Religión: parte II

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A la semana no tiene problemas con la gargantilla, es simple, de color negro con una argolla en el medio, puede hacerla pasar por un lindo accesorio, aunque el peso de lo que significa sigue ahí. Es una prueba de posesión.

El signo de que pertenece a alguien, pero puede salvar un poco de su dignidad, porque nadie más qué él lo sabe. Puede fingir que no es nada importante ante los demás y ante sí mismo.

Lo que es un verdadero problema es la jaula que tiene entre las piernas; está parcialmente acostumbrado a la sensación del estúpido artefacto cuando se sienta y camina, aunque en sillas altas resulta un poco incómodo. Entonces, se mueve lo menos posible mientras explica a su compañía omitiendo varios detalles aquello que carcome su mente.

—¿Estás celoso? —Satín lo mira casi incrédulo de lo que acaba de escuchar.

—¡Por supuesto que no!

—¿Entonces por qué te enojas?

—Porque él fue quien estuvo detrás de mis talones todo el tiempo—murmura antes de garabatear un poco en su cuaderno—, ¡Pero en cuanto acepto las cosas, él se da la vuelta!

—No son una pareja, Theon—por su voz, parece que lo encuentra risible—, además, Bolton es tan mujeriego como tú.

Y eso no puede ser bueno, las palabras mueven cosas desagradables en su vientre.

—¡Ja! No he salido con ninguna chica desde que él...—pone los ojos en blanco al solo recordar su último incidente. No necesita vivir eso dos veces. Es injusto, totalmente injusto.

—Espera, espera, espera—Flores lo mira unos segundos interrumpiendo su discurso—, ¿Te gusta Ramsay?

—¡Claro que no! —se escandaliza al instante, sintiendo su pulso dispararse ante tal estupidez, es algo sin sentido, no puede ser, no hay posibilidad de ello, ¿Verdad? —, pero da miedo, ¿Okay?

Ni siquiera puede encontrar una respuesta porque Satín revisa su celular con lo que debe ser una notificación, puede observar la manera en que sonríe ante el probable mensaje que acaba de recibir.

—¿Quién es?

—Nadie importante...—contesta aún sin poder ocultar el gesto tan genuino en su rostro.

—Ajá, miéntele a alguien más—le da un codazo ligero—, ¿Entonces?

—Me veré con él hoy—Satín divaga suavemente mirando el espacio, antes de reírse como un estudiante de secundaria en su primera cita.

—¿Dónde? ¿Quién es? —le gustaría saberlo todo, entretenerse con la vida de otros es una buena forma de afrontar las cosas.

—No quiero decirte quien es hasta que sepa si sí es serio o no—no puede culparlo de ello—. Vamos a un parque, nada más.

—O sea, ¿Jon ya quedó olvidado? —alza la ceja, aún no está seguro si está bien hablar del tema o no tomando en cuenta como terminó su último desastre en aquel bar.

—No, pero eso no significa que no pueda salir con alguien más—se reclina un poco con las mejillas enrojecidas, recogiendo sus cosas, seguramente ansioso por su cercana cita.

—Supongo que es verdad—él sabe mejor que nadie que salir con personas no significa que tengan sentimientos el uno por el otro.

Apenas sale del lugar antes de caminar directamente al departamento de los Stark.

Necesita hablar seriamente con alguien, todas las emociones están estancadas y no hay forma de que puedan salir. Alguien tiene que obligarlo a sacar cada palabra, cada horror de sus recónditos muros protegidos.

BRUTAL (Thramsay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora