Crazy Over You (TPN)

- 5 -

There's no good reason in make believing
That we could ever exist again
I can't be your friend, can't be your lover
Can't be the reason we hold back each other
From falling in love with somebody other than me

- Conan Gray 2022

... ¿Cómo?... ¿Por qué?

—¿C-Cora...?—

ilda y Emma quedaron paralizadas, sus miradas se encontraron en un silencio cargado de terror. Emma, con la voz temblorosa y el corazón latiendo desbocado, reunió el valor para llamar a los chicos.

—¿Ray? ¡Norman!—

Los chicos, al escuchar el llamado, irrumpieron en el baño con un escalofrío recorriendo sus espinas. En ese espeluznante escenario, el cuerpo de su amiga yacía en el frío suelo, cubierto en una marea de sangre. Ray tomó una bocanada de aire, sintiendo cómo su cuerpo comenzaba a temblar violentamente. ¿Cómo podía ser esto posible? Norman, con un nudo en el estómago tan apretado que le impedía respirar, no podía apartar la mirada del horroroso espectáculo frente a él. La mente de Ray estaba nublada, incapaz de procesar lo que tenía ante sus ojos. Esto no podía ser real; debía ser un cruel engaño.

—Gilda, Norman... busquen a un profesor. — Ray, luchando contra su creciente inquietud e incertidumbre, rompió el aturdimiento que había paralizado a sus amigos. Gilda permanecía inmóvil, mientras que Norman cubría su boca con las manos, una expresión de terror en su rostro. Se preguntaban si podrían ser capaces de aguantar tanta angustia. Ray los miró con desesperación.

—¡Rápido! —gritó Ray, entre la intensidad de la angustia y la desolación. Finalmente, Norman y Gilda reaccionaron, y corrieron para cumplir con la urgente petición.

—No puede ser... —murmuró Emma, comenzando a llorar. Se acercó al cuerpo inerte de su amiga, pero Ray la detuvo con firmeza.

—No la toques. Mantén la calma —susurró Ray, intentando controlar sus propias emociones mientras abrazaba a Emma, tratando de ser su punto de apoyo en medio de la pesadilla que vivían. Pasaron unos minutos angustiosos hasta que Norman y Gilda regresaron con el profesor de educación física, quien asumió el control de la escalofriante escena.

El profesor les indicó a los cuatro atónitos jóvenes que salieran del baño y contactaran al subdirector de la escuela. Cumpliendo con su deber, llamaron a la policía y anunciaron por los altavoces que los estudiantes no debían abandonar la institución. Pronto, el oficial James y la oficial Wright llegaron acompañados de una patrulla de policías, un equipo de forenses y un fiscal. Su presencia marcó el inicio de la inquietante investigación en la escena del crimen, y poco después retiraron el cuerpo de Cora. Mientras tanto, los agentes revisaron el registro escolar de la víctima, encontrando que era una estudiante de décimo grado con calificaciones notablemente buenas. Un aura de misterio y terror se cernía sobre la escuela, y la pregunta inquietante persistía: ¿quién había perpetrado tan espeluznante acto?

¿Quién mató a Cora?

Toda la escuela estaba tensa. No les permitieron salir. Era la misma sensación, estrés, y terror que habían sentido hacía unas tres semanas exactas, sólo que esta vez, mucho, mucho peor. Nadie sabía cómo lidiar con la impotencia y el miedo. Después del suicidio de Liv, ¿cómo era posible que algo tan desgarrador ocurriera nuevamente? ¿Por qué tenía que pasar esto?

Los estudiantes en su mayoría se agolpaban en el patio delantero de la escuela, susurros de conversaciones llenas de dudas y miedos resonaban por doquier. Estaban desesperados. Incluso aquellos que no eran cercanos a Cora no podían creer que este cruel destino le aguardara de alguna manera.