[Monstruo] Mark Hoffman

I

En la oscura habitacion una sombra se pasea de un lado a otro, es un hombre con capucha, disfrutando del espetaculo.
Su invento dio frutos, torturando a la persona que le arrebató a su unico ser amado, a su unica familia. Un péndulo baja lentamente partiendo en dos al hombre.
El dia que su hermana le fue quitada de su vida, ese dia, ese momento, un hombre murió y nació, algo, un monstruo.
El nunca volvería a ser el mismo.
Despues de convertirse en un nuevo sucesor de jigsaw, nada le importaba.
Hasta que ella lo salvo.

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[Tiempo actual]

-¿Que tienes para mi?- Hoffman fue directo al grano con su maestro, entrando en su guarida humeda. John le ofrecio sentarse junto a el, pero el permanecio firme mirandolo esperando que su pregunta fuera respondida.
-Bueno- john puso en la mesa fotos, personas comunes y corrientes, Hoffman no dio importancia a esto, sin embargo su rostro paso de serio a palido y nervioso cuando vio la siguiente foto: se trataba de una chica la cual reconocería con tal solo ver su largo pelo azabache. Era ella. Era ella.

-Esa no- Hoffman señalo la foto de la joven.

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[8 meses antes]

Un Mark hoffman algo pasado de copas, luego de un largo día sin descanso trabajando, preparando las trampas con John se paseaba en su auto, queria darse un respiro.
Afuera llovia, el ruido de la lluvia chocando con el metal de su auto era melancolico.
Pasando por las calles desiertas de esa ciudad paro su marcha y dio un largo suspiro.

Mantuvo su postura mirando a la nada, en trance pensando en todos los sucesos que le habian ocurrido en tan poco tiempo, la muerte de su hermana era el colmo para el.

Unos pasos lo sacaron de sus pensamientos, una muchacha caminaba bajo la lluvia, a penumbras por lo poco que iluminaba los faroles en esa calle pudo verla mejor, vestido blanco al igual que sus sandalias, tenia su cabello mojado por la lluvia al igual que toda su ropa, pero a la chica no parecia importarle y a el tampoco.

Ahora la mojada chica ocupaba sus pensamientos.

Todo parecia andar bien, Hoffman no dejaba de observarla, como si de una pintura se tratara, estaba maravillado con esa extraña.
Ella quedo sentada en la parada del autobus, tal vez esperaba que la lluvia cesara, tal vez esperaba a alguien. ¿Quien sabe?

La lluvia paso a ser chispas nada mas y la pelinegra se levanto de la banca algo apresurada. Hoffman volvio a la realidad, solo fue un momento nada mas.
Se dispuso a encender su auto, y volver a hundirse en su tristeza de nuevo, probablemente a beber otra vez, hasta perder la memoria, y tal vez olvidar a esa muchacha.

Pero nuevamente fue sacado de sus oscuros pensamientos, cuando un grito de ayuda lo hizo volver la mirada a la chica, la cual estaba siendo victima de un posible abuso o robo.
El detective no lo dudo, salio del auto y a apunta de pistola, 3 disparos al hombre encapuchado y este cayo en seco como si de un fiambre se tratara.
La chica estaba contra la pared mojada en shock mirando a su salvador. Este vio como la joven tenia un gas pimienta, el cual, no uso. estaba entrando en un ataque de panico. Hoffman no supo encontrar una respuesta a sus acciones. ¿Por que salvaria a una completa extraña? Cuando el pasaba matando extraños. Hoffman aun con el frio y mojado metal de su arma, quedo parado observando mas detenidamente a la joven, esta vez hizo una mueca riendose para si mismo, ella no dejaba de temblar.