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ISABELLA

- Bueno, iré a tomar un baño... - dijo Daniel poniéndose de pie.

- Está bien - le contesté. Me quedé con Axel en la sala, escuchamos cómo la puerta de la habitación se cerró fuertemente, Daniel empezó a llorar descontroladamente y a culparse a si mismo por no haber ayudado a Sasha... - creo que será muy difícil para él superarlo.

- Me prometí que no lloraría...pero, creo que no lo podré cumplir - dijo Axel sin poder aguantar más el llanto, lo abracé y mi mirada se nubló, para que luego las lágrimas mojaran mi rostro.

Pasado un tiempo, recibí una llamada de Kumi, contesté y puse el celular en altavoz para que los chicos también escucharan.

- Oye Isabella, encontré algunas cartas que Sasha tenía guardadas en su diario, hay una para cada uno. Cuando tengan tiempo vengan por ellas...

- Okey, iremos ahora mismo. Adiós - le dije terminando la llamada - bueno, ya escucharon...

- Axel, tú no podrás ir - le dijo Daniel.

- ¿Lo dices porque estoy herido o por qué? - le preguntó Axel en desacuerdo con lo dicho.

- Si, por eso... - le respondió Daniel - es mejor que no te arriesgues.

- Puedo moverme sin ningún problema, si duele un poco, pero no importa... - agregó Axel.

- ¡Qué no Axel! - lo interrumpió Daniel - es mejor que estés en reposo, si te mueves demasiado puede que tu herida empiece a sangrar, y no quiero que eso pase.

- Es cierto, es mejor que te quedes aquí - le dije - aunque traeremos las cartas y las leeremos  contigo, no te preocupes.

- Bueno, vayan entonces.

DANIEL

- Anoche antes de que se fueran a dormir, ví a Sasha escribiendo en su diario - nos dijo Kumi ya estando en su casa - entonces me dió curiosidad saber qué había escrito y encontré las cartas y algunas otras cosas - nos entregó tres sobres, cada uno con un nombre. Me percaté de que la casa estaba impecable, no tenía sangre ni estaba sucia, supongo que a la señora Hoshi le dió otro de sus ataques de limpieza excesiva, siempre lo hace cuando no quiere pensar demasiado en ciertos asuntos.

- Okey, las leeremos cuando lleguemos a casa - le dijo Isabella.

- ¿Cómo está Axel? - preguntó Kumi - su herida era bastante grave.

- Está mejor, no entiendo de dónde saca fuerzas para moverse - respondió Isabella un poco contenta.

- Me alegra - añadió Kumi - ¡Ah! Ahora qué me acuerdo, en unos días le haremos una especie de despedida a Sasha, espero estén presentes.

- No lo dudes ahí estaremos - le dije, para luego irnos. Llegamos a casa, nuestros padres aún no habían llegado a almorzar, entramos a nuestra habitación donde claramente estaba Axel.

- Bueno, aquí tienes tu carta Axel - dije mientras le entregaba el sobre que tenía su nombre.

- Gracias - todos las abrímos al mismo tiempo y como era de esperarse empezamos a leer.

LAS CARTAS

*Daniel:

Hola lindo. Si estás leyendo esto es porque de seguro ya estoy muerta, jeje no te culpes por lo sucedido, de todas formas este es mi destino; además, hace un rato ví como un androide muy parecido a los que habían en la tienda, nos miraba desde el techo del vecino, así que supongo que no tengo escapatoria y si morí fue mi elección, les agradezco por tratar de salvarme.

¡Ah! También quería decirte que desearía haberte dicho en vida cuanto me gustas, creo que es lo único de lo que me arrepiento, tal vez hasta ahora no lo haya demostrado de ninguna manera, pero todos los días deseaba poder darte un beso en esos labios tan lindos que tienes, jajaja espero haber podido cumplir con esa meta antes de irme de este sucio mundo. Te adoro, y recuerda que siempre serás mi chico albino, tan blanco como la nieve...

Atte: Sasha Matsuda Oikawa.

*Isabella:

Wuenas. Soy tu mejor amiga, así que antes de irme a la tumba (creo que ya me fuí) te tengo que dar un último consejo. A ver, te gusta Axel, ¿No es así? Deberías decirle cuanto lo quieres antes de que sea demasiado tarde, además, Axel no es el tipo de chico que te le declaras y te odia por toda su vida, para nada, entonces...anímate, se que te llevarás una muy linda sorpresa.

Oye, espero que todos ustedes puedan seguir adelante sin mí, si hay que subirle el ánimo a alguien, házlo, porque eres muy buena alegrándo a los que te rodean y lo necesitan; también deja que los demás te ayuden, no cargues todo tu sola. Eres increíble, espero puedas vivir felíz...te quiero demasiado Isa - bella.

Atte: Tu algún día cuñada.

*Axel:

Holis. ¿Me recuerdas o ya te olvidaste de mí? En fin, te conozco desde que eramos niños, por lo que sé que tienes muchos problemas familiares, contigo mismo y con la sociedad, sé que te da miedo pedir ayuda, pero ahora tienes dos amigos increibles que te pueden ayudar con lo que sea que necesites, y saben guardar muy bien los secretos, así que no tengas miedo...puedes pedir toda la ayuda que necesites.

Otra cosa, demanda al %##&!*# de tu padre, sé que puedes hacerlo, toma el valor suficiente, solo no dejes que te maltrate más, y si no funciona, ve a un espejo e invoca a mi espiritu, para que pueda darle su merecido a ese hijo de su mamá. 

Y que no se te olvide que eres uno de mis amigos más importantes, te quiero gatico de ojos transparentes.

Atte: Sasha Matsuda Oikawa.

ISABELLA

Cuando terminamos de leer las cartas, todos teníamos una sonrisa en el rostro y muchas lágrimas, creo que era lo que ella quería.

- Cada uno ya sabe que hacer, ¿No? - pregunté alegre.

- Claro que sí- contestó Axel sonriente - sigamos con nuestras vidas, tal y como ella lo quería...solo no la olvidemos.

- Así es - agregó Daniel - ¡¡GRACIAS POR SER NUESTRA AMIGA SASHA!!

- Jajaja no es necesario que grites para que ella te escuche - le dijo Axel.

- Ya lo sé - dijo él - solo quiero que todos los vecinos se den cuenta de cuanto la queremos jeje.

- Gracias Sasha...

cristal de laboratorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora