<< MICHELANGELO >>
Nos metieron sin cuidado alguno dentro de una fría y húmeda celda.
El lugar era tan oscuro y tenebroso que me daban escalofríos. Tenía miedo de que nos mataran o a que me quedara dormido en este lugar para volver a ser poseído por ese horrible monstruo de ojos rojos... Pero sobre todo, temía por mis hermanos mayores.
Donnie estaba revisando a Raph en estos momentos y no sabía por dónde empezar. Tenía tantísimas heridas que el rojo de la sangre había reemplazado el verde de su piel, respiraba agitado, sudaba mucho y parecía que algo lo retorcía de dolor por dentro.
Como Don y yo aún teníamos puestas las vendas que Raph nos trajo la otra vez, decidimos utilizarlas en él. Primero le quitamos el equipo hasta dejarlo relativamente desnudo, luego mi hermano sacó un paño que tenía guardado en su cinturón y con cuidado, comenzó a limpiar la sangre. Sin embargo era complicado hacerlo, puesto que Raph no dejaba de moverse y de temblar, y la hemorragia tampoco se detenía. Su rostro empezaba a tomar ya un tono verde pálido y enrojecido por la fiebre.
-Esto no va bien... Nada bien -murmuró Donnie, lo cual me hizo preocuparme aún más de lo que ya estaba.
-¿Qué ocurre, Don?... -pregunté, aunque no estaba seguro de querer conocer la respuesta o no.
-Hay algo en su interior que lo está matando poco a poco -respondió con seriedad, y una gota de sudor se arrastró por su sien - No estoy muy seguro... pero me temo que ha sido envenenado. Un veneno que actúa rápido pero va matando lentamente a su víctima, causándole fiebre y dolores musculares y lo debilita. La duración podría variarse entre unas tres o cuatro horas, pero... el estado deplorable en el que Raph se encuentra no ayuda para nada. Creo que no le queda más de un par de horas a lo sumo... o quizás menos o...
-¡Ya basta! Ya... no quiero saberlo -me tapé los oídos y me arrodillé, aguantando las ganas de llorar - No es cierto... Raph... debe salvarse... ¡no quiero que muera!...
Me quedé temblando en silencio por unos largos segundos antes de que Donnie me abrazara de repente.
-Lo lamento... -susurró - Quisiera poder hacer algo... pero no sé qué. Si tan solo tuviésemos a sensei... Si tan solo Leo estuviera con nosotros para solucionar los problemas... -apretó el abrazo - Yo también estoy asustado, Mikey... más de lo que imaginas. Yo soy siempre el que da las soluciones a todo, pero esta vez no sé qué hacer para curar a Raph. No sé qué hacer para que regrese nuestro sensei... ¡ni tampoco sé qué hacer para recuperar a Leo! Estoy... desesperado.
Algo húmedo se sintió caer en mi hombro y pude saber con certeza que se trataba de sus lágrimas. Correspondí al abrazo y hundí mi rostro en su pecho.
Entonces... eso quiere decir que... ¿todo está perdido?
-Con llorar no resolverán nada, par de críos.
Una voz femenina nos hizo levantar la cabeza y mirar hacia la reja de la celda. Al otro lado se encontraba Karai con una media sonrisa y una bolsa negra en sus manos.
-¿Q-qué haces aquí? -preguntó Donnie, secándose las lágrimas y separándose de mí - ¿No deberías estar con Shredder y los demás?
-Ppfff, mira que eres malagradecido, y encima que me molesté con venir a verlos -dijo, haciéndose la dolida - Pero ya, en serio, vayamos al grano de una vez. Ten -estiró la mano con la bolsa a través de los huecos de la reja - Eres médico, ¿no?
-En realidad soy científico -respondió Don, levantándose y acercándose para recibir la bolsa - ¿Qué es esto?
-Algo que te hará dejar de llorar, supongo -contestó con simpleza - Más te vale usarlo bien. No creo que hayan más de esos.
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El otro Leonardo
FanfikceDespués de una fuerte discusión entre sus hermanos, Leonardo decide dejar de ser el líder de su equipo, pero no contaba que tras separarse de ellos sería secuestrado por el Clan del Pie. Shredder lo usará para llevar a cabo sus malvados planes, conv...