🌻;; 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟻

101 17 7
                                    

Mis ojos miraban atento a ese erizo de verdoso pelaje, notando que hablaba por teléfono, su chaqueta era de cuero y en sus brazos se veía un diseño de una flama de fuego. En la carpeta decís que siempre usaba esa chaqueta.

Es él, definitivamente.

─ ¿Shadow? ¿Qué miras? ─ La voz de la eriza me hizo regresar a la realidad.

La observé y note que estaba frente a mí, sus amigas estaban algo apartadas de nosostros para darnos, creo yo, privacidad.

─ Eh... Me tengo que ir. Recordé algo importante que tenía que hacer. ─ Excusé.

─ ¿En serio tienes que irte? ─ Su voz sonaba suplicante y triste, y su rostro se veía una mirada brillante con esos hipnotizantes ojos azules. Maldita sea, eres hermosa.

─ Sí, lo siento mucho... Pero prometo compensar te, Mari. ─ Una sonrisa apareció en su rostro, por lo que yo le otorgue un beso en su frente.

Pude notar su rostro sonrojado por mi repentina acción, y una sonrisa sincera apareció en mi rostro. Me despedí de ella y de sus amigas para correr a la dirección del erizo que tenía que buscar desde hace unos días.

Pude ver que caminaba tranquilo mientras hablaba por teléfono. Tengo claro que debo ser cauteloso para que ninguna catástrofe vaya a pasar.

Caminaba a una distancia considerable de él, oyendo lo que decía en su llamada.

─ Sí, sí, ya me lo dijiste un millón de veces. Comprendo que cometí un error pero dame otra oportunidad. ─ Hablaba algo desesperado pero con molestia, moviendo uno de sus pies de arriba a bajo con rapidez. ─ Espera, ¿Qué tú...?

Se quedó callado, oyendo lo que sea que le digan al otro lado de la línea, yo me escondí detrás de un auto, volviendo a verlo y escuchar una risa bastante egocéntrica pero... macabra.

─ Ya verás que te arrepientes de lo que estás haciendo, pequeña Rascal. ─ Su voz sonaba justo como su risa de hace unos segundos, macabra. ─ Cuando menos lo esperes, llegaré a tu casa, y desearás no negarme nada. Porque sería la última vez que lo hagas.

Mi rostro quedó impactado por lo que oía, al parecer está bastante loco como para llegar a decir una amenaza de muerte a alguien.

Tratando de acercarme con sigilo, una miserable roca había hecho que me resbalara y tropezara con el auto en el que me escondía. Pude ver qué ese erizo el ruido que había hecho, llamó su atención. Me oculte lo más rápido que pude y guardé silencio.

─ ¡¿Hay alguien ahí?! Si es así, más te vale salir, amigo... ─ Pude oír que sus pasos, oyendo que le... quitaba seguro a un arma.

Estaba en problemas, no me daría tiempo de escapar, y este tipo debe estar más loco por lo que tendría varios trucos de los cuales no conozca. Además, estoy desarmado.

Cuando pude ver que su sombra se aproximaba a mi dirección, un sonido que era mi salvación, interrumpió cualquier acción.

─ Era su teléfono el que sonaba, y pude oír un gruñido de su parte con la intención de contestar. ─ ¡Gran momento para fastidiarme! ¿Qué es lo que quieres, Robotnik?

GirasolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora