Justiciero

VII.- Zorros Oscuros

*ADVERTENCIA: Contiene escenas violentas y de tortura explícitas. 

Stiles sonrió mientras besaba la frentecita de su hijo, no lo llevaría con los Hale ya que sus hermanos había decidido pasar la tarde con su pequeño y adorable sobrino.

- No hagas muchas travesuras con tus tíos. No vemos más tarde. – miró a sus hermanos – Lo cuidan y nos vemos más tarde. ¡Los quiero! – les gritó cuando estaba a punto de salir de la casa.

El castaño salió de su casa y dio sus rondas normales, aun no había topado con nadie de las manadas pero se le olvido cuando una pequeña tomó su mano con ojitos desesperados.

- ¿Qué pasa, pequeña? – le preguntó Stiles acariciando las mejillas de la pequeña.

- Tienes que ayudarme, mi mami esta herida.

El castaño se dejó guiar hasta un callejón oscuro.

- Lo siento. – lloró la niña antes de correr lejos.

Stiles terminó en el suelo inconsciente gracias a un golpe en su cabeza.

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Al despertar se encontró encadenado a una pared, su cabeza le dolía demasiado y podía sentir la sangre seca en su cabello.

- Que bueno que despertaste idiota. – el hombre tomó el rostro del castaño con fuerza logrando que el chico lo mirara con odio – Igual que tus asquerosos padres. Zorros oscuros, ustedes son los últimos en existencia. – agarró con fuerza el cabello del castaño y estrelló su cabeza contra el suelo y luego con la pared haciendo sangrar al castaño. – Ustedes no son humanos pero tampoco sobrenaturales por completo, los zorro oscuros son una aberración. – le dijo el hombre con odio para después alejarse.

Stiles escupió sangre al suelo mientras le sonreía al hombre mostrando la sangre en sus dientes y sus ojos brillaron.

- Somos el mejor espécimen además somos la prueba de que los humanos como tú también se enamoran de criaturas, esas que tanto odias. – le dijo Stiles con diversión.

- Eres una pequeña perra. Sufrirás antes de que te matemos después de todo es más divertido ver como se quiebran. Tus padres gritaron y suplicaron pero al final se rompieron y ni siquiera sus hijos les importaron. – caminó de un lado a otro – Ellos murieron en esta misma habitación, su sangre se ha mezclado con las de otros pero aquí dieron su último aliento.

Stiles no dejó mirara al hombre, sus ojos aún brillaban en violeta oscuro mostrando que era un zorro oscuro.

Estos zorros existieron gracias a la unión de un humano con un zorro, de ellos nacieron estos híbridos con poderes y habilidades extraordinarias en la magia aunque también tenía la fuerza, colmillos y garras de un zorro. También tenían la habilidad de convertirse por completo pero tenían una desventaja y es que sanaban como los humanos un poco más rápido pero esa es la razón por la que han muerto en todos estos años.

Por el momento los únicos aun vivos son los hermanos Stilinski y es por eso lo habían mantenido en secreto.

- No importa lo que intentes para romperme, eso jamás va a suceder y sé que por tus latidos y tu tono que mis padres jamás se quebraron. Pensaste que yo lo haría al ser su hijo pero déjame decirte algo las crías siempre son mas fuertes que sus padres.

El hombre golpeo con fuerza el rostro del castaño que no dejó de mirarlo con valor.

- Empezara tu infierno.

Las siguientes horas pasaron entre gritos del castaño, al principio había logrado retenerlos con mucho valor pero el dolor era demasiado.

Al lugar entraron más hombres y al principio solo lo golpearon con fuerza, luego con bates y fierros. Cuando se cansaron lo ataron en una mesa de metal que estaba en la esquina de la habitación. Primero, pequeños cortes con un cuchillo y luego una navaja; segundo, cortes mucho más profundos; y terceros, terminaron mojando las heridas con ácido lo que causó quemaduras no solo internas sino externas. Después de eso lo electrocutaron hasta que se desmayó.

En algunos momentos le dieron agua y un poco de comida después de todo no querían que muriera aún.

Stiles no supo tiempo cuanto tiempo pasó cuando fue despertado por la puerta siendo abierta de nuevo dejando pasar a un hombre desconocido que lo miraba con diversión una sonrisa enferma, en su mano traía una sierra eléctrica pequeña. El castaño sintió su garganta seca.

- Soy Mieczyslaw Stilinski y no dejaré que personas como ustedes me rompan sin importar el dolor. – le dijo Stiles con sus ojos brillando, su voz era baja pero fuerte, no importa el dolor en todo su cuerpo.

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Tres lobos de casi dos metros, ojos carmesí se encontraban fuera de lo que parecía un edifico abandonado pero claramente podía escuchar los gritos del chico que mas querían y apreciaban. Sus manadas se encontraban detrás de ellos, unos convertidos y los otros aun en sus formas humanas.

El aullido de un lobo negro, Derek, seguido por los dos lobos castaño uno más claro que el otro, Deucalion y Scott, iniciaron el ataque.

Los lobos destrozaban gargantas, cabezas, cuerpos. Esos hombres no tenían ni idea de con quien se habían metido y es por eso que ahora se llevaba una masacre.

La lucha duró mucho menos de lo que esperaban, una vez todos los hombre muertos, Derek tomó su forma humana caminando con temor pero seguridad hacía la puerta blindada que se encontraba en el sótano. Peter se encontraba justo detrás de su sobrino, ambos habían ido a rescatar a su compañero, al amor de su vida y lo harían juntos.

Al abrir la puerta se encontraron con la pero escena que pudieron imaginarse: Stiles se encontraba en una esquina de la habitación cubierto de heridas sangrantes por todo su cuerpo, sus ojos brillaban en la oscuridad pero lo que mas les dio náuseas, fue que su hermoso castaño ya no tenía un brazo.

- Esto no es bueno, debemos de llevarlo al hospital. – dijo Deucalion pasando por los Hale que salieron de su ensoñación y se acercaron a su castaño antes del otro alfa.

- Ey, Mitch. Aquí estamos, pequeño. – le dijo Derek con cariño pero su voz temblaba y trataba de retener lo mas posible las lágrimas mientras acariciaba la mejilla del joven.

- Todo estará bien Mieczyslaw, todo acabo. – le dijo Peter mientras lo tomaba en brazos con cuidado.

Stiles emitió un gemido de dolor y sus ojos volvieron a su color whiskey, los cuales brillaron al reconocer a los lobos.

- Pet, duele. – las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas – Quiero ir a casa. – le dijo Stiles entre sollozos de dolor.

- Iremos a casa, estarás bien.