¿Cómo sería persona ideal?, ¿con quién quieres pasar resto de tu vida?
Esa era la duda que debían resolver para su maestra de artes, al menos para el grupo donde Kokonoi Hajime se encontraba. Mas era una duda que no lograba contestar.
¿Cómo se supone que respondiera a ello y pudiera dibujarlo a lápiz y papel sin si quiera tener la más mínima idea de ello?. Si el amor llegaba a su vida simplemente se dejaría guíar por los sentimientos y experiencias con esa persona, no le importaba la apariencia física. Fijarse en alguien solo por eso esta mal ¿Verdad?.
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Una libreta se encontraba a su lado, sentado en la cama ya con algo de fastidio, cada mínima línea que intentaba hacer para el trazo parecía no convencerle o gustarle en lo más mínimo, varias hojas estaban llenas de borrones, era cuestionable la cantidad de tiempo que le había llevado todo ello pero había algo claro, no había ni un solo avance.
Se dejo caer de brazos extendidos sobre su cama, ni tan siquiera la más romántica canción le daba una idea de como sería su persona ideal. ¿Qué debería hacer?, no tenía mucho tiempo para ese trabajo, pero tampoco sabía como proseguir.
- Quizá..... necesito algo de aire - Soltó en baja voz, antes de tomarse unos minutos para luego dirigirse a su propio balcón, donde tomaría asiento por un rato con su mirar fijo en un solo lugar.
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Inconsientemente una pequeña curva de felicidad se posó en sus labios al disfrute de la hermosa vista frente suyo, era un azulado cielo el que observaba, donde su mirada se había perdido por propia voluntad.
Aquella paz que floreció en su pecho le causó una relajación inmediata, tan solo el perderse en aquel bello azul era un lujo para sí mismo, como entrar a un laberinto por propia voluntad sin la más mínima intención de querer escapar, porque sabía que pase lo que pase ahí nada lo podría dañar.
Por unos segundos cerró sus ojos, su mente le proyectó una breve escena que hizo su corazón latir por unos breves instantes. No sabía donde estaba, solo sabía que era agradable, no sabía que lo hacía de esta forma, o creía no saberlo hasta percatarse de dos azulados orbes sin rostro ni nada claro que lo veían con cariño. Era como si lo estuvieran llamando, era raro.
