El tiempo había pasado rápido y las clases ya habían acabado, me encontraba en la habitación de mi casa escuchando música mientras veía algunas de las fotos que tenía de Izuku, en ese momento recordé lo que había pasado en la cafetería, aún la rabia que tenía al ver a Kaminari abrazar a Izuku seguía dentro de mi, quería darle una lección para demostrarle que no se puede acercarse a mi Izuku, pero no sabía cómo hacerlo. Unos minutos después decidí revisar internet y buscar una solución para esto "bingo" lo encontré, era justo lo que buscaba, "yanderes" eso es lo que tengo que hacer.
Yandere: es un término Japonés para referirse a una personalidad que es dulce por fuera pero que por dentro, por razones amorosas, es hostil, psicópata, agresiva y, en algunos casos, hasta puede llegar a asesinar personas con fin de que no se interpongan en su vida amorosa.
Era perfecto, toda la descripción era justo lo que quería, ahora ya sabía como proteger a mi Izuku de los demás que nos querían separar, y el primero estaba ya en mi lista, tome una libreta y empecé a anotar a las personas que siempre estaban demasiado tiempo con Izuku y empecé a idear un plan.
Lo primero que pensé era buscar algún arma que podría utilizar para asesinar a mis contrincantes, ¿pero cuál sería la mejor arma?, estuve pensando sobre eso hasta que recibí un mensaje de Ochaco.
Al leer el nombre de mi Izuku mi corazón salto de alegría, tenía ganas de verlo así que acepté la propuesta de Ochaco, dejé mi libreta dónde estaba anotando nombres y me dirigí a darme una ducha, termine de ducharme, me vestí con mi ropa favorita para sorprender a mi Izuku.
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(Algo así se vería)
Tomé un bolso pequeño donde guarde mi teléfono y otras cosas que pensé que necesitaría, mi dirigí a la puerta y salí cerrando la con llave. Una vez fuera, estuve caminando por un buen rato ya que se me había olvidado preguntarle a Ochaco en donde nos encontraríamos, pero desde lo lejos escuché que alguien me llamaba por mi nombre, al ver quién era sonreí ampliada mente corriendo hacia ellos.
