Son mi Debilidad [Sanzu × T/N]

Capitulo 5

~T/N~

3 meses después

Ya había pasado un tiempo desde que Sanzu me había "secuestrado", después de que me secuestro estuve obligada a estudiar mi carrera desde casa, no salía muy a menudo, pasaba mucho tiempo en casa que a veces me aburría, tampoco tenía celular, Sanzu decía que era para que no lo rastrearan, aunque era ilógico ya que tomaba mis clases en línea, pero aún así no le di importancia, tampoco había vuelto a ver a Lilith, ni a mí madre, solo podía comunicarme con ellas a través de cartas que uno de los trabajadores de Sanzu me ayudaba a entregar, ya era costumbre ver llegar a Sanzu con sangre en la ropa y sin ninguna herida, y bueno el...se había vuelto más cariñoso conmigo, nunca pensé que el podría llegar a ser así, pero su "Nunca voy a amarte ni a ti ni a ese mocoso que llevas dentro, que te quede bien claro" ya me estaba pareciendo mentira, aunque decidí que nunca se lo preguntaría hasta que el me lo confesara, ya lo sé, algo que parece imposible, pero no perdía nada intentándolo.

Ahora ya dormía con Sanzu, aunque aveces dormía sola ya que Sanzu no estaba en casa, aveces me avisaba que regresaría y aveces no.

-Drugs tengo que salir regreso en la noche-dijo abrochandose su saco.
-Mhm, ten cuidado-dije sentada en el sillón mirándolo.

El se acercó a mi y me dio un beso, por obvias razones yo sé lo correspondi, y después de eso el salió de la habitación, escuché la puerta principal abrirse y cerrarse entonces supuse que ya se había ido, iba a ser otro día aburrido en casa pero que podía hacer, recorrí la casa algunas veces, salí al jardín un rato y hablé con Melody, pero ya no sabía que hacer, busque como pasar todo mi día y así fue, ya iba anocheciendo, pero Sanzu aún no regresaba, pensé que se tardaría algún rato más así que decidí ir a la cama y esperarlo ahí, no paso mucho tiempo y me quedé dormida, me desperté con mucha sed, así que me levanté de la cama para ir por agua a la cocina, pero Sanzu no estaba en cama, se me hacía rato ya que se veía muy noche, decidí mirar la hora en el reloj y eran las 3am, ¿Dónde estás?, fue lo primero que me pregunté a mi misma, así que decidí bajar y buscarlo quizás estaba en la sala, baje las escaleras y busque alguna silueta que me dijera si estaba en casa, ya que la única luz que había era la de la luna que entraba por las ventanas, nunca lo vi, así que fui por agua a la cocina, y al regresar se me vino a la mente que quizás podría estar en su despacho, jamás había entrado ahí ya que cuando Sanzu me mostró la casa dijo que ahí no podía entrar y en estos 4 meses no lo había echo aún, tenía miedo de lo que me podía encontrar ahí pero quería saber si el estaba ahí, toque la puerta un par de veces y no me respondieron así que entre, busque el interruptor de la luz pero no lo encontré, me acerque a la mesa y con la luz de la luna vi que era un despacho normal.

-Por qué Sanzu no quería que entrara?, yo lo veo normal-me dije en voz baja.

Sabía que no debía buscar entre sus cosas, pero quizá algo me diría en donde podría estar, así que intente buscar en los cajones de los muebles que tenía en su despacho pero todos estaban cerrados, pensé en qué otro lugar podría encontrar algo que me dijera en donde estaba, y vi que tenía un estante con algunos libros.

-Claro, dentro de los libros debería de haber algo-dije emocionada.

Busque libro por libro y los volví a acomodar en su lugar, uno por uno, pero no encontraba nada, tome un libro y comencé a buscar entre las hojas, encontré un sobre, lo primero que pensé es que ya había encontrado lo que buscaba, así que me lleve el libro conmigo para no perder la hoja en la que estaba el sobre guardado y después volver a acomodarlo en su lugar, me dirigí a su silla y me senté en ella, deje el libro a un lado y me dispuse a abrir el sobre, en el pensé que encontraría alguna carta o nota, pero no fue así, me encontré con algunas fotos, en el había un niño de aproximadamente 9 a 13 años, no podía identificarlo bien por la iluminación que había en la habitación, pero algo si se veía y es que tenía vendas en la boca, y algunas estaban manchadas de sangre, aquel niño parecía llorar, pero a la vez reír, no entendía nada ¿Quién era ese niño? ¿Y por qué Sanzu tenía esas fotos?

