Capitulo 16

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Ya han pasado semanas desde que Himiko desapareció y no ha habido más muertes, debe de ser porque me he alejado de la mayoría de mis amigos para evitar más tragedias, pero Uraraka sigue buscando me, llamándome, y la persona que me da más miedo que le pase algo es a ella, a pesar que se que ambas eran muy amiga temo de que Himiko lo olvidé y le haga algo.

Llegó la noche, me encontraba acostado en mi cama revisando los mensajes de todos preguntando si me encontraba bien, mi ventana se mantenía cerrada, tenía miedo de que pudiera entrar por ahí, últimamente aparece en mis pesadillas de como mata a un amigo o alguien a sangre fría frente a mis ojos. Mi madre estaba preocupada que mandó a llamar a Toshinori para que hablara conmigo, pero de nada sirvió.

Escucho un pequeño ruido que me alarmó haciéndome quitar la vista de mi teléfono, pero poco a poco me voy tranquilizando al escuchar la voz suave y dulce de mi madre llamándome. Dejo mi teléfono a un lado y abro la puerta, mi madre al verme coloca sus manos tapándose la boca al notar mis grandes ojeras por el insomnio.

- Izuku, te vez muy cansado, tu cuerpo se agotará

- estoy bien, no te preocupes

- bueno... Uraraka esta aquí, ella está preocupada por ti y vino a verte

- le dije que no viniera, que podía ser peligroso

- Izuku, Uraraka es tu amiga, es normal que se preocupe, habla con ella y explícale, tal vez así entienda mejor

Mi madre me dedico una sonrisa, por lo cual no puede rechazar su propuesta, la seguí hasta la sala donde se encontraba Uraraka sentada mirando a la televisión, está al escuchar los pasos se volteó a mirarnos, al verme se levantó y caminó hacia a mi para después abrazarme, al instante sentí como mi ropa se humedecía y supe que estaba llorando, lo que acabe haciendo también ya que era mucho tiempo sin verla.

- pensé que te había pasado algo, que Himiko te había hecho algo malo... no me contestabas mis llamadas o mis mensajes, los demás tampoco sabían nada de ti, dejaste de ir a la escuela, todos estamos preocupados

- lo siento, debí haberles avisado, pero tenía miedo de lo que Himiko podía hacerles

- se que estas preocupado, pero nosotros también, tu madre, nuestro compañeros, los profesores, todos, no vuelvas a desaparecer de esa forma, me oíste

Al escuchar las palabras de Ochaco solo puede sonríe, acento con la cabeza mientras volvía abrazarla, mi madre se retiró de la sala dejándonos solos, lo que me dio algo de vergüenza, al separarme del abrazo miré hacia otro lado ocultando mi nerviosismo, cosa que noto Ochaco.

- Izuku, dime... sabes algo que los oficiales no saben?

- Ochaco, puedo contarte un secreto?

- sabes que puedes confiar en mí Izuku Kun, sea lo que sea estaré contigo

Di un suspiro antes de hablar, aún tenía miedo de revelar lo que estaba por decir, pero no podía guardarlo más, tenía que decirlo a alguien en quien confiará y cual era mi objetivo. Le di una señal a Ochaco para que se sentará y así contarle con más calma todo.

- en realidad... se cuál es el verdadero objetivo de Himiko

Los ojos de Ochaco se abrieron sorprendida, demostró en su mirada curiosidad como si quisiera saber más de lo que estaba diciendo.

- como sabes cuál es su objetivo?

- ella me lo dijo en el momento que hablamos en la escuela... ella quiere matar a todos los que se me acerquen

- y eso por qué?

- porque está obsesionados, dice que solo soy suyo, que no le pertenezco a nadie más y que se va a deshacer de todas la personas que se acerquen a mi y que intente "separarnos"

- ahora entiendo más tú miedo y alejamiento de todos, ella te amenazó

- no, no lo hizo!

- si lo hizo Izuku, aunque no lo creas esa es una forma de amenaza, te está advirtiendo de que no te acerques a nadie o los matará

Lo pensé un poco y me di cuenta que tenía razón, si me había amenazado teóricamente, pero eso no quitaba el hecho de que estaba asustado, Ochaco noto mi nerviosismo y trato de tranquilizarme con una sonrisa y un abrazo.

- no te preocupes, yo te ayudaré, ya no tendrás que tenerle miedo a Himiko

Me abrazó muy fuerte mientras sentía una calidez agradable, la verdad es que me sentía bien cuando estaba con Ochaco, pero ya se estaba haciendo tarde y no podía quedarse más tiempo. Nos despedimos del otro y solo miré como está se iba alejando, pensando nada más de que no le pasará nada malo en su regreso. Al ver que ya no estaba eni campo de visión decidí entrar para cerrar la puerta e irme a cenar, la visita de Ochaco me había ayudado un poco con mi miedo y eso alegraba a mi madre.

Narra la escritora:

Uraraka se encontraba caminando por las calles en dirección a su casa, pero había veces que sentía que alguien la observaba, miraba a los alrededores buscando, pero no veía a nadie. Con cada paso que daba se asustaba más, fue una mala idea salir tan tarde.

De la oscuridad de un callejón salió disparado un disparo en su dirección, lo que está logro esquivar, miro el callejón con miedo viendo cómo iba saliendo una silueta.

- H-Himoko?

Esta no respondió y solo se seguía acercando, Uraraka por el miedo empezaba a caminar hacia atrás hasta que la silueta salió por completo de la oscuridad notando así que no era Himiko, si no un hombre con una pistola en una mano y una botella de alcohol en la otra mano.

- hola linda, que haces por aquí tú sola y tan tarde

-....

- no me vas a responder, he?... tienes dinero en tu bolso verdad, dámelo y te dejaré tranquila

Menciono este apuntado la con el arma que llevaba. Pero esta no hacía nada, el miedo la había paralizado, el hombre al notar que está no le daría nada se empezó a acercar aún apuntando la con el arma. Por el miedo, está empezó a correr provocando que este le siguiera, pero por su mala suerte tomo la calle que estaba desierta.

El hombro empezó a disparar a lo loco dándole algunos roces con las balas a la chica, pero entre tantos disparos una de estas llegó a darle en un hombro provocando que el impacto le llevará al piso, cuando el sujeto se paró frente a ella para dispararle, un cuchillo fue atravesado en su pecho para después volver a atravesarlo, pero esta vez en el cuello, el sujeto callo al suelo dejando ver la silueta de una chica pelirubia con un uniforme puesto y una máscara, al instante Uraraka supo quién era.

- H-Himiko...

- hola querida amiga...

Eres solo míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora