Capitulo 17

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Todo estaba oscuro, se podía escuchar los sonidos de gotas chocando con el suelo y algunos chillidos de ratas que correteaban por ahí, una chica de cabello castaño y rostro redondo se encontraba atada con algunas heridas en su rostro y brazos, sus ojos se fueron abriendo poco a poco sin lograr ver nada por la oscuridad.

- ya despertaste!

Escucho una voz pasiva después ver una tenue luz que fue encendida sobre ella, miro a su alrededor notando como estaba en una habitación en mal estado, logro ver algunas ratas correr hacia un agujero, pero una fue detenida ya que la persona en frente de esta lo aplastó.

- q-quien eres?

- guarda silencio

Menciono el chico que estaba en frente de esta mientras sostenía un encendedor en su mano, la puerta se abrió de golpe dejando ver una silueta de una chica, mientras se iba acercando se podía notar de quién se trataba.

- por qué me trajiste aquí Himiko, y quien es el?

- el es un compañero, y de nada

- de nada?

- te salve la vida

Himiko mostraba una sonrisa a su amiga, algo que confundió a Ochaco, pero al instante se acordó del tipo que la atacó, pero que había fallado en su objetivo ya que su amiga lo había apuñalado.

- que pasó con el sujeto?

- que no es obvio!

- llamitas, retirate

- no me llames llamitas loca de los cuchillos

Ochaco miraba la situación de ambos confundida, miraba hacia todos los lados buscando una forma de escapar, pero de momento no la había. Finalmente el chico que acompañaba a Himiko se fue quedándose completamente solas, en el también había un gran silencio incómodo que ninguna de las dos se atrevía a romperlo, o eso pensaba Ochaco.

- por qué?

- que cosa? Por qué mato gente, por qué mataba a tus amigos?, Obviamente ya lo sabes, todo lo hago por Izuku

- crees que Izuku está enamorado de ti Himiko?

- no lo creo, lo se, y todos nos quieren separar, hasta tú

- yo?

- te ví, siempre tengo a Izuku vigilado, y los vi a ambos abrazados, eso no lo puedo tolerar

- entonces me matarás?

- jum.. me lo pensare, de momento voy a seguir vigilando a mi Izuku, y tu te quedarás aquí encerrada

- cuando Izuku se de cuenta que desaparecí sabrá que fuiste tú y te odiara, pensará de que estoy muerta

- el no lo notará, se alejó de todos para proteger nuestro amor

- esto no es un cuento de adas Himiko, te arrestan, si sigues así te condenaran a muerte

- te preocupas por mí?

- claro que sí, eres mi amiga, tienes la oportunidad de cambiar, por favor

Himiko se quedó callada por unos minutos observando el suelo, la mirada de Ochaco se mostraba desesperada, y no solo por salir de ese lugar, si no por recuperar a su amiga, esa amiga que apesar que le molestaba la mayoría de cosas que dijera nunca se quejó en su cara, esa amiga que compartió demasiado con ella, esa amiga a la cual le dio confianza.

De la nada unas lágrimas empezaron a salir de los ojos de la castaña, su amiga solo miraba el piso sin decir una sola palabra, su mirada se dirigió a ella mientras se acercaba, Ochaco se asustaba con cada paso que daba, pero se sorprendió al recibir un abrazo de está.

- ya es tarde para mí Ochaco, eres la única persona que le di tanta confianza, lo siento si mi método no es aceptable por ti, pero es mi única opción

- matar personas no es una opción

- no me aras cambiar de opinión, espero y no te afecte estar sola en esta habitación, ya que tengo que encargarme de algo

- Himiko...

La pelirubia se dirigió hacia la puerta para mirar a su amiga por última vez y después irse del lugar, Ochaco volvió a llorar, ese lugar le empezaba asustar, quería salir de inmediato, pero no encontraba nada para escapar y solo tenía que esperar.

Mientras tanto Izuku se encontraba en su ventana observando las estrellas, tenía en su manos su teléfono y su rostro mostraba preocupación, el teléfono tenía la aplicación de mensaje abierta mostrando el chat de Ochaco, en el había un mensaje de Izuku de hace una hora para la chica que decía "ya estás en casa?", pero este no recibía respuesta, algo que lo empezó a preocupar, porque Himiko no era el único peligro que los acechaba, dejo su teléfono en su escritorio y cerró la ventana para después acostarse, tenía la esperanza de que al día siguiente recibiera un mensaje de Ochaco respondiendo le que todo estaba bien.

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Bueno mis loquillos, este fue el capítulo de hoy, pen si me demore, pero estaba terminando con otra historia para concentrarme en esta.

Espero que les esté gustando, no se si llegaré actualizar  mucho antes, aquí me despido y nos vemos en la siguiente.

Eres solo míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora