El paso del amor

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Max Nattapol regresaría esa noche, Tul se mantenía corriendo de un lado a otro tratando de atrapar a Prem quien no deseaba bañarse.

A su vez la secadora trabajaba al son del llanto del bebé; de pronto un sonido alarmante se escuchó en el piso de abajo.

—Ups se cayó—advirtió Gulf al ver como su tazón de cereal se había estampado en el suelo quebrándose en pedazos; como consecuencia la alfombra de alto costó se empapó, "pantufla" y "terror" nombres de las mascotas que Prem se había encargado de colocar, ambos pastores alemanes apenas unos cachorros, comenzaron a lamer la leche y a comer el cereal.

Tul logro atrapar a Prem de la muñeca, el castaño tenía al bebé de seis meses cargando con el brazo derecho.

—Te vas a bañar jovencito—expuso Pakorn llevando a rastras a su niño quién se agarraba del marco de una pared.

—¡No! —gritaba entre llanto el pelinegro mientras que el chillido de Zee se intensificó.

—¡Prem no llores, es solo agua, asustas a tu hermano! —Tul dio un jalón más fuerte al infante logrando así separarlo de la pared, este se cayó al suelo dejándose llevar a rastras por su padre en el pasillo.

—¡No me importa! —volvió a decir tercamente el pequeño sacudiéndose para que su padre lo soltara.

—¡Levántate! —grito Tul acarreando de la muñeca al pelinegro con autoridad.

—¡Papi pantufla y terror se comieron mi cereal, les duele su panza! — Gulf llegó subiendo por las escaleras cargando solo a la cachorra, la cual había vomitado, aún era muy pequeña para tanto alimento.

—¿¡Por qué les diste cereal Gulf!?—cuestionó molesto el encargado del hogar.

—Yo no le di, comió el que estaba en la alfombra—volvió a decir el niño mientras se balanceaba de atrás hacia adelante con pantufla.

—¿¡Y por qué había cereal en la alfombra!?—interrogó Tul mientras evitaba que su bebé se le resbalara del brazo.

—Ah es que el tazón se cayó y se rompió, entonces el cereal se rego por todo el suelo—el infante siguió balanceándose mientras hablaba totalmente tranquilo.

Tul cerró los ojos en un intento vano de relajarse, los gritos de Prem por evitar bañarse, el llanto de Zee, los perros enfermos y un Gulf que había causado un desastre. De repente como si fuera una ayuda enviada por alguna deidad, el claxon perteneciente al auto de Max captó la atención de todos.

—¿Papá!?—pregunto Prem cesando los gritos.

—¡Llegó papá, llegó papá! — asombro Gulf a todo pulmón, luego, bajo por las escaleras a una velocidad impresionante, su hermano lo siguió, Tul sintió respirar nuevamente, así mismo pudo centrarse en calmar al bebé.

El moreno entró a la casa admirando a sus niños saltar eufóricos hacia él.

—Hola ¿Cómo están mis pequeños? — Max se agachó a la vez que estiraba los brazos, sus hijos no tardaron en abrazarlo emocionados.

—Te extrañamos mucho-—agregaron estos abrazando al corpulento.

—Yo también mis pequeñines— Max rio mientras se ponía de pie, posteriormente Tul llegó a la escena con el niño llorando aún en brazos.

El más bajito tenía una bandana en la cabeza la cual sostenía su cabello seco; el conjunto deportivo que portaba estaba manchado de ¿comida?

Mientras Max caminaba en dirección a su esposo, su zapato de alta categoría se manchó de cereal aguado, leche y vómito de cachorros.

Ocho Citas [MaxTul & MewTul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora