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AXEL

- ¡Maldito infeliz! 

- Oye, no estás en tu casa - le dije poniéndome de pie frente a él - ni siquiera así controlas tus emociones...

ISABELLA

- Daniel, creo que lo mejor será decirle a nuestros papás que vengan rápido - le sugerí, ya habían pasado unos cuantos minutos y ya se empezaban a escuchar insultos de parte de los dos.

- Es cierto, pero si no han llegado es porque están muy ocupados - dijo él recostándose en la puerta - aún así los llamaré...

- ¿Qué sucede? - dije cuando escuché a Axel gritar y lo que eran al parecer, golpes. Salimos rápidamente a ver qué pasaba, como era de esperarse, Axel estaba en el suelo mientras su padre solo lo golpeaba sin parar.

- ¡Deténgase!! - le gritó Daniel al señor, lo tomó de los hombros y lo apartó - ¿Qué diablos le sucede? - me arrodillé al lado de Axel, estaba bastante aturdido, pero estaba consciente, tenía marcas en su cuello, salía sangre de su boca y tenía golpes en muchas partes...aunque su rostro estaba intacto.

- ¡Apártate mocoso! - le dijo a Daniel transmitiendo un golpe, el cual lo miró con enojo.

- ¿Cómo se atrave...a golpearme a mí ya su propio hijo? - le dijo con una mirada fulminante, creo que ya sabemos de quién lo aprendió; Daniel era más alto que él, por lo que se veía imponente - además, lo dejé entrar a mi casa, es decir, que de cierta forma confié en usted...¿Acaso no le da vergüenza? Se nota que es un descerebrado, solo sabe solucionar sus problemas a través de golpes y perdón que lo diga, pero es usted la persona más cobarde que conozco...¡¡Ahora largo de mi casa!! - El hombre no dijo ni una palabra y salió de la casa; cerró la puerta muy fuerte, Daniel solo lo vio marcharse.

- ¿Cómo está Axel? - dijo arrodillándose a mi lado.

- Está bastante golpeado, pero sigue consciente - le contesté preocupada.

- Estoy bien... - agregó Axel con un tono de voz bastante bajo.

- Claro que no, estás muy mal - le dije a punto de llorar - deberíamos llevarte al hospital.

- No quiero...ir al hospital... - comentó perdiendo la consciencia.

- Axel ¡Oye, Axel! - dije abrazándolo.

- Tranquila, estará bien - me dijo Daniel tratando de tranquilizarme - no quiere que lo llevemos al hospital, pero aquí estoy yo para ayudarlo - cargamos a Axel entre los dos, lo llevamos a la habitación de invitados, que es donde se estaba quedando, le quitamos la camisa del uniforme escolar y vimos su pecho cicatrizado. Daniel se sentó en la única silla que hay en la habitación y yo en un extremo de la cama.

- No dejaré que vuelva a vivir con ese tipo - le dije a Daniel entregándole el botiquín de primeros auxilios.

- Yo tampoco, así tenga que enfrentar a ese desgraciado mil veces - dijo él sacando unas cuantas bolitas de algodón del botiquín, las untó de yodo y desinfectó algunas heridas en el cuerpo de Axel, el pobre solo frunció un poco el ceño - Isabella, aunque sea más que obvio...te gusta Axel ¿Cierto?

- Ayyy qué más da - dije mirando hacia arriba - sí, sí me gusta ¿Algún problema?

- No, ninguno - respondió Daniel terminando de poner algunas vendas en las heridas de Axel - yo si fuera tú le dijera, no hay nada que perder.

- Lo dice el que estuvo enamorado de Sasha por dos años y nunca le dijo nada - le contesté burlonamente.

- Eso es diferente - dijo levantándose y llevando el botiquín a su sitio. 

- Es lo mismo - salió de la habitación y cerró la puerta, antes de irme aproveché para arropar a Axel con una sábana.

DANIEL

- Hola Daniel ¿Cómo has estado? - me preguntó Kumi dejándome pasar a su casa - ¿Vienes a charlar con Sasha?

- He estado muy bien y sí, vengo a charlar un rato con ella - le contesté sonriente. Me senté frente al altar y como siempre recé un poco - bueno, aquí me tienes otra vez, supongo que te debes estar aburriendo de mí jeje hoy...pasó algo bastante desagradable, cuando llegamos del colegio el padre de Axel estaba fuera de nuestra casa, lo dejé pasar pensando que era buena idea, pero al señor este se le dió por pegarle a Axel, mejor dicho, hizo pedazos al pobre, aunque ya desinfecté sus heridas y lo vendé, así que supongo que no se pondrá muy mal...y pues el golpe que tengo en la cara me lo hizo ese desgraciado, no me arrepiento de haberle dicho su merecido jajaja ojalá estuvieras aquí para escucharme de verdad - tomé la foto que había en el altar y como siempre la pegué a mi pecho y la abracé.

- Ya me voy, dejé a Isabella sola con Axel y eso es un peligro jeje - les dije a ambas antes de irme.

- Me imagino, adiós - dijo la señora Hoshi - saludos para todos por allá.

- Está bien - cuando regresé a casa mamá y papá ya habían llegado del trabajo, Isabella estaba haciendo tareas en el comedor y Axel al parecer no había despertado - buenas.

- Daniel, dejaste entrar a un extraño a la casa - me dijo mamá en cuanto me vió - te he dicho miles de veces que no hagas eso.

- Lo sé, solo no pensé que las cosas se pondrían así - le contesté - además, que no se te olvide que soy un ser humano que no es perfecto y que claramente comete errores.

- Sí, ajá - dijo acercándose a mí, miró el moretón que tenía en el rostro - ¿Te duele?

- ¡Ayy! Mamá, claro que me duele -  le dije luego de que tocará el golpe.

- Vi el vendaje que le hiciste a Axel - me comentó mientras se dirigía al sofá - está bien hecho.

- ¿En serio? Gracias - dije alegre - creo que ya me volví experto.

- Sip - agregó - ¿Tienes hambre? 

- Claro, no lo dudes - le dije caminando hacia la cocina para servirme mi plato de comida jeje.

cristal de laboratorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora