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Narra narrador

Más tarde ese día Alexander le lleva el almuerzo a Cristopher, lo cual era salmón al horno acompañado con puré de papas y de beber un vaso con jugo de naranja.

Alexander se había quedado para ver a Cristopher comer, ya que ante sus ojos era algo fascinante ver cómo movía sus labios al masticar, simplemente maravilloso. Cristopher se sentía inquieto con la mirada de Alexander, era incómodo, el al terminar de comer se propuso hacerle preguntas a Alexander.

-¿Como te llamas?-pregunto Cristopher con la mirada clavada en Alexander.

-...-hubo un pequeño silencio en la habitación.

-Me llamo Alexander, pequeño-respondio Alexander con una sonrisa.

-¿Por qué estoy aquí?-pregunta Cristopher algo nervioso.

-No te preocupes por eso- le responde Alexander con su mirada algo sombría.

-¡Mi familia debe estar preocupada por mí!-

-....-

-Eso no va a ser un problema-

Alexander se va de la habitación y se dirige hacia fuera de su domicilio. Y se dirige a su auto, en su teléfono pone la dirección del menor, mientras se dirige a su destino piensa en que les va a decir a los padres del menor, ¿que podrá ser? se preguntaba Alexander así mismo...

-Bingo-dice Alexander en voz alta.

Llegando a la casa del menor, Alexander toca el timbre, unos minutos después sale Elizabeth la madre de Cristopher.

-¿Hola, qué se le ofrece?-pregunta Elizabeth con una mirada algo fría.

-Hola, venía a informarle que ya sabemos donde se encuentra su hijo-dijo Alexander con una gran sonrisa algo triste-lamentablemente no lo va a poder ver-Elizabeth quedó perpleja.

-Sabe donde está mi niño-dijo Elizabeth con una voz melancólica.

-Si-repondio secamente.

-¿Donde se encuentra? ¿por qué no lo puedo ver?-pregunta Elizabeth.

-Su hijo, lamentablemente se encuentra en la morgue por culpa de un abuso sexual- dijo secamente Alexander.

-...-

Se preguntaran ¿por qué Alexander está diciendo todas esas cosas? o ¿por qué fue a la casa de los padres del menor? pues es bastante simple, Alexander está tratando que a Cristopher ya no lo busque la policía, lamentablemente lo logro. Elizabeth lloraba descontroladamente y su marido al escuchar los llantos de su amada, salió a auxiliarla, al enterarse de que su hijo se encontraba muerto acompaño a su esposa en el llanto, Alexander solo los miraba con una pequeña sonrisa en su rostro casi indetectable.

Alexander se retiró después de dar sus condolencias y aviso de que el seguro de muerte se encargaría de los gastos en el funeral, obviamente todo esto era falso, pero el si haría un funeral falso para que los padres no sospecharan.

Alexander al volver a su domicilio se empeño en preparar un buena comida para el menor, Cristopher se encontraba en la habitación mirando al techo del aburrimiento, trato de escapar pero fue inútil todo estaba cerrado y cuando salió de la habitación todas la ventanas estaban reforzadas y las puertas al exterior cerradas, obvio trato de buscar algo con que defenderse pero los cuchillos no los encontraba y no había nada de vidrio para romper, todo era de plástico, su búsqueda fue inútil. Después de una hora volvio a sentir la puerta abrirse, el rápidamente se dirigió a la primera planta y se encontró con su secuestrador en la cocina preparando una sopa.

-Hola...-dijo bajo

Alexander dirigió la mirada hacia al menor y le dedicó una sonrisa.

-Hola, ¿como te encuentras?-

-Bien...¿y tu?-

-Muy bien, gracias por preguntar-dijo con una gran sonrisa.

-Me vas a decir porque me trajiste hasta este lugar-dijo Cristopher elevando la voz.

-…-

ATT:Miau...

AbusadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora