Justiciero

III.- Una Madre en Problemas

Stiles se encontraba en una banca en el parque comiendo un emparedado, en su mejilla se podían ver leves cicatrices de garras, había tenido la suerte de que las garras de ese lobo no hubieran llegado más profundo. Un hombre de cabello azabache y ojos castaños se acercó a él con una sonrisa algo infantil y a su lado había una chica asiática de sonrisa amable. Un hombre lobo y una kitsune.

- ¿Por qué siempre estás comiendo? – le preguntó el lobo con diversión.

- Porque tengo que comer, es una necesidad básica de las personas. Si no lo hago moriré de hambre Scotty. – le respondió Stiles terminando su último bocado.

- Es bueno verte Stiles, hace mucho que no nos visitas. – le dijo la chica mientras abrazaba al castaño.

- He estado un poco ocupado con el restaurante, ya sabes como son las cosas Kira. Espero que Malia te este tratando bien sino puedo regañarla un poco. – le dijo Stiles mientras guiñaba un ojo con diversión.

- Malia es Malia pero es buena conmigo así que no tienes que preocuparte.

- ¿Cómo esta Isaac? – preguntó Stiles después de asentir conforme ante lo que la chica había dicho.

- Esforzándose pero ahí está, de vez en cuando visita a los Hale. S siente un poco mal por dejar la manada.

- Derek no le guarda rencor, encontró la felicidad a tu lado y eso es mejor a que se quedará con los Hale con una lealtad falsa.

Scott asintió conformé mientras se sentaba al lado del castaño que se había vuelto a sentar. Kira hizo lo mismo pero del otro lado del castaño. Los que pasaban y los miraban sonreían, no era secreto quienes eran y verlos juntos sería conocer un nuevo logró del castaño.

- Escuche que te enfrentaste a esa organización criminal, terminaste herido. – dijo Scott frunciendo el ceño mientras veía la mejilla del castaño.

- No es nada, es un pequeño rasguño pero no era necesario cubrirlo. – levantó los hombros restándole importancia - ¿Qué necesitas? Me encanta verlos pero sé que buscan algo.

- Eso suena feo, amigo. Pero desgraciadamente tienes razón. Hace unas semanas notamos que las mujeres han estado desapareciendo mujeres en nuestro territorio. Lo curioso es que antes de que suceda ella obtienen mucho dinero y lujos de un día a otro sin ninguna explicación. – le explicó Scott molesto, no le gustaba nada lo que ocurría bajo su vigilancia además nunca ha soportado que los inocentes sufren.

- Estás mujeres suelen ser madres solteras o con muchos problemas que caen fácil ante un hombre que les de todo. Sospechamos que son vendidas y buscan específicamente a las sobrenaturales así que deben de tener ciertas características para la venta. – dijo Kira con desagrada, le daban escalofríos de imaginar lo que todas esas mujeres sufrían y como terminaban por el hecho de que alguien se aprovecho de que estaba pasándola mal.

- ¿Encontraron a una víctima que aún no haya sido llevada? – les preguntó Stiles de manera seria. Se imaginaba todo lo que podía ser y sabía como sus amigos se sentía, que algo sucediera así en su territorio era imperdonable.

- Si, una mujer con un pequeño cachorro. Ambos son jaguares, una raza fuerte y no hay muchos. Ella es una madre soltera que trabaja jornadas bastante largas y al llegar a casa tiene que cuidar de su hijo. Hace unos días la conocimos y estaba completamente agotada y solo quiere darle una mejor vida a su hijo pero ahora tiene joyas y su hijo tiene juguetes pero el pequeño ya no quiere estar al lado de ella.

- Bien. Necesito su dirección.

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Stiles llegó a un pequeño departamento, tocó el timbre siendo recibido por una mujer de rubia de ojos verde oscuro, piel pálida y ligeras ojeras debajo de sus ojos. A su lado un pequeño rubio de ojos miel, tenía seis años y sonrió al verlo aunque se aferraba a un pequeño juguete en sus manos.

- Hola, me llamo Mieczyslaw Stilinski.

- ¡Oh! Tu eres Stiles. Me llamo Lili, un gusto. ¿Qué puedo hacer por ti? Pasa, por favor.

Stiles sonrió mientras entraba al lugar y sentía una manita enrollarse en la suya, miró abajo donde el pequeño se aferró a su mano. Él asintió y dejó que el pequeño tomara su mano y cuando se sentó lo colocó en su regazo.

- Me contaron que trabajas bastante así que me ofrezco a ser tu niñero por el tiempo que necesites y no voy a cobrarte nada. – le dijo Stiles mientras le daba un pedazo de manzana al pequeño.

- Seria demasiado. Tengo dinero, puedo pagarte.

- No es necesario.

Stiles no era tonto y había visto que al parecer en esos días muchas cosas nuevas y lujosa habían sido puestas en el departamento pero también había un pequeño lugar donde había cosas viejas, más en específico juguetes muy usados pero cuidados. En cambio los nuevos juguetes seguían en sus cajas abandonados en un rincón. La mujer parecía haber cambiado su ropa de manera reciente, ahora usaba un atuendo cómodo pero en el sofá había ropa bastante cara extendida con cuidado.

- Insisto.

- De verdad Lili, estoy feliz de ayudar para que puedas darle una mejor vida a este pequeño. Por cierto, ¿cuál es tu nombre, cachorro? – le preguntó Stiles mientras acariciaba la mejilla del menor.

- Tommy. – le pequeño sonrió con orgullo.

- Un gusto en conocerte Tommy, puedes decirme Stiles.

El pequeño asintió con emoción. Le gustaba el castaño y como olía, era relajante y para un niño de seis años que había sufrido mucho estrés.

- Esta bien, aceptaré tu propuesta. Y me aprovecharé de eso y saldré con mi novio. – le dijo la mujer con felicidad mientras se levantaba y se iba a su habitación.

Unos minutos más tarde la mujer salió vestido como otra: con ropa lujosa y de marca, cabello perfectamente arreglado, un maquillaje sin errores.

- Nos vemos más tarde Stiles, muchas gracias por cuidar de Tommy. – le dijo Lili mientras trataba de besar la mejilla de su hijo pero él se ocultó en el cuello del castaño.

Stiles vio a la mujer salir del departamento y le mandó un mensaje a Scott para que la siguieran. Tenía un plan para acabar con ese grupo de venta porque estaba seguro de que no era algo de un solo hombre y era desagradable.

- Ahora solo estamos tú y yo Tommy. Debo decir que me recuerdas a mi hermano Liam cuando era un pequeño. – le dijo Stiles mientras alzaba al niño haciéndolo reír.

- Sti, ¿mi mami ya no me quiere?

- ¿Por qué dices eso?

- Ya no esta conmigo solo me da juguetes feos. – dijo el pequeño con un puchero y pequeñas lágrimas corriendo por sus mejillas.

- Tu mamá te ama mucho solo que esta un poco perdida, no pienses eso. Prometo ayudarla.

Stiles froto su nariz con la del menor con cariño.