Pero hacerme sufrir te hacía feliz

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-lo siento señor Shikamaru Nara, poco se puede hacer, usted no es nada de el señorito Namikaze y su padre, el señor Minato, no lo ha reportado como desaparecido o secuestrado como usted comenta, su denuncia no puede ser procesada por falta de pruebas y evidencia - expreso aquel oficial mientras el de coleta gruñía lleno de una inmensa rabia, demasiado, ya había esperado demasiado por el retorno de su pequeño amigo, de su amor platónico, pero de este no había señales de vida, parecía ser que la tierra se lo había tragado y eso era algo imposible.

-si ustedes no hacen su trabajo lo hare yo a mi modo- sentencio serio saliendo de ahí, Shikamaru era conocido por su actitud serena y tranquila ante los problemas y adversidades, jamás había sentido necesidad de luchar por algo como ahora las sentía por recuperar a Naruto, el era todo lo puro y hermoso que toda su vida había querido, deseado con tanto anhelo y ahora alguien mas se lo quitaba, por que debía quedarse sin hacer nada, no era justo, la vida no era justa.

Las últimas semanas habían sido un total infierno para él, desde levantar denuncias, buscarlos en los barrios bajos, recurrir a burdeles en busca de alguna esperanza pero nada, no había nada, solo tenía dos opciones, dos opciones más si quería recuperarle, la primera era faltar a su ética, ir al lado oscuro, a lo que sus normas y leyes se oponían, buscar ayuda de otras fuentes y la segunda y mas segura, recurrir a su profesor, los rumores decían que tenia demasiado poder por el buffet de su padre así que, si le prometía pagar lo que gastara aunque fuera con trabajo, tal vez, solo tal vez este aceptaría ayudarle, poco le importaba si eso significaba humillarse, Naruto lo valía, su felicidad lo valía.

-agm!!! Ahmm... s-si!! ¡¡¡Dios!!! Bueno, muy bueno... vamos cariño, ¡¡¡entiérralo, métemelo más!!! Joder Sasuke más amor, ¡¡pégame más!!, s-se siente bien ahí!!! Da-dame más amor- sus enormes pechos rebotaban con violencia de arriba abajo, su vagina estaba completamente mojada, su trasero era azotado constantemente por los testículos del varón que la empotraba contra su escritorio sin piedad, aquella verga se enterraba en sus entrañas una y otra vez tocando aquel punto que le encantaba.

-Sa-Sakura... mierda – gruño frustrado, la coloco en cuatro elevando las caderas anchas de la peli rosada -no abras las piernas- pidió entrando sin delicadeza, moviendo su pelvis contra el trasero ajeno, no entendía que pasaba, no era igual que antes, esa vagina que le hacia prenderse, aquellos pechos que le gustaba bañar en semen no estaban logrando nada, realmente lo lograba, sentía cerca el orgasmo, quería correrse, hacia días no había tenido una buena sesión de sexo y lo necesitaba, tenia demasiado acumulado en sus pelotas, quería liberarse pero no parecía funcionar.

Todos los días despertaba con una gran erección, cosa que había dejado atrás cuando cumplió los 19, pero parecía que su etapa de adolescencia había vuelto con la estúpida broma de "olvide cobrarte tu etapa de adolescencia, pero no te preocupes, estoy aquí".

Sakura no estaba aparentándolo como lo necesitaba, aquella estreches que le gustaba no estaba, de hecho, podía apostar que cuando Sakura llego y se le abrió ya estaba mojada, quería pensar que había sido por la charla caliente que habían tenido días atrás y que esta se había preparado para cuando se vieran, pero ahora mismo necesitaba que lo apretaran.

-Sa-Sasuke, -e-esta todo bien?- cuestiono incomoda, había dejado de bombear en su interior, de todos los hombres con los que se acostaba, Sasuke era el mejor, ni siquiera Obito la hacia temblar como Sasuke lo hacía, le gustaba, Sasuke era el mejor trofeo que cualquier mujer querría, cuando lo conoció sabia perfectamente que ese hombre debía ser de ella, ni siquiera la mojigata de Ino había logrado lo que ella a la segunda cita, y eso fue hacerle una buena paja en su auto y tragarse aquel exquisito semen.

Sintió como el ojinegro salió de ella dejándola insatisfecha, cosa que jamás en toda su relación había sucedido, había logrado sentir un cambio en el desde hacía unos días atrás, últimamente le marcaba después de las 11 pm y colgaba a las 2 am, no contestaba en la hora de la comida y no quería que fuera a su casa, todo con la excusa de que tenia un "prometido" del gusto de su papá y no quería levantar sospechas en lo que el viejo Moria, realmente anhelaba con todo su ser que ese viejo muriera pronto, lo odiaba y sabia bien que el odio era mutuo, de hecho, podía apostar que toda la familia la detestaba pero no tanto como ella a ellos.

Juro que no llorare de Nuevo |||🌼Yaoi🌼|||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora