El otro Leonardo

Disparos en la Oscuridad (parte IV)

/// SURPRIIISE!!.... Okay, okay, esta vez sí que tengo que pedir disculpas. Siento en verdad la larga, larga espera. No tenía pensado abandonar esta historia en ningún momento, pero no me daba cabeza para continuarla. Mi inspiración para escribir ha estado malísima(? Y... no tengo más excusas. La verdad he extrañado volver aquí para terminar lo que empecé, y agradezco a quienes que a pesar de que han pasado 84 años(? sigan posando sus ojos en estos capítulos finales y esperando a por mi jod*do regreso :') y siento no haber respondido los últimos comentarios; no quería darles falsas esperanzas de que escribiría pronto (ni tampoco sabía qué decirles)(? So, sorry too(?

Por cierto, dejé el link de una song por si quieren oírla. Fue una de mis fuentes de inspiración >xD  Lost Within by Fivefold.

Volviendo a la historia, finalmente (¡very finally!) van a resolverse unas cuantas cosas. Como siempre espero que les guste :) ///

<< DONATELLO >>

No me había percatado del momento en el que me quedé absorto en mis pensamientos, reflexionando sobre el asunto de Mikey y de todo lo demás. Sabía que no debería distraerme en estas críticas circunstancias, pero era inevitable. Necesitaba respuestas... 

-¡Donnie! -el súbito grito de Raphael me regresó a la realidad y giré mi cabeza sólo para darme cuenta de que un robot estaba a pocos centímetros de atravesarme con su sierra redonda, pero un sai le traspasó la cabeza, dejándolo instantáneamente fuera de combate. De él sólo quedó el sonido eléctrico de sus cortos circuitos deteriorándose.

Me quedé congelado observándolo cuando en eso Raph vuelve a traerme a Tierra con una pequeña pero fuerte sacudida.

-¿En dónde demonios tienes la cabeza, idiota? ¡Concéntrate! -me reprendió a la vez que retiraba bruscamente su arma del robot.

-¡Ya lo sé! -exclamé, volteándome para quedar caparazón a caparazón con él. De esta forma ambos nos defendíamos de quiénes nos encaraban de frente sin preocuparnos mucho de quienes atacarían nuestras espaldas.

Teniendo esta vez más enfoque a mi alrededor, me puse a pensar otra vez... Desde que mis hermanos mencionaron que fue este "Leo" quien había dejado a Mikey abatido, hay algo que no he estado entendiendo... ¿por qué en vez de eso no lo asesinó?... No me malinterpreten, estoy muy agradecido de que no haya ocurrido así, pero considerando el hecho de que Shredder sabía que iríamos en su busca a cualquier costo, ¿por qué no simplemente se deshizo de él en ese instante?

Alarde sin parar de que tiene a Leo bajo su total control, sin embargo, ¿es incapaz de pedirle algo que tanto anhela?... ¿Aniquilarnos?

Sé que estuvo apunto de hacerlo con Raph, es verdad, pero eso fue después de lo de Mikey... ¿Acaso el demonio necesitaba alimentarse de la miseria de otros? ¿Si fuera así qué significaría?... ¿Será que en realidad Shredder aún no tiene control total sobre él? 

¿Cabe la posibilidad de que quizás a Leo aún...?

-¿...le queda algo de consciencia? -acabó Raph mi frase mental, exactamente como si me hubiera estado leyendo la mente. Giré mi cabeza hacia atrás para verlo, sorprendido - Estabas pensando en Leo también, ¿no? -rajó a un robot por la mitad al terminar de preguntar.

-S-sí... -asenté leve, volviendo a centrarme en mi frente, evitando cualquier ataque aleatorio - ¿Cómo llegaste a esa conclusión?

-No nos está atacando... -respondió con un curioso deje de astucia, y yo, por primera vez desde que entré a este campo de batalla, puse mis ojos en Leo. Peleaba de manera salvaje contra los ninjas de Karai, sin sobrepasar ni un poco su propio metro cuadrado. Aunque más que atacarlos, en realidad parecía que quería alejarlos de sí mismo. Además, de vez en cuando sus ojos se posaban en nosotros o en Shredder, pero continuaba con su auto-defensa.