12-Eres un problema

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Harry caminó por entre las oscuras calles de Londres. Una ligera brisa paseaba por las copas de los árboles,invitándolos a soltar algunas hojas secas. El otoño estaba cerca,y se podía sentir en el cambio de temperatura. Harry pensó que no correría peligro ya que,tampoco era demasiado tarde,a pesar de que no se encontraba rondando ni un alma en pena,su terquedad logró que siguiera caminando. Poco después de caminar media hora y darse cuenta que había salido de la zona del Campus,se encontró un bar. Su aspecto algo cutre y descuidado no fueron problemas para evitar a que el rizado pase dentro. La puerta de madera rechinó agudamente cuando éste la abrió para entrar,llevándose la miradas de todos los que estaban allí y que al parecer,no eran muy amigables.
El muchacho de ojos verdes se acercó a la barra,prometiendo simplemente tomar una copa y volver a su departamento,a dormir,quizás, junto a Louis.
Una sonrisa llenó su rostro, al recordar al chico de baja estatura,haciendo notar sus hoyuelos. Una señora de al menos cuarenta y tantos y unas exageradas curvas se acercó por el otro lado de la barra,atendiendo a Harry.

-¿Que se te ofrece,cariño?-dijo aquella señora,con un toque coqueto en su voz,mostrando de su escote sus grandes( Y seguramente operados) senos,a los cuales Harry siquiera se inmutó en mirar.-

-Whiskey,el mejor que tengas.-exigió dandole poca atención.-

La mujer se alejó en busca del trago. Y cuando volvió,una mano se posó sobre el vaso de alcohol de Harry,logrando que se diera la vuelta.

Una mujer,delgada y de alrededor de veinticinco años miraba al rizado con una sonrisa encantadora.

-Hola,me llamo Marianne.-Sonrió ella hacia Harry,éste se giró para saludarla educadamente.-

-Soy Harry.-Sonrió,tomándo su vaso de whiskey,que seguramente debía ser de muy mala calidad,debido a la expresión de éste.-

-¿Qué es lo que te trae por lugares asi,Harry?

-Insomio. Supongo.-Levantó sus hombros con desinterés-¿Y tú?

Y así,se convirtió en una animada charla de dos desconocidos. Y también en la borrachera de Harry,que sin darse cuenta debido a la conversación,tomó mas de lo que podía.

Los dos terminaron por salir de ese bar y caminar por las ya oscuras noches de Londres.

Ya era muy tarde.

-Sa-bes,tengo que ir-irme-hipó el rizado,riéndose de su propia ridiculez.-

-¿Tan rápido? Eres un aburrido.-Se quejó con cierta diversión la morena.-A menos déjame mostrarte un buen lugar.

A pesar de la borrachera que traía encima,al moreno se le hacía cierta sospecha hacía aquella mujer. Pero otra vez,gracias a su terquedad,la siguió.

Terminaron por dirigirse a un callejón,no tan angosto ni tan ancho,por el cuál caminaron un buen rato,hasta encontrarse con la sorpresa-o por lo menos,Harry- de que en ese callejón no había una salida aparente.
Éste se tambaleó un poco cuando hipó y se ahogó en su propia risa,realmente no era la mejor faceta de él.

La mujer suspiró cansada y con fuerza tomó a Harry del cuello,aprisionándolo contra la pared de ladrillo. Repentinamente,salieron demás personas,de quien sabe donde,las cuales se acercaron a la mujer.

-Buen trabajo,Marianne. ¿Qué has encontrado?-Preguntó un hombre acercándose-

-Algo es algo. Por lo que veo,un maldito engendro.-Tomó con más fuerza el cuello de Harry-Estas asquerosas criaturas solo son portadoras de odio,orgullo e insanidad mental.

-¿De donde lo conseguiste?-se escuchó a otra voz preguntar-

-Es un simple demonio y por lo que veo,bastante estúpido. Estaba bebiendo en un bar. O nadie le advirtió, o bien que es muy idiota. ¿Acaso no sabe sobre los martes 13?-

Psycho.[Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora