Crazy Over You (TPN)

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Don't message me, cause I won't reply
I wanna make you cry
Ain't that how it's supposed to be?
Though it isn't me, boys will be bugs, right?
- Cavetown 2019

Domingo 25 de Abril
Faltan 3 días

POV Narrador

Incluso aunque pensaban que esa noche no haría ningún cambio, sí lo hizo. De alguna manera los sentimientos enterrados dentro de cada persona empezaban a evolucionar poco a poco.
Todo el mundo estaba cansado, todos temían que algo más pasara. Y la verdad era que no podían esperar nada, cualquier cosa podría pasar. Igualmente, el miedo no se iría. Especialmente para los cercanos a Ray.

Emma. Norman. Gilda. Don.

Si no eran los asesinos, debían tener miedo.

Lo malo en esta clase de situaciones, es que siempre hay una chance de que alguno de ellos estuviera mintiendo. Pero si fuera así, sería muy obvio.

Si alguno de ellos fuera culpable, ya lo sabrías. ¿O acaso me equivoco, querido lector?

De esta manera, la confianza que se tenían entre sí era lo más importante para poder avanzar. Ya que si no confiaban entre ellos, ¿en quién más podrían confiar? La confianza tiene un precio costoso que no cualquiera debería ser accesible a comprar.
De momento, lo único que este grupo de amigos deseaba eran respuestas.

Los rumores retumbaban en los oídos y pensamientos de todo el mundo, ¿qué debían creer o qué debían hacer? Era desesperante. El ambiente escolar se había vuelto algo aterrador, pasó de ser un lugar dedicado al estudio y la convivencia, a un lugar en el que no podías confiar en nadie ni descuidarte un minuto, porque en cualquier momento alguien podría traicionarte. En un mundo realista, todos son malos, todos mienten.

Después de la fiesta, muchos por lo menos tenían otra cosa en qué pensar. Habían logrado despejar su mente de lo que les rondaba. Sin embargo, algunos lo habían hecho demasiado. Después de que Afra y Ray simplemente se hayan besado en una fiesta al frente de todo el mundo, los rumores que ya existían sobre Ray empeoraron sin más. Esta vez, hundiendo a Afra en ellos también. El simple hecho de que algunas personas literalmente se morían por estar cerca de Ray, a Afra no le importó. Como si pudiera estar segura de que nada le fuera a ocurrir, sin sentir pena o lástima por las chicas que habían salido lastimadas por supuestamente haberse acercado alguna vez a aquel chico. Pero por cosas como esa Afra era reconocida, era terca. Muy terca. Y competitiva, ella nunca deja nada a medias. Le gusta obtener lo que quiere y lo disfruta, porque siempre lo hace. Solo con que la conozcas sabrás que cuenta con esa particularidad. Ella sabe lo que merece y lucha por ello, no iba a permitir que nadie la pisoteara.
Y Ray, a pesar de llevar meses ignorando a Afra, por fin había sentido algo diferente con ella. Tal vez la había juzgado mal, tal vez había sido muy grosero con ella antes, pero en realidad no parecía tan molesta como creía. Tal vez podría llegar a ser una persona interesante, su compañía no es del todo desagradable y sus labios saben a fresa.

—Emma, pon atención.— La mencionada levanta su cabeza para corresponder la mirada de aquel albino que la acompañaba.

—Perdona, estoy un poco distraída.—

—Ya te dije que no tienes nada de qué preocuparte.—

—¿Cómo lo sabes? Parece que todos se olvidaron de lo que ocurre.—

Emma y Norman estaban reunidos en casa de la menor tratando de estudiar, sin embargo no tenían mucha suerte. Habían pasado ya un rato sentados en el suelo de la habitación de la pelinaranja, con los libros a su alrededor mientras Norman los leía en voz alta esperando que Emma le pusiera atención. Pero ella estaba muy ocupada pensando en muchas cosas.