第 10 章

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Sus ojos lograron abriste en cuando la luz del sol llegó a estos de forma descarada y tranquila. Había olvidado las cortinas, otra vez.

Su cuerpo se encontraba desnudo, en el ambiente no se sentía ninguna perturbación por un ruido extraño, todo se mantenía en calma mientras que su mirada analizaba la situación.

Había estado con Park y no debía suceder así, lo amaba pero no podía arreglar las cosas de tal forma. Empujó su cuerpo son ambas manos apoyadas hacia atrás para levantarse hasta que sus piernas se debilitaron y volviera a sentarse, su cuerpo dolía como nunca.

Una vez más su cuerpo fue empujado pero está vez sin poner mucho esfuerzo, alcanzo su teléfono celular y llamo a su amiga —Chaein —

Yeosangie! ¿Por qué me llamas?" la voz melodiosa de la chica al teléfono tranquilizo un poco a Kang "¿Yeo?"

    — oh, disculpa no creo que pueda ir a trabajar hoy, me siento mal y muy débil. Ni siquiera puedo pararme de la cama —  Yeosang mantuvo tranquilidad en su tono de voz al momento de explicar su estado físico;  sin embargo, la otra línea quedó en completo silencio cuando la chica colgó. Alejó su celular de su oreja de  forma desconcertada mientras veía como la pantalla se iluminaba por unos segundos hasta que se apagó

Los pequeños pasitos del cachorro fueron haciéndose más marcados hasta que esté salto de forma inesperada a la cama, sus ojitos miraron con gran atención al chico que estaba aún debajo de las sábanas sin ropa.

El sonido del código siendo introducido sonó en el departamento que había mantenido su armonía tranquila, después la puerta ser cerrada hasta que un pequeño grito salió de una boca ajena.

    — ¿Yeosang? Chaein me ha mandado para darte tu almuerzo, Kang  — el mencionado quedó perplejo por la voz que escuchaba, era dulce, en ese momento había sentido un golpe en su pecho una y otra vez; su corazón latía con gran fuerza, sus manos se encargaron de cubrir su cuerpo completamente hasta que Jeong llamará varias veces a la habitación. — ¿Estás aquí? es la única habitación y supongo que duermes, así que entraré

La puerta de abrió sin piedad alguna, Yunho tenía una vibra y un ambiente muy agradable, encantador. Kang miró con atención al chico que no tardó en cruzar mirada con él.

    — No estás dormido, bien — el dulce chico se acercó para dejar una bolsa de plástico sobre el buró que estaba a un lado de la cama — Pase a la cafetería por mi orden diaria y Chaein me atrapó, no pude negarme

Yeosang asomó sus ojos como si fuera un pequeño, la risa de Yunho apareció rompiendo la incomodidad del momento.

    — Hey, lindo — habló Jeong

El rubor de Kang logró subir a sus mejillas siendo muy delatadoras, aunque funcionó para que el calor de su rostro provocará que sacará este.

    — Ven aquí y come algo, Chaein fue estricta con que comieras todo, dijo estabas débil ¿te enfermaste? — la boca de Yunho se movía y se movía sin dejar de articular, era espectacular como relamía sus labios para lubricarlos mientras que sacaba toda la comida y acomodaba todo en su lugar solo para Kang Yeosang.

En un preciso momento todo lo que tenía a su alrededor se movía con lentitud, la concentración que tenía hacia que pudiera escuchar los latidos de su corazón como zumbido, sus impulsos de querer abrazarlo se controlaron cuando Yunho giró su cabeza con palillos en mano.

    — ¿No quieres mover tus manos? Yeosang eres una persona exigente, deberías saberlo —. Al no tener respuesta o acción alguna del menor, optó por tomar la cuchara que había llevado en el almuerzo, tomó un poco del postre que Chaein había preparado la noche anterior para vender en la cafetería y lo acercó poco a poco a una altura que Yeosang pudiera acercarse y tomar su bocado

Yunho era dulce, era atento y malditamente atractivo, pero había estado con Seonghwa y se retorcía por remordimiento su amor no era correspondido como debía y como esperaba.

Su boca se abrió cuando los labios de Yunho se separaron para indicar que abriera la boca para que entrará la cuchara y por fin comiera.

    — Me preguntó porque eres tan callado en mi presencia, desde lejos hablas y hablas sin parar pero conmigo eres una estatua — declaró el alto sin emoción alguna en su comentario — Me intriga

Entonces sus recuerdos de aquella noche comenzaron a salir, la boca húmeda de Yunho apestando a alcohol era un ardor que le había fascinado

    — Estoy completamente cansado, anoche conocí a un par de chicas muy hermosas y amables, hablaban hasta por los codos — Jeong continuo hablando, había conseguido un par de amigas para apoyarse, aquellas damas eran pareja y le había parecido curioso la forma descarada en la que demostraban su cariño en público.

La cálida mano de Yeosang sujeto la cuchara con la que Jeong le había estado dando de comer llamando la atención de este, tomó el plato con el postre y comenzó a comer por su cuenta mientras que en los labios del alto de dibujaba una sonrisa burlona

    — Eran pareja, me acerque a ellas porque habían personas mirando solo quería ayudarles a desviar la mirada de los demás — Yunho mantuvo la mirada en la boca recién manchada de comida del menor, había notado que el chico siempre ensuciaba sus labios al momento de comer, era lo más adorable que había visto en su corta vida.

    — ¿Por qué me cuentas eso?

    — Me acordé de ti, eres igual de descarado que ellas — su mirada se levantó hacia la del chico que mantenía su boca moviéndose por masticar

El cachorro comenzó a ladrar cuando un ruido fuerte pasó por la puerta de la entrada principal. Vecinos moviendo cajas.

    — Iré por medicamento, dime qué te duele para ayudarte en algo antes de irme a trabajar

    — Trabajar ¿en qué trabajas? — Kang por fin comenzó a soltar un par de palabras que hicieron que las ganas de irse se fueran sin más

    — Repartidor de la misma empresa de mi padre, aunque si tomó un día no puede pasarme nada ¿cierto? solo diré que mi cachorro enfermo y era urgente

    — No tienes cachorro — Yeosang trato de recordar alguna imagen de aquel chico paseando con algún perro pero no había, no existía en lo absoluto

    — No, pero te tengo a ti

insomnia  | YUNSANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora