Capítulo 2: ''Regalo de cumpleaños''

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Al ver su rostro aparecer detrás de la puerta, su expresión me confundía por que se veía un tanto triste. Cierra la puerta detrás de él y se acerca al lado vacío de la cama.

-¿Puedo sentarme? - Pregunto nervioso.

-Claro, Siéntate - Le hago un gesto dando golpecitos al colchón en el lado vacío de la cama. Él se acomoda un poco recostado mientras yo dejaba el libro encima de la mesita de noche. Mi móvil empezó a sonar, era mi madre.

-Em.. ¿me puedes dar un momento? Es mi madre.. supongo que querrá saber que tal me ha ido el viaje.

-Claro, cógelo - Dijo con una sonrisa.

Hablo 10 minutos con mi madre, se enrolla mas que las persianas. Él mientras me observaba. Estaba consiguiendo ponerme nerviosa. Al final me despido de mi madre y dejo el móvil encima del libro. Tras un momento un poco incomodo decide hablar.

-¿Que tal te ha ido el viaje? ¿Te ha sido muy duro?

Yo, confundida por esa pregunta cuando ya me habia oido hablar con mi madre del viaje - Si, ha sido bastante largo a decir verdad, además es la primera vez que viajo sola, ya que siempre ha sido con Aria, mi hermana. Y si le sumas que el aeropuerto de Londres es enorme... por casi me vuelvo loca allí - Suelto una risa nada disimulada al recordar mi cara de horror en ese aeropuerto  Ha sido un completo desastre, pero menos mal que ya estoy aquí.

El ríe y dice - Si, por fin estas aquí, tenía muchas ganas de que llegaras, estaba nervioso.

Me quedé sin saber que decir. Después de lo que ocurrió entre Trevor y yo, todo me dejó mal.. muy mal. Yo lo quería y según por lo que se, él a mi también, pero que por la distancia no pudimos llegar a nada.

-¿Y por que estabas nervioso de que llegara? - Un nerviosismo empezó a revolotear por mi estómago.

-Bueno... - Agachó la cabeza, pero levantó la mirada y clavó sus inmensos e increíbles ojos marrones en los míos - Nunca dejaste de importarme, Lauren. Después de todo lo que pasó, me quedé hecho polvo. No dejaba de repetirme lo mierda que soy por hacerte esto a ti, tu no te merecias nada de eso, merecias algo mejor.

Me quede en estado de Shock, ¿Había oído bien? ¿seguia importandole?. Iba a intentar decir algo pero él me cortó.

-Tengo un regalo para ti, por tu cumpleaños, está en el armario colgado.

-¿En serio? - Sorprendida, salté de la cama y corrí hacia el armario. Lo abrí y allí la vi. Una camiseta grande tipo fútbol americano blanca con rayas negras verticales, con su nombre en la espalda y bajo de éste el numero 14 (como sabia el jodido que era mi número favorito) ¡Amé esa camiseta nada más ponerle los ojos encima! Siempre quise una así. Con una sonrisa de oreja a oreja me apoyo en la cama y le ahogo con un abrazo y un mega besote en su mejilla - ¡ME ENCANTA! Pero de veras no hacia falta un regalo de cumpleaños,Trev.

-Me alegra de que te guste,¿Por que no te la pruebas? - Dijo el devolviéndome una sonrisa.

-Vale, pero date la vuelta y no mires - Dije arqueando una ceja.

Soltando una carcajada que se podia escuchar por todo el pasillo, se da la vuelta con las manos al aire. Yo me doy la vuelta por si acaso y comienzo a quitarme mi camisa quedándome en sujetador y con mis shorts con los que se me veían un poco las cachas del culo. Empiezo a escuchar que se rie.

-¿De que te ríes Trevor?

Entonces para de reírse y con una voz ronca y bastante sensual para mi gusto dice - Siempre pensé que tenias un culo bonito, veo que no me equivoqué.

La madre que lo parió. Me giro para ver por que decía eso sin acordarme que aún estaba en sujetador, con la camisa que él me regalo en las manos y tenía la mirada clavada en mi nada perfecto cuerpo. Esta devorándome con sus ojos y yo empecé a notar las mejillas calientes, se me estaban poniendo rojas. Rápidamente me di la vuelta y lleve la camisa a mi cara para ocultarla de la vergüenza que estaba pasando - ¡ERES UN CERDO! - le grité.

Entonces es cuando note sus manos en mi cintura, aferrándose a mi, podia sentir su piel contra la mia y su..

*Lauren,¿ya empiezas con tus pensamientos fuera de lugar?*

Sh.

Él se acercó a mi oreja y me susurró - Me encanta cuando te pones asi de vergonzosilla, guapa - Depositando un beso en mi cabeza, vuelve a susurrarme - Buenas noches, pequeña.

Oigo sus pasos alejarse de mi y como la puerta se abría para enseguida cerrarse. Un suspiro que parecia eterno salió de mi boca y pasé mi nueva camisa por mi cabeza y me la puse. Me quedaba perfecta, como un camisón pero mas corto. Tras ponérmela, me tiré en la cama, abrazando involuntariamente la almohada en la que se habia apoyado minutos antes, dejando que su olor entrara en mi. No se que rara sensación tenia, era algo... raro.

Al rato, conseguí dormirme.

El viaje de LaurenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora