E.S.E | JiChen ⅙

CAP.3

Chenle le había dicho la verdad a Jisung: habían pasado años desde que alguien lo había abrazado. Recordaba haber sido abrazado cuando era niño, pero a medida que creció, su familia
comenzó a darle espacio, como era costumbre. En casa, el abrazo se consideraba una invasión de la privacidad de uno, ya que el contacto físico aumentaba las posibilidades de transferencia telepática. Chenle debe haber olvidado lo bien que se sintió, porque rápidamente se convirtió en la cosa favorita de Chenle en el mundo.

Estaba un poco avergonzado por lo mucho que lo quería, pero a Jisung no parecía importarle que Chenle estuviera constantemente en todo su espacio personal, deseando ser abrazado y sostenido. Al principio, abrazar había sido solo un sustituto de la evidente ausencia de sus vínculos telepáticos con su familia y su compañera de unión, pero a estas alturas, Chenle temía que fuera más que un poco adicto a ello. Jisung fue un increíble abrazador. Chenle se sintió cálido, querido y adorado cada vez que el cuerpo fuerte de Jisung
rodeaba al suyo. Fue increíble, realmente, cómo un simple abrazo podría hacer que se sintiera mucho mejor, dando un salto en los pasos de Chenle durante la mayor parte del día. El único inconveniente era que Chenle había tenido que esforzarse por fortalecer sus escudos mentales, cuidando de no leer la mente de Jisung sin su permiso.

Chenle no era un santo. Siempre había sido naturalmente curioso, y realmente, realmente tenía curiosidad sobre lo que Jisung pensaba de él, pero no quería explotar su telepatía. Se sentía deshonesto. Jisung no se merecía eso.

—¿Va a venir tu novio hoy? —Dijo Karina, alejándolo de sus pensamientos.
Chenle la miró con el ceño fruncido.

—¿Qué? — Karina sonrió.

—Vamos, Lele, no te hagas el tonto. ¡No soy estúpida!—

—No entiendo— dijo Chenle lentamente —. ¿De qué estás
hablando?— Karina puso los ojos en blanco.

—Alto, oscuro y guapo, viene aquí todos los días como un reloj? ¿Te da propinas obscenamente grandes? ¿Suena alguna campana?— Chenle rio.

—¿Jisung? No seas tonta, no es mi novio! Es un amigo.— Karina lo miró fijamente.

—¿Me estás tomando el pelo?— Chenle se tragó su confusión, no entendía qué tenía que ver el pelo de Karina con la conversación, pero el contexto era bastante claro, por lo que no preguntó, y dijo:

—No, no lo hago. Lo digo en serio. Jisung es mi mejor amigo. Tengo una… prometida en casa — Sin mencionar que los calluvian no tenían novios o novias. Tenían compañeros y Jisung, obviamente, no era el suyo. Karina lo miró extrañamente.

— Chenle, te sientas en su regazo cuando no hay otros clientes — entonó ella. Chenle frunció el ceño.

—¿Y? —Dijo a la defensiva—. ¡Me gusta y a Jisung no le importa!— La expresión de Karina se volvió escéptica.

—Mira, me gustan los hombres que expresan sus emociones y se sienten cómodos con el contacto físico, es el siglo XXI, pero debes admitir que se ve bastante extraño cuando te sientas en su regazo durante media hora y te aferras a él como un bebé koala.—
Chenle frunció los labios, empezando a enojarse.

—¿Estás insinuando que no es normal que haya amigos en este país?—

—Realmente no lo es —dijo Karina con una mirada pellizcada —. Lo siento, pero ¿cómo puedes ser tan inepto socialmente, Lele?—

Chenle miró hacia abajo, recogiendo un brownie en el plato delante de él. Odiaba sentirse tan estúpido y socialmente torpe. Tenía amigos en casa y ciertamente no los abrazaba, los adultos no se abrazaban en Calluvia, pero pensaba que era normal para los humanos. Jisung fue su único amigo aquí. ¿Cómo se suponía que sabía que su amistad era extraña según los estándares humanos? ¿Por qué Jisung no le había dicho que Chenle se estaba comportando de manera extraña y que estaba siendo demasiado pegajoso para un amigo? Chenle sabía que Jisung tenía debilidad por él, pero ¿eso no le impediría decirle a Chenle que era menos idiota?