Capitulo 14

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Harry Wilson padre de Gao no sabe mucho sobre el idioma de su esposa, así que cuando el imponente hombre chino que tenía su misma altura se acercó a ellos, extendió su mano y le dio la bienvenida en las pocas palabras que sabía pero se sorprendió ...

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Harry Wilson padre de Gao no sabe mucho sobre el idioma de su esposa, así que cuando el imponente hombre chino que tenía su misma altura se acercó a ellos, extendió su mano y le dio la bienvenida en las pocas palabras que sabía pero se sorprendió cuando Zhang después de saludarlo se dirigió a él y al resto de la familia en un fluido inglés.

El hombre suspiro, temía que la barrera del idioma le impidiera conocer más del hombre por el que su hijo estaba dispuesto a mudarse a un país tan diferente al que se había criado.

Yun abrazo a su hijo primero, luego miro a Zhang y en un perfecto chino le dijo...usted y yo tenemos mucho de qué hablar, el asintió cortésmente.

Olivia hizo una reverencia exagerada tratando de ser cortes como su hermano menor se lo pidió por teléfono, luego se acercó a Gao y susurro...es muy guapo, un guiño de esos que solo los hermanos cómplices entienden dio paso a una risa alegre.

El abuelo Lee se alegró mucho de poder conversar con alguien que entendiera su idioma materno a la perfección y la abuela solo observaba con cierto interés al hombre ,se mostró satisfecha cuando Zhang acepto él té que ella le ofreció y dejo en sus manos un paquete lleno de té directamente de los campos de China como presente.

Después de las presentaciones habituales y una cena formal, Yun les ofreció el cuarto de huéspedes pero Gao dijo que no, tomarían un taxi a su estudio, ella miro a Zhang y el entendió su inquietud, la experiencia lo precede en las costumbres de su país algo que Gao aún no está acostumbrado.

Zhang: por mi está bien cualquier lugar señora Yun

Gao: mama no es necesario, quiero que Zhang este cómodo

Harry: querida deja al muchacho su espacio, los veras mañana de cualquier forma

Zhang no dijo nada, espero con respeto la decisión de Yun, Gao estaba haciendo pucheros, el solo quería besarlo allí mismo y llevarlo a la cama.

Yun: está bien, tu padre tiene razón, descansen y mañana los espero para desayunar

Gao: si mama

Zhang: gracias Sra.

Yun: te casaras con mi hijo después de todo así que no es necesario ser tan formal puedes llamarme mama

Zhang: gracias mama

El escritor entendía a la mujer, no es algo normal que su hijo después de poco más de una semana llamara para decirle que se casaría, que volvería a casa solo para presentar a su futuro esposo y planear una boda para regresar a un país que hasta cierto punto le era desconocido al joven periodista, a parte de los 15 años de diferencia entre ambos, aunque quisiera engañarse a sí mismo al respecto él es un hombre que no se miente y esa diferencia era clara entre ellos.

Por un lado estaba su experiencia de vida, sus creencias firmes en el amor y las almas gemelas, sus costumbres y su vida en un país homofóbico.

En cambio Gao es joven, fue criado en un país lleno de libertades, aventurero, apasionado y con mucho que aprender aun de la vida.

Caricias de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora