Son mi Debilidad [Sanzu × T/N]

Capitulo Final

~Sanzu~

Después de dormir a la bebé T/N y yo salimos de la habitación y nos dirigimos a la nuestra que estaba a un lado del cuarto de la bebé, no paso mucho tiempo cuando T/N se quedó dormida, supuse que estaba cansada por el parto así que la deje dormir, me acosté a su lado y me dispuse a dormir un rato yo también, todavía eran las 6:30 de la madrugada.

Ambos nos despertamos cuando escuchamos un llanto proveniente de la habitación de la bebé así que le dije a T/N que esperara yo iría a por ella y la traería con nosotros.

Regrese con la bebé en brazos y se la entregué a ella quien estaba sentada en la cama, me senté a su lado y ella comenzó a darle de comer mientras la tranquilizaba.

-Oye Sanzu-dijo arrullando a la bebé.
-Qué sucede _____-le pregunté mirándola.
-Qué nombre le pondremos a la bebé?-pregunto volteandome a ver.
-Mmmm no lo sé, estaba pensando en Kazumi, ¿Qué te parece?, Si no te gusta podemos escoger otro-le dije mirando como alimentaba a nuestra bebé.
-Kazumi...es un nombre hermoso- dijo volteandome a ver.
-Bien entonces Kazumi será-le dije mirándola a los ojos.
-Kazumi Akashi-dije para voltear a ver a nuestra bebé.
-Gracias Sanzu-dijo con los ojos cristalizados.
-Por qué me agradeces?-le pregunté confundido.
-Me hiciste la mujer más feliz del mundo-me dijo soltando la primera lágrima.

Me acerque a ella y la tomé del rostro con ambas manos, para limpiar sus lágrimas con mis dedos pulgares y después dejar un pequeño beso en sus labios, después de eso le dejé un beso en la frente a Kazumi.

•••

~T/N~

Habían pasado 2 días desde que Kazumi había nacido y Sanzu era muy cuidadoso con ella, también era sobreprotector cuando se trataba de Kazumi, todas las cosas que pudieran ser peligrosas fueron retiradas a otra habitación de la casa donde de preferencia no debía entrar, Kazumi todavía no abría los ojos pero Sanzu ya había tomado bastantes medidas de protección para Kazumi.

Yo estaba con ella en la habitación y Sanzu me dijo que saldría un momento, estuve de acuerdo pues yo me quedaría en casa a cuidar de Kazumi y Sanzu me dijo que no tardaría mucho.

Pasaron aproximadamente 15 minutos y Sanzu ya había regresado, subió a la habitación y me dijo que me cambiara y que cambiará a la bebé porque íbamos a salir, me quedé sorprendida por lo que dijo ya que yo no tenía o permitido salir pero si lo pensaba bien saldría con el así que no habría problema alguno, solo asentí y no pregunté a dónde iríamos, primero arregle a la bebé, había mucha ropa que Sanzu había comprado para ella después de que naciera ya que antes de que naciera solo había comprado mamelucos ya que no sabía si sería niña o niño pero después de que nació compro más cosas de niña, escogí un pequeño vestido de color lila y unos zapatitos de algodón para que no le lastimaran sus piecitos, después de cambiarla a ella me cambié yo, me puse una camisa blanca y un short de mezclilla con unos tenis blancos, ya estábamos listas para salir así que cargue a la bebé y baje a la sala donde estaba Sanzu, cuando bajamos el se levantó del sillón y me dijo que ya nos íbamos, así que solo asentí y salí junto a el.

Cuando llegamos afuera había un coche esperándonos, era en el que siempre se transportaba Sanzu, uno de sus hombres nos abrió la puerta de la parte trasera y entramos, me sorprendí cuando vi una silla transportadora para bebés en el coche, Sanzu me dijo que la colocará ahí y me ayudó a sentarla y acomodarla, una vez que estábamos listos partimos, no sabía a dónde íbamos pero por alguna razón Sanzu no me vendo los ojos está vez, después de algunos minutos el coche se estacionó enfrente de una joyería, el hombre que iba manejando bajo a abrirnos la puerta y yo desabroche el cinturón de la bebé para tomarla en brazos y bajar con ella, Sanzu me dijo que entraramos y así fue, entramos los 4 incluyendo al hombre de Sanzu, me sorprendí ya que en cuanto entramos a todas las personas que estaban dentro se les ordenó salir de la tienda, cuando todos salieron el cartel que indicaba que estaba abierto fue cambiado a cerrado, no había nadie más adentro más que nosotros.