Con trabajo, Rosie recuerda que debe cepillar sus dientes tres veces al día, o que debe agradecer por la comida cada vez que se levanta de la mesa, o de recoger sus juguetes cuando los usa. Pero el día de su cumpleaños está marcado, resaltado con brillos y pegatinas en el calendario de la cocina. Ese no se lo perderá.
No hace falta mucho para hacer un sábado mas perfecto, solo Rosie y Harry sentados en la alfombra, una señorita hace un saludo al sol en la televisión, ambos copian sus movimientos lentos y Rosie mejora en sus habilidades para el yoga.
Ambos en urdhva dhanurasana cuando Louis aparece.
"¿No quieren ayudar a papá a terminar la cena?" Louis observa a Rosie mantener su posición en forma de araña "¿No?"
"Nos echaste de la cocina..." Harry dice completamente relajado, gozando las maravillas que el yoga hace con su columna.
"Me retracto" Louis admite.
"Vamos a molestar ¿Qué dices?" Harry dice con gracia.
"Sip" a Rosie le falta un poco el aire cuando responde.
Harry baja lentamente y se reincorpora en un cruce de piernas, Rosie lo observa atenta y trata de repetir lo que él acaba de hacer con la misma paciencia, ambos juntan sus palmas e inclinan sus cuerpos para finalizar con un "namaste", Louis suelta una sonrisa, su esposo e hija lo siguen a la cocina.
"¿Necesitas ayuda con las verduras amor?" Harry comenta divertido, un triste pedazo de zanahoria en la tabla de picar y el cuchillo rendido a un lado en señal de derrota. Louis es muy gruñón cuando cocina, usualmente lo hace bien, pero sus cortes son lentos y no son tan precisos, eso lo enfurece. Harry lo hace parecer tan fácil, él pasa de una cosa a otra en cuestión de segundos y le sorprende que hasta ahora no se haya cercenado un dedo.
"No te burles" Louis lo apunta con un dedo.
"No lo hago, ven" Harry lo toma por su mano acusadora levantada y lo acerca, su cuerpo cubriendo la espalda de Louis, toma sus manos en las suyas y las maneja a su gusto "Solo corta" manipula las manos de Louis y corta ágilmente "Así ¿Ves? Rebanadas iguales"
"¿Así?" Louis corta, la reacción de Rosie es inmediata, su risilla tonta resonando adorablemente en el silencio de la cocina cuando Louis corta una tajada desprolija de zanahoria "Entonces no"
Rosie toma el pedazo de zanahoria mal cortada y muerde el excedente para igualarlo con las demás rebanadas "Listo"
"¿No eres una genio mi vida?" Louis acaricia el cabello de Rosie y ella se distrae con sus juguetes en el suelo.
"¿Los chicos te hablaron?" Harry le pregunta a Louis.
"Si, estarán aquí en media hora con... ya sabes qué" el tono sugerente de Louis hace a Harry soplar una sonrisa, tan encantador y discreto cuando trata de guardar un secreto para su hija... a quien por cierto no le importa absolutamente nada más que jugar con sus carritos de juguete.
"¿Es el que acordamos?"
"Ajá" Louis rebana con cuidado mas zanahorias "El de frutas" declara sonriente.
Harry detiene todo lo que hace y levanta la vista a Louis, luce completamente relajado, haciendo lo que sea que haga con las pobres zanahorias, cómo se atreve "No..." suspira.
Louis tiene los ojos abiertos de par en par, tenia una tarea, UNA sola.
"Trae el teléfono de papá ¿Si cariño?" Louis le indica a Rosie.
La niña se levanta lentamente con sus carritos en ambas manos, que ahora se convirtieron en naves espaciales, sale de la cocina en busca del teléfono de papá emitiendo un tierno siseo simulando volar hasta la sala.