Naturaleza.

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Antes de empezar, honestamente ya me aburrí de estar como cada 2 párrafos diciendo que Regulus tiene 20 años. En este week serán contadas las veces donde me voy a estar refiriendo a las edades de los chicos, ustedes decidan como interpretarlo, yo tratare a Regulus como mayor de edad pero sin traicionar su personalidad alegre e Inocente. Ya avise.

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En el santuario el resonante sonido de la lluvia golpeando contra el suelo se hacía presente, fuerte y sentencioso, marcando lo que era los mediados de la temporada de lluvias, azotando desde hace ya unas horas deteniendo los entrenamientos de los Santos aspirantes por petición especial del patriarca, algunos claro no le ven ese inconveniente fortalecen a sus santos bajo las fuerzas que la naturaleza les dejada: El menor de sus problemas ante la vida de un Santo. Era normal. Pero en esta ocasión Sage considero mejor ser más benevolente ante sus métodos y dejarles ese tiempo libre por esta temporada de lluvias.

Todo el Santuario, e incluso, todos los terrenos alrededor estaban llenos de una enorme tranquilidad, descansando ante el clima frio de la lluvia, caótico como relajante por igual. Aromatizando desde al ambiente hasta la tierra bajo el aroma de estos. En el santuario, la lluvia esparcía el aroma del gran rosan en el último de los 12 templos.

- ¡Manigoldo! - Tomando por una enorme sorpresa el Santo de Cáncer casi se cae de bruces contra el suelo, provocado por el ataca sorpresa de su novio: Regulus de leo. Lanzándosele por la espalda.

- ¿Ehhh? Pequeño rey... Estas todo mojado ¿A qué vienes? - Alcanzo a preguntar lo obvio cuando logro estabilizar su eje y no caer desorientado con su pareja en su espalda. Regulus lo tenía sostenido perfectamente, rodeándolo de brazos y piernas como si de un mono fuera.

- Solo quería estar a tu lado un rato... - En su rostro se adorno un sonroja le toco admitirlo, acariciando su cabeza contra su cuello. - No sabias donde estarías. Suerte que te encontré.

- ¿Muy solo? - Una ligera risa broto de sus labios mientras concluida. Pareciéndole tierno ese gesto de parte de Leo.

- Perdón, no quería incomodarte, aunque la lluvia se prolongo mucho. - Le respondió. Alejándose de su pareja para verse de frente, notando Manigoldo como Regulus estada bañado en la lluvia, desde su cabello hasta sus pies estaban manchados de lluvia. Era correcto decir que disfruto un poco del proceso como si un niño de 5 años fuera otra vez. - ¿Qué ibas a hacer?

- Pues... Ni yo sé. - Ante la pregunta de su pareja, se encogió de hombros siendo esa su respuesta. - Supongo que estamos iguales. Aunque estada pensando en practicar afuera o irme a dormir.

- Bueno, hice bien en venir.

- Sabes... Tal vez... - Musito en voz baja, mirando de arriba abajo al Santo de Leo en un gesto muy pícaro. Seguro que Regulus ya estada captando sus intenciones. - ¿Vamos a la cama? - Lo decía más por broma pero si Regulus aceptada no se quejada.

- Ummm... Lo pensare. - Manigoldo estada seguro que su descaro y picardía al momento de coquetear ya se lo había pegado a Regulus.

- Bueno, como guste. Buscare algo que te cambies antes de que te enfermes. - Asintió.

Haciendo un gesto con la cabeza para su novio, Manigoldo tomo rumbo hacia su cuerpo, buscando entre este el uniforme negro de los Saint en sus misiones, más específicamente la chaqueta negra que usada, siendo lo suficientemente grande para cubrir a Leo de forma decente.

Viendo Regulus se veía una mezcla de tierno, con una belleza un poco provocativa. Manigoldo estada seguro que si iba a comparar a su novio, podía comparar con Ganimedes o Narciso, jóvenes hermosos de la era del mito que estada seguro estarían a la par, Regulus aun a pesar de su edad era un hombre en lo cual brillaba la conservación de sus gestos juveniles, no era nada muy exagerado, sumado al tipo de contraste que tenían con su musculatura, bien formada en ese cuerpo blanco y suave.

ManiReg WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora