El secreto de los Hedevane

Capítulo 10: Piso nuevo y malas vibras

Al final tuve que llamar a Az para decirle que me iba a ser imposible quedar, por supuesto no le dije nada del lío en el que nos habíamos visto envueltas Aledis y yo. Le puse la típica excusa de que mis padres me habían castigado y creo que funciono, por que solo me dijo que ya nos veríamos otro día. A propósito, aún tengo que decirle lo de Italia.

La policía nos llevó a Aledis y a mi a la comisaría para tomarnos declaración. Antes de que ellos vinieran tuvimos que ponernos de acuerdo en nuestras versionas, para eliminar de forma segura la parte en la que Nick me daba el dinero y una nota un poco espeluznante. Era importante hacerlo bien, ya que estábamos hablando de un posible secuestro o incluso asesinato, y las únicas posibles sospechosas podríamos ser nosotras si la policía creía que ocultábamos información.

Las declaraciones tomaron más tiempo del que pensábamos, y tras unas largas horas de preguntas y papeleo salimos de la comisaría donde nos esperaba la madre de Aledis. La policía tuvo que contactar con su madre ya que ella aún era menor y necesitaban a alguien que la recogiera y firmara algunos papeles.

-¿No podíais ser adolescentes normales que se compran algo de comer y pasean por el parque?- preguntó su madre cuando ya estábamos al lado.

-¿Crees que esperábamos encontrarnos esto? Solo queríamos hablar con él ayudante de los padres de Raven. -le respondió Aledis, mientras entraba en el coche, su madre pasó entonces a mirarme a mi.

-Lo siento mucho señora Denson.

-No te preocupes cariño, pero para la próxima, no os metáis en estos líos.

Yo asentí con la cabeza y me metí en el coche junto con Aledis, quién ya llevaba abrochado el cinturón de seguridad y ojeaba su móvil. Yo hice lo mismo. De seguida entro su madre, y encendiendo la radio, puso en marcha el coche y pusimos rumbo a casa.

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Después de todo el lío en comisaría, se había hecho muy tarde, a si que la señora Denson me propuso quedarme a dormir en su casa con Aledis, a lo cual acepte.

Mi mejor amiga y yo estábamos tumbadas en la cama, ya con el pijama puesto, Aledis tenía el portátil en las manos, y estaba reservando los vuelos y los hoteles para Italia.

-¿Y este?- ella giro un poco la pantalla, mostrándome unos vuelos que dañaron mi riñón.

-Eso es carísimo Aledis, ademas, ¿En primera clase? Vamos a llegar de todas formas si viajamos en segunda.

Aledis puso mala cara y yo le quite el portátil y empecé a buscar. Tarde poco tiempo en encontrar unos vuelos bastante más asequibles y acomodados a mi bolsillo. Ya que recordemos, que una de las condiciones para que mis padres me dejaran irme era que pagaba yo el viaje.

Tenía dinero suficiente ahorrado, de algunos trabajos de verano que había hecho otros años, de las pagas y las sobras de con lo que pegaba muchas de mis comidas. No era suficiente, desde luego. No hablamos de pasar unas semanas, estamos hablando de pasar allí casi 3 meses.

Pero iba a invertir el dinero que Nick me había dado junto a la nota en ello. Un mi madre me prometió pagar parte del viaje, eso sí, a escondidas de mi padre.

-Bien, pues reserva esos, pero que sepas que no tienes clase ninguna.

-Y a ti te sobra. -La mire una última vez antes de reservarlos- ya es ofial, nos vamos.

Ella sonrió y yo le di al click derecho, y así, los vuelos quedaron reservados. Ya habíamos hablando previamente de la fecha de ida. Sería dentro de unos días. Así que tenía el tiempo justo para comprarme una maleta, alguna prenda nueva de vestir, y lo más importante, cumplir la última condicion de mis padres.