Tzuyu suspiro ante los desesperados toques de la puerta, se paro de la silla del comedor dejando su portátil a un lado y volviendo a ver la hora en su reloj, tan solo habían pasado 5 minutos de la última vez que lo vio y sentía que tiempo solo estaba pasando demasiado lento.
Abrió y ladeo la cabeza desconcertada, haciendose a un lado para dejar pasar a esa persona que no la tenía muy contenta.
— Sé que querías que al menos acompañará a Minju a la puerta de la escuela pero... —antes de que el hombre pudiera siquiera continuar una mirada fría y la postura de brazos cruzados de la contraria la hicieron estremecer— ¡Deja de verme así por un día y alégrate por mi! ¡Tuve una entrevista de trabajo de último momento y confío en que todo fue genial! Y es uno muy bueno, la paga es prometedora...
— Ni siquiera te pido tanto, no sé cuál es la preocupación por un trabajo mejor —reprendió Tzuyu—, eres su padre Eunwoo y trato de que estes un poco presente en los sucesos más importantes de su vida. Pero tu solo no cooperas en ello.
— En mi defensa, ella me llama tío. —suspiro— Tzuyu, ni siquiera lo sabe.
— No quiero llenarla de ilusiones, vienes a verla cuando quieres y te tomas todo a la ligera... ¿Con qué derecho te llamaría padre?
— No discutiré esto de nuevo, ¿quieres qué pase tiempo con ella? Bien, me la llevaré el viernes.
— No me refería a eso. —dijo entre dientes. No era la primera vez que discutían por algo igual y no era la primera vez que Eunwoo se salía con la suya.
— ¿Entonces? ¡No logro comprender!
— Eunwoo, simplemente hay días en los que no puedo con todo esto yo sola... Y no quiero regresar contigo ni me estoy quejando, solo no quiero preocuparme porque en el futuro mi hija se pregunte que le hizo falta para poder tener un padre como todos sus amigos.
— Ella jamás se sentirá insuficiente con una madre tan espectacular como tu, Tzuyu. —le dijo con suavidad, sonriendo— Mira, perdón por todo esto...
Tzuyu y Eunwoo habían sido pareja durante sus años de universidad, la chica ni siquiera dudo un segundo cuando tuvo la loca idea de haber encontrado al 'amor de su vida', ella lo había encontrado tan perfecto, el chico con el que siempre soñó y al que posteriormente le entregó tanto de si misma.
Pero a tan solo meses de graduarse y de enterarse que había resultado embarazada las cosas que alguna vez creyó de él se vinieron para abajo, cortando toda relación de inmediato, no se quedaría junto a una persona que simplemente no estaba dispuesta a poner lo mismo de su parte. Y claro que eso magullo el orgullo del chico, pues aunque decidió tomar la responsabilidad de sus actos esto no duró mas que un par de meses, antes de que encontrara un buen trabajo y una excusa para zafarse de todo.
Tan solo fue cuestión de tiempo para que el remordimiento atormentara su consciencia y buscará a Tzuyu de vuelta, él no buscaba volver a estar juntos pero si ser parte de la vida de la niña, al menos.
Y el hecho de que Minju se refiriera a él como tío o amigo Eunwoo era perfecto para su situación.
— De todas formas, —continuó hablando— ¿cómo fue su primera impresión, lo tomo bien?
Y el vago pensamiento hizo que las mejillas de la mujer se pintaran de un color rojizo. Le avergonzaba recordar que estuvo a punto de llorar en un lugar rodeado de niños felices y la imagen de esa mujer bien vestida seguía rondando por su cabeza de vez en cuando, robándole suspiros y una que otra pequeña sonrisa.
La tal Sana era tan hermosa, de maneras que provocaban distintas reacciones como su corazón acelerado o una sensación de cosquilleo en la boca de su estómago. Simplemente bella y encantadora, la madre que todo pequeño quisiese.
— Mm, todo bien —tarareo y trago saliva— ya sabes como es, le encantó todo y apuesto a que ahora mismo ella es muy feliz jugando con los otros niños.
— ¿Y tu? Sé lo difícil que es para ti separarte de Minju. —instó
— Bueno, tu lo haz dicho. Fue difícil... —alzó los hombros y volteo hacia otra parte.
— Entiendo, ¿quieres qué vaya por ella? —sugirió aunque no se escuchaba tan convencido.
— No. —contestó rápidamente dejando al contrario un tanto desconcertado. Ni siquiera sabía su urgencia por querer ver a esa mujer nuevamente y tampoco le importaba, pero no perdería la oportunidad— Digo, seguro tienes cosas que hacer. Estará bien otro día.
— Esta bien, como digas. —acepto sin mas.
Y una media sonrisa se dibujo en el rostro de Tzuyu.