"¿Porqué no?" Rosie cuestiona.
"Porque ya tenemos uno, cariño" Louis razona con su pequeña por décima vez en el día, la niña nunca se cansa de hablar y él tampoco, es un hablador nato, sus conversaciones con Rosie son las mejores, ella lanza una y otra granada de preguntas y Louis, sinceramente, siente que es un genio cuando le explica cosas a su hija.
"Quiero otro gatito, por favor" pide ella.
Tiene esos ojitos redondos y brillantes, si fuera por él, hubiera adoptado mil y un gatitos más para ella, pero Harry también estaría encantado con la idea y el hecho de que los tres estén de acuerdo con algo es una mala señal.
"¿Y que hay de Mayonesa? Creí que eran mejores amigos"
Bueno, que clase de pregunta es esa, claro que Rosie adora a Mayonesa, desde que lo adoptaron no ha dejado al pobre gato tranquilo. Louis debe admitir que es un amiguito adorable y esponjoso. Es el compañero de juegos perfecto para su hija y a pesar de ser un gato adulto, Harry dice que parece un cachorro cuando Rosie lo disfraza, eso sí que es gracioso.
"Lo somos" dice Rosie con gesto neutro.
"¿Y porqué quieres otro? Mayonesa se sentirá reemplazado" Louis trata de desviar la conversación, en serio, tratando de convencerse de que no necesitan otro gato.
"Uh... no quiero que Mayonesa esté triste"
"Entonces déjalo ser el único gato en casa, corazón"
"Esta bien, si" no pasa mucho tiempo para que Rosie haga su siguiente pregunta "Papá ¿Cuando terminará la escuela?"
"Te refieres a... ¿este año o cuando seas grande?"
"Ahora, papá"
"Tendrás vacaciones en dos semanas"
"¿Falta mucho tiempo?"
"No lo sé, tu dime ¿cuántos días tiene la semana?" se detienen en un semáforo y esperan a que cambie.
"¡Así!" dice Rosie enseñándole sus deditos.
"Ah ah, números reales, cariño" corrige Louis.
"Se... Cin... ¡Siete!" grita la niña contando los dedos de sus manos.
"Bien ¿Y el doble de siete?"
"¡Siete mil!" Louis la toma de la mano y continúan su camino, cruzando la pista y esquivando dos o tres peatones que van en dirección contraria.
"Catorce días, pequeña"
"Catorce días..." para Rosie ningún número es significativamente grande si antes no tiene un 'veinti-algo', así que la respuesta de Louis parece suficiente.
"E iremos a la playa ¿Lo recuerdas?" Louis sonríe, Rosie no ha conocido el mar aún, lo ha visto en fotos y en televisión pero no ha sentido arena en sus pies, es decir, arena real, no la basura del patio de su escuela.
Louis y Harry quieren capturar la reacción exacta de Rosie cuando conozca el mar y estas vacaciones están planeadas hasta el último detalle.
"¡Ohhhh, si! Y veremos pingüinos"
"No hay pingüinos a dónde vamos, Rosie-osie"
"¿Porqué?"
"Porque viven en un lugar distinto" explica Louis. Caminan en silencio por una cuadra y media más, Rosie esquiva las líneas en la acera y Louis intenta hacer lo mismo, sin éxito, pies grandes.
"¿Falta mucho?" la pequeña pregunta casi colgando de su agarre a la mano de Louis.
"Ya casi llegamos"