Son mi Debilidad [Sanzu × T/N]

Capitulo 4

~T/N~

Después de que Sanzu me acaricio la cabeza y después de decirme esas palabras, estaba muy contenta, no esperaba que alguien como el me dijera eso, después de todo el es el número 2 de Bonten.

Decidí subir a la habitación después de que Sanzu se fuera, pero no sabía que hacer, ya que no tenía mi celular, así que opte por dormir un rato.

Me desperté cuando escuché el ruido de la puerta principal abrirse y cerrarse, así que me levanté de la cama y baje las escaleras, vi a Sanzu, el estaba lleno de sangre, toda su ropa estaba manchada al igual que su cara, pero no demostraba alguna cara de dolor, aún así me preocupe y fui corriendo hacia el.

-Sanzu estás bien!?...que fue lo que pasó-dije alterada con los ojos llorosos.
-Estoy bien tranquila, iré a cambiarme la ropa-dijo sin más para después irse a la habitación donde me quedaba yo.

Decidí entrar en la habitación sin tocar y lo vi cambiándose, por lo cual me puse nerviosa al verlo sin camisa.

-Que sucede, porque tan nerviosa-dijo en tono burlón.
-N-no es n-nada...-dije muy nerviosa tapandome la cara, estaba segura que mi cara estaba toda roja.
-Ah no?-dijo con una sonrisa de lado mientras iba acercándose.
-N-no-dije haciéndome para atrás, hasta que choque con la fría pared.

Sanzu se seguía acercando más y más mientras sonreía, y eso a mí me estaba poniendo muy nerviosa, pero me puse más nerviosa cuando llegó hasta mi y me miró fijamente sonriendo de lado.

-Que sucede _____ estás nerviosa?-dijo para después soltar una pequeña risita.
-N-no es e-eso-dije tratando de ocultar mis nervios pero era en vano claramente.
-Entonces porque estás asi-dijo en tono burlón.
-B-bueno es q-que...-me calle, ya no sabía que más decir.

El lentamente se acercó a mi oído y en el susurro.

-Que sucede Drugs, ¿te gusta lo que ves?...-dijo para después soltar una pequeña risita.

Eso me erizo la piel, que no supe que decir así que salí corriendo de la habitación, para después del otro lado de la puerta escuchar una risita de su parte.

•••

Había esperado en la sala a qué Sanzu terminara de cambiarse y que bajara, pero se estaba tardando, pero no quería subir, no quería que pasara lo mismo de hace unos momentos, espere otros 5 minutos más, y por fin había bajado, se me quedó viendo fijamente y sonrió, se acercó al sillón y se sentó a mi lado, sin voltear a mirarlo le pregunté.

-Por qué venías lleno de sangre?.
-Eso no te incumbe-dijo fríamente.
-Si me incumbe!, eres el padre de mi hijo-dije con la voz quebrada.
-Y que tiene que sea el padre de tu hijo, ya te dije que nunca los voy a amar-dijo seriamente.
-No me importa si no me amas nunca! Yo sí te amo y lo seguiré haciendo! Tampoco quiero que mi hijo crezca sin una figura paterna-dije apunto de llorar.

El se sorprendió por lo que dije, aunque no se por qué parte.

-Y que si me amas, no habías dicho que no te importaba si me hacía cargo de ese mocoso o no?-dijo fríamente.

Me levanté del sillón y le grite.

-Si! Se lo que dije! Pero yo me enamoré de ti, y quiero que nuestro hijo crezca en una familia!!-dije alterada soltando algunas lágrimas.

El se sorprendió por lo que dije, pero yo estuve dispuesta a retirarme de la sala y encerrarme en la habitación pero cuando me di la vuelta para irme de ahí el me sostuvo del brazo con fuerza y me jalo hacia el, hizo que lo mirara a los ojos y después me dijo.