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Fue en una época medieval, donde se regían por reinos y plebeyos, pobreza y riqueza, lleno de un estándar mediocre y política con mucho por desear.

Noches de luna llena, un fenómeno que ocurre cada 10 años, donde la luna se ve en su máximo esplendor por una semana entera, conocida en el reino Manji por cumplir deseos y sanar enfermedades de todo tipo, los habitantes de ese entonces, crearon una tradición; que consistía en festejar la semana entera por la buena salud y la prosperidad, creando así una leyenda urbana sobre su origen, está convirtiéndose en canción por un joven cantautor.

-- Tonto el que no entienda
Cuenta una leyenda
Que una hembra gitana
Conjuró a la Luna hasta el amanecer
Llorando pedía al llegar el día
Desposar un calé

Tendrás a tu hombre, piel morena
Desde el cielo, habló la Luna llena
Pero a cambio quiero
El hijo primero que le engendres a él
Que quien su hijo inmola, para no estar sola
Poco le iba a querer

Luna, quieres ser madre
Y no encuentras querer que te haga mujer
Dime, Luna de plata
¿Qué pretendes hacer con un niño de piel?

Ah~, Ah~, Ah~

Hijo de la Luna

De padre canela, nació un niño
Blanco como el lomo de un armiño
Con los ojos grises, en vez de aceituna
Niño albino de Luna
¡Maldita su estampa!
Este hijo es de un payo y yo no me lo callo

Luna, quieres ser madre
Y no encuentras querer que te haga mujer
Dime, Luna de plata
¿Qué pretendes hacer con un niño de piel?

Ah~, Ah~, Ah~

Hijo de la Luna

Gitano, al creerse deshonrado
Se fue a su mujer, cuchillo en mano
¡De quién es el hijo! Me has engaña'o fijo
Y de muerte la hirió
Luego, se hizo al monte con el niño en brazos
Y allí le abandonó

Luna, quieres ser madre
Y no encuentras querer que te haga mujer
Dime, Luna de plata
¿Qué pretendes hacer con un niño de piel?

Ah~, Ah~, Ah~

Hijo de la Luna

Y las noches que haya Luna llena
Será porque el niño esté de buenas
Y si el niño llora, menguará la Luna
Para hacerle una cuna
Y si el niño llora, menguará la Luna
Para hacerle una cuna.-- Terminaron de cantar los trovadores al mismo tiempo que la música paró el festival.

La gente aplaudió frenéticamente, los trovadores se alegraron en gran manera por haber concluido su acto.

Mano fue levantada y todo quedó en silencio, el rey se levantó para hablar.

-- Mi madre. La soberana anterior, me contaba de pequeño sobre está leyenda, pero es la primera vez que la escucho en cantos.-- Confesó alegre.

-- Su madre fue una increíble soberana.-- Se inclinaron ante él.

-- He quedado encantado con su espectáculo.-- Declaró el rey, sus ojos brillaron como dos estrellas ante tal hermosa presentación.

-- Nos alegra que nuestros cantos lo hayan complacido.--Los trovadores se inclinaron ante él.

El rey se dirigió hacía su pueblo, sonrió leve y habló en gran voz.

—– ¡Él que me traiga al hijo de la Luna le concederé la mano de uno de mis hijos!—– Propuso alegremente.

Hijo De La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora