Capitulo siete

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Capítulo siete

Camille Hampton

—¿Qué quieres decir con que se besaron?

Le gruño a la imagen de Paige, la única amiga a la que le conté mi historia con Raymond. No mantuve muchas amistades luego de lo que pasó, quería estar sola y de algún modo me acostumbre a eso... Pero Paige da buenos consejos, es reservada y no trata de usarme para conseguir autógrafos de famosos.

No tenia ganas de que mamá se pusiera del lado de Raymond y quería despotricar en paz, pero resulta que mi amiga está siendo bastante lenta.

—Compartimos saliva, Paige. Nuestras lenguas se abrazaron. Nos manoseamos. Éramos una puta escena de película caliente. Estaba viviendo mi propia versión de cincuenta sombras de Grey. Si me hubiera dicho: a la mierda el papeleo, lo habría dejado darme duro contra el muro.

Escupo todo tan rápido que dudo que haya entendido todo lo que le dije, pero es que carajo, han pasado horas desde ese encuentro y es en lo único que puedo pensar... En lo mucho que me gustaría terminar lo que empezó.

Paige ríe y mi frustración aumenta.

No es divertido. Es denigrante que le permitiera usarme de ese modo cuando no puede darme lo que yo quiero. O al menos eso creo.

Ya no lo conozco.

Ya no sé lo que quiere, pero Raymond nunca ha sido del tipo sexo sin compromiso y hasta donde sé tampoco va por la vida repartiendo besos calientes en ascensores.

—Cam, ¿por qué no le das tú, duro contra el muro y lo sacas de tu sistema? Has estado delirando con Raymond King por los últimos cuatro años mientras finges que lo superaste... No sé, quizá si lo consigues ya no lo quieras tanto. Tu ego sigue herido por su rechazo, déjalo recuperarse.

—¡Yo lo superé!—chillo.—Y nunca fue así... Yo nunca quise solo sexo de Raymond. Lo quería a él. Vestido, desnudo, feliz, triste y molesto.

La oración está en pasado, pero a medida que la suelto me doy cuenta de que Paige tiene razón.

No lo he superado.

Nunca lo hice.

Raymond se metió tan dentro y tan rápido que para sacarlo de verdad habría tenido que intentarlo, pero la verdad, no quería tener ninguna relación con un hombre que no fuera él.

No podía soportar el toque de nadie más porque tenia miedo que mis recuerdos se destaparan.

Aún tengo pesadillas con lo que me pasó.

Luego de iniciar la terapia, muchos de mis recuerdos se desbloquearon... Lo último que quería era estar desnuda con algún idiota y tener un ataque de pánico por recordar a mi violador.

Raymond ha sido el único hombre que me ha tocado aparte de ese bastardo.

Ignoro el escalofrío que recorre mi espalda al recordar... Algunas veces me gustaría que superar un abuso fuera tan sencillo como lo pintan en algunos libros y películas, pero no.

Me sigue persiguiendo cada día... Excepto cuando Raymond me estampa contra la pared de un ascensor, claro.

—Síguete diciendo eso, pero la verdad es que habrías dejado que la metiera en tu agujero virgen en ese mismo lugar. Estás tan jodidamente enamorada después de todo este tiempo.

Mi boca se abre porque Paige no suele ser tan directa... Pero tiene toda la razón.

Sobre ambas cosas, al menos el bastardo tuvo la consideración de dejar un lado de mi virgen...

Una Canción para Camille (TOP FLAIR 1.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora