Juro que no llorare de Nuevo |||🌼Yaoi🌼|||

Aun así...

La tarea culmino con más paciencia por parte de Sasuke, había descubierto demasiadas cosas sobre su pequeña hija con una actividad demasiado simple, por ejemplo, era buena en gramática, literatura y también que tenía una comprensión lectora mayor a la que cualquiera, oh por lo menos, si lograba superar a su hermano Itachi en ese aspecto, otra cosa que logro apreciar es que era demasiado buena memorizando, pero pésima con los números, "si no lo hago 10 veces se me olvida", se excusó la pequeña, y Sasuke, como buen "padre", le ayudo a hacerlo 10 veces todo para comprobar que era cierto lo que la pequeña decía.

Naruto permitió que este la llevara a su habitación y la recostara, que pasara tiempo con ella y que le leyera un cuento y le diera el beso de buenas noches como su hija tantas veces había anhelado en un lastimoso silencio.

-No es tarde para que el enano ande fuera? - indago Sasuke mientras cerraba aquella habitación con el mayor cuidado posible de no hacer ruido.

-hoy se quedará con Shikamaru, siempre que tiene practicas hasta tarde se queda con él, y no deberías decirle así, es alto para su edad, además, tiene nombre, no me mate meses pensando en uno apropiado para que tu vengas y le digas "enano", así que nada de apodos-

-no deberías dejar a nuestro hijo con un extraño- exclamo serio yendo tras el ignorando la llamada de atención por parte del rubio.

-No es un extraño, es quien los recibió cuando nació Sasuke, el extraño es otro-

Y ahí estaba, una vez más, Naruto a la defensiva, no importaba que dijera o que hiciera, Sasuke sabia bien que Naruto buscaría la forma de echarle en cara sus errores pasados y es que había cometido demasiados, aun "amaba" a Sakura, pero las acciones y actitudes que esta tomaba lograban que poco a poco el perdiera la paciencia y sobre todo que en silencio deseara no a ver dejado ir a Naruto.

-Bien, mañana vendré temprano por Natsuki- dijo suave -quisiera llevarla después de su revisión al centro comercial para comprarle algunas cosas y después pasarla un rato con ella, llevarla a comer, conocerla un poco más- concluyo en pocas palabras.

-y Yasu? - interrogo Naruto tomando asiento mientras le veía -ignoraras su existencia solo porque no te recibió como Natsuki?, aunque Nat sea más comprensiva que Yasu, ambos son tus hijos, y no puedes simplemente venir y escoger a uno de los dos o a cuál querer más – dijo serio -ambos son uno solo, eso debes saberlo-

-lo sé, creeme, es solo que Yasu es muy...-

- ¿muy?, ¿muy qué Sasuke?, es demasiado como tú, ¿verdad?, lo sé, yo lo parí y lo estoy criando, cuando se enoja es idéntico a ti- comento mientras bebía su té -tiene tus mismos gustos, tus malos gestos- conto suave -odiarlo a el es como odiarte a ti mismo Sasuke- concluyo mientras le veía con una ligera sonrisa.

-no lo odio, eso es un sentimiento demasiado fuerte para sentirlo por un niño, lo que sucede es que simplemente no se como acercarme a el- comento -apenas hoy lo conocí y me ataco tan...-

-siempre lo han molestado por llevar tu apellido sabes?, por ser idéntico a ti, porque nunca ha estado con el pese a todo eso, porque lo tachan de ser "la segunda familia"- dijo suspirando -Sasuke, las decisiones que tomaste no solo afectaron lo que tú y yo estábamos construyendo, cuando decidiste, lo hiciste por ti, pero jamás pensaste en los niños que dejabas atrás –

-oh en ti- agrego Sasuke

-yo soy lo de menos Sasuke, soy un adulto independiente, con trabajo, con una casa, todo trabajado por mi mismo, a estas alturas que me llamen tu ex, tu amante, el otro o ese tipo de cosas me da absolutamente igual- confeso mientras dejaba la tasa sobre aquel platito y le miraba. -En su momento me dolió, demasiado- confeso suspirando para apoyar su mentón sobre la palma de su mano -no me quería alejar de ti pero simplemente no pude más, intente borrarte, olvidarte, confieso que quise odiarte- dijo sincero -pero no pude, y dudo algún día poder hacerlo, porque me diste un grande regalo, algo que atesorar para toda la vida, algo que pese a que no lo deseabas de mi parte esta, existen, respiran- sonrió orgulloso – por eso ahora puedo decirte que me duelen mis hijos, el resto se puede ir al diablo mientras ellos estén felices y jamás les falte algo-