De un momento a otro la puerta del despacho se abrió bruscamente, en ella pude ver una silueta, y vi que se encendía la luz, vi a Sanzu algo alterado, tomo la radio que tenía con el y dijo.

-Ya no la busquen, ya la encontré- dijo hacia la radio.

Yo estaba asustada, lo había desobedecido, había entrado en su despacho, uno de los lugares prohibidos, ¿qué pasaría si el perdía la confianza en mi? ¿y si ya no volvía a ser el de antes? era lo único que se me venía a la mente.

-Que haces aquí...-dijo algo preocupado.
-Yo me desperté a tomar agua...y no te vi en la cama así que me asusté y te busque por la casa pero no estabas...pensé que estarías en tu despacho así que entre...yo lo siento...se que no debo entrar aquí, también se que no debo buscar entre tus cosas pero yo lo hice...estaba preocupada...y yo encontré esto...-dije con la voz quebrada y con miedo de lo que pudiera pasar.

El me miró sorprendido por las fotos que había encontrado, pero aún así no me dijo nada.

-Quién es este niño?-pregunte mirando hacia abajo.
-No necesitas saberlo-me dijo fríamente.
-Por qué tiene vendas en la boca?-pregunte aún con la mirada hacia abajo.
-Ya te dije que no necesitas saberlo-repitio fríamente.
-Tu le hiciste esto?-dije soltando las primeras lágrimas.

El no respondió a mi pregunta, solo se quedó callado mirándome fijamente, así que me levanté de su asiento y me acerque a el a paso lento con las fotografías en la mano, una vez que estaba frente a frente con el levanté las fotos a su mirada enseñándoselas.

-Dime tu le hiciste esto!?-le grite enseñándole las fotos.
-NO!!, no lo hice-el respondió con los ojos cristalizados.

Yo no entendía el porque estaban sus ojos así, yo lo conozco bien, el no se pondría así por eso.

-Qué te sucede Sanzu, porque te pones así?-pregunte con la voz quebrada.

Su respuesta me hizo paralizarme y hacer que me sorprendiera.

-Ese niño soy yo-dijo mirando hacia abajo.

Yo no sabía que hacer, ¿de verdad era el?.

-Ese día fue cuando adquirí estás cicatrices-dijo mirando hacia abajo.

Estaba en shock, ese no podía ser el, ¿Por qué parecía que lloraba y reía a la vez? ¿Qué fue lo que pasó?.

-Este no puedes ser tú...¿por qué parece que lloras y ríes a la vez?-dije con la voz quebrada al punto de que ya casi lloraba.
-A mí me dolía, quería llorar, pero no podía hacerlo, debía reírme, fue una orden...-dijo mirando hacia abajo.
-Una orden...?-dije sorprendida queriendo llorar.
-Quién te dio esa orden!!-dije soltando la primera lágrima.
-Ya no importa _____...-dijo mirando hacia abajo.
-Qué ya no importa?...Sanzu acaso no lo entiendes?...eras un niño!!-dije mirándolo mientras lloraba.
-Esta bien...ya no importa...si tú...ya no quieres estar conmigo está bien...-dijo con los ojos cristalizados sin soltar ninguna lágrima.

Me sorprendí por lo que dijo, así que simplemente lo abrace.

-Yo jamás dejaría de amarte por esto, a mí me gustan tus cicatrices, idiota...-dije abrazándolo.

El se sorprendió por lo que dije así que me separé de el y bese suavemente una de sus cicatrices para después hacer lo mismo con la otra.

Ya todo estaba más tranquilo, así que lo abrace, y para mí sorpresa el correspondió el abrazo, después de eso se separó de mi para volver a guardar las fotos en el sobre, y volverlas a colocar dentro del libro, solo faltaba colocar el libro en su lugar, fue a acomodarlo mientras yo lo esperaba, de un momento a otro se escuchó un disparo que atravesó la ventana, el volteo rápidamente, y solo recuerdo sentirme débil y caer al piso, lo último que escuche fue su voz gritar mi nombre...