco, se me ocurrió ir a buscarlas. Seguía escuchando a esa voz llamándome, traté de ignorarla y subí a la segunda planta en busca de "mis protectoras," estaban las dos fuera de la habitación que contenía los espejos; apuntaban con sus armas la puerta, supongo que también escuchaban la voz.

- ¿Sasha qué diablos haces aquí?... - dijo mi madre antes de que la puerta se rompiera y quedasen cara a cara con el espectro que me atormenta; por primera vez puede ver su forma claramente, era un chico igual al robot que me sonrió macabramente en la tienda.

- Sasha, te estaba llamando ¿Por qué no contestabas? - me dijo con una sonrisa macabra, ignorando a mi madre y a Kumi. Como la idiota que soy, me quedé paralizada sin hacer nada, viendo como se acercaba lentamente a mí.

- ¿Qué sucede? - dijo Daniel subiendo las escaleras junto con Axel e Isabella.

- Ohh hola Axel, hace mucho que no te veía - se refirió...la verdad no sé qué es, le voy a decir androide...dijo el androide refiriéndose a Axel - me recuerdas ¿Verdad?

- ¡Llévense a Sasha! - les grito Kumi - ¡Rápido, salgan de aquí! - sin dudarlo dos veces me levantaron entre los tres y bajaron las escaleras rapidamente. Arriba se escuchaban disparos y gritos como de animal, al parecer del androide.

- Axel, ¡Toma las armas! - le dijo Isabella mientras abría la puerta. Estando afuera se escucharon dos disparos más y luego todo quedó en silencio.

- Oye, pásame un cuchillo - le dije a Axel, el cual empezó a repartirle armas a los demás; los vecinos estaban mirando por las ventanas de sus casas - ¡Mounstro de la verno! ¡¡Sal si eres tan valiente!! 

- ¿Qué haces? - me dijo Daniel - ¿Acaso quieres que nos mate?

- Es cierto - agregó Axel asustado - ví como esa cosa asesinó a Ailén en menos de un minuto ¡¿Y ahora quieres llamarlo?! 

- Entonces si me recuerdas Axel - dijo el androide saliendo del interior de la casa, estaba lleno de sangre, la cual era bastante visible porque todo él era de color blanco.

- ¿Qué les hiciste? - le pregunté apuntándole con un arma que ni siquiera sé usar.

- Solo las dejé dormiendo un rato - contestó con la misma sonrisa de antes - aunque si tardan mucho morirán desangradas jajaja - se rió como maníaco, sus ojos brillaron de un fuerte color azul, al igual que algunas grietas en su cuerpo.

- Maldito mounstro... - murmuró Daniel mirándolo con odio. Para cuando tenía pensado dispararle, el androide se abalanzó sobre Axel, a una velocidad que fue casi imposible ver sus movimientos.

- ¡AHHH! - Axel estaba en el suelo, el robot estaba frente a él con una de sus cuchillas enterradas en el costado izquierdo del pobre Axel.

- ¿Te duele pequeño? Jajaja - le dijo malisiosamente la creatura. Disparé y milagrosamente la bala dió donde quería, haciéndole un agujero en su espalda, el cual se agrietó a su alrededor, empezó a brotar sangre y volteó a verme, sacó la cuchilla del cuerpo de Axel y se dirigió hacia a mí, le seguí disparando hasta que se acabaron las balas.

- Prométanme que no van a intervenir - les dije a  Isabella y Daniel - llamen a una ambulancia para que mi madre, Kumi y Axel se salven...

- ¿Pero por qué nos dices esto? - me interrumpió Daniel.

- ¡Escuchen!! - les grité con lágrimas en los ojos - yo me hago cargo de este idiota, mientras ustedes salvan a los heridos...hagan eso por mí ¿Si? - luego de decirles esto tomé en cuchillo que tenía escondido en la sudadera que llevaba puesta.

- Hagamos lo que dice... - le dijo Daniel a Isabella, ambos tenían los ojos llorosos. Corrí hacia el androide, le hice creer que lo atacaría de frente, para luego desviarme por su costado y atacarlo por la espalda.

- ¡Corran par de lentejas! - le grité a los dos hermanos, corrieron hacia donde estaba Axel y lo levantaron, mientras yo trataba de sujetar al androide; lo acuchillé en el cuello y por fin noté que le hice daño, aunque entre más se movía más daño me hacía con las cuchillas de su espalda.

  




cristal de laboratorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora