-Soy la chica por la que morirías.
Donde Adelaide Gringotts celebra sus 17 años con demasiado alcohol, y los merodeadores deciden unirse a su celebración.
O donde James Potter se despierta con un anillo en su dedo y una rubia envuelta entre sus sab...
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CAPITULO UNO
"¿Casados?"
Adelaide Gringotts era una dramática
Era demasiadas cosas: Orgullosa, astuta, manipuladora, coqueta, lengua afilada, ambiciosa. impulsiva, hermosa y arrogante.
Habia sido educada para ser la una dama pudiente, sin olvidar tener un corazón noble, pero tampoco para que le vean la cara de estúpida.
Lamentablemente ahora ella misma se sentía estúpida, completamente estúpida.
La mansión Potter lucia hermosa con las rejas doradas que dejaban ver entre los barrotes un hermosa y muy cuidado jardín, la gama de colores principales de la fachada eran el blanco y el dorado.
Adelaide hubiera prestado mas atención a la mansión si tan solo la reja principal no se hubiera abierto para ella y su padre, dándole ganas de vomitar por lo avergonzada que se sentía.
Su padre, Anthony Gringotts, era el actual ministro de magia a sus 52 años, habia sido elegido por decisión unánime de los miembros del Wizengamot por su reputación luego de que el anterior ministro muriera por un ataque de mortífagos.
Su padre era el dueño del único banco del mundo mágico: Gringotts; nombrado así por su apellido, su tatarabuelo lo habia fundado a sus 20's logrando una alianza, nunca antes vista, entre los duendes y magos.
Su padre habia seguido su legado y lo habia convertido en el lugar mas seguro de todo el mundo, los mortífagos habían intentado quebrantar la seguridad en Gringotts varias veces pero nunca pudieron pues Anthony Gringotts habia hecho a su banco el lugar mas seguro del mundo.
Adelaide amaba el nombramiento de su padre, estaba orgullosa cuando fue la ceremonia de nombramiento, se sintió orgullosa al ver que la gente lo aceptaba como nuevo ministro y lo respetaba.
Se sentía orgullosa de su familia.
Pero nunca pensó el problema que enfrentaría por el titulo de su padre, pues jamás se imaginó que el Ministro de Magia recibiría la noticia de que su hija se casó mientras estaba ebria, un matrimonio que estaba completamente reconocido y legal bajo el estatuto de la ley mágica
Ante los ojos de la ley mágica Adelaide Gringotts era ahora: Adelaide Potter.
─ ¡Anthony! ─ exclamó Fleamont Potter con una sonrisa al ver a su amigo y colega en la puerta de su casa ─ Amigo mío, cuanto tiempo
Fleamont Potter era un auror legendario en el mundo mágico, al igual que Anthony Gringotts, durante su juventud habían sido un dúo imparable hasta que ambos se retiraron al formar sus respectivas familiar.
