Tener una hija es un sube y baja de emociones.
Cuando no está de curiosa con cualquier cosa que hagan sus papás, está en silencio en algún lado del departamento haciendo alguna fechoría, están acostumbrