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« Independently »
User ; cingu456
Summary ; Heedo está aquí ahora y sacará lo mejor de ésta situación.
──comenten el cap, no me dejen flop :c
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—Na Heedo. ¿Cómo se siente vencer a Ko Yurim?.
Hace unas horas, podía decir con certeza que podría haber vivido para éste mismo momento. Pero ahora que está de pie y viviendo en él, necesita un minuto para responder a la simple pregunta.
La adrenalina todavía corre por sus venas. Su cabello está pegado a su rostro al azar. Se siente caliente en éste lamé, lo cual es inusual, dado que ha sido su fuente constante de poder para conquistar casi todo lo que nubla su mente. Pero ésta vez, la está envolviendo en la duda.
Con un trofeo inmaterializado que no significa nada más que una medalla invisible temporal alrededor de su cuello, Heedo no puede interpretar ésta victoria tan rápido como podría.
¿Es para demostrarle a Yurim que vale la pena estar aquí?
Eso se siente ridículo. Algo cierto.
Sin embargo, ridículo.
Heedo adora a Yurim con su corazón. Con su espada. Con sus años de devoción estudiando a ésta última hasta los huesos. Ganar contra ella se siente bien. Y mal a la vez. Heedo ya tiene dificultades para entender a Yurim, ya que se le da tan poco con lo que trabajar. No quiere que la odie más de lo que ya lo hace.
El reloj corre y todo el mundo está esperando. Ella debe decir algo. Esperemos que salga algo lo suficientemente aceptable. Al menos, para Yurim.
Heedo espera que sus palabras puedan servir como una rama de olivo. Por temporales que sean.
—Fue sólo un partido de práctica. — Es una máscara neutral que Heedo elige usar, una victoria justa que elige tragar. —Una sola victoria no significa que soy mejor que ella.
Heedo, aunque no es medallista de oro, conoce la sensación de perder. Más allá de la justicia del deporte que todes deben defender, todavía está la frescura de la herida que una tendría que soportar. Se siente bien dar tiempo para procesarlo, en lugar de echarle más sal. Por noble que sea la intención.
La entrenadora Chanmi no dice nada todavía, sólo le da a Heedo una mirada indescifrable.
—¿Sólo un partido de práctica?— La entrenadora pregunta bruscamente, rasgando la curita tan rápido antes de que apenas cubra nada. Heedo se da cuenta de que siempre podría haber sido la respuesta normal del entrenador a todo, de alto riesgo y directa al grano. Cuanto más recibe, más lo entiende mejor.
Quizás, Yurim también necesita entenderla.
—Deja de ser modesta. — Ajena o no a los pensamientos de la joven esgrimista, esta vez la entrenadora Chanmi no pregunta más. ella manda. —Sé honesta.
A pesar de todas las cosas que Heedo ha estado soñando y preguntándose, no ha sido más que sincera consigo misma. Incluso se atreve a compartir una parte de su verdad con su madre, sin importar las consecuencias. Recibir la frialdad de las personas que la rodean se siente como algo que soporta todos los días.
No todo el mundo, se da cuenta. Quizás algunas presten suficiente atención a la atención a cambio. Como la presidente de la clase y el hombre de Full-House. La mayoría de ellas son personas que tienen poco o ningún interés similar obvio con ella. Pero Yurim comparte el mismo mundo con ella.
Se supone que Yurim es más que todas ellas juntas.
Ambas son atletas del mismo deporte. Hablan y bailan en un idioma que sólo unas pocas seleccionadas entienden. La mayoría de ellas están presentes aquí en éste gimnasio escolar por lo que ella sabe, ya que su propio club en su antigua escuela ya no existe. Quién sabe lo que pasa en otras escuelas.
Puede ser un momento extraño y un territorio desconocido donde se encuentran ahora. Pero Heedo quiere entender y dejar algunas huellas en su mundo, en el mundo de Yurim.
Heedo está aquí ahora y sacará lo mejor de ésta situación.
Así que habla en un idioma que sabe que Yurim entiende. Pone el pie y el brazo al frente, moviéndose hacia adelante mientras mantiene el otro pie y el brazo detrás de ella, dando la bienvenida a Yurim para que lea la invitación de moverse y estudiarla a cambio. Una parada al menos, una respuesta en el mejor de los casos.
—Estoy feliz de haber ganado.
Heedo se agacha y espera a que llegue el touché. Con la determinación corriendo por sus venas y la esperanza envolviéndola, continúa como siempre lo hace, independientemente.
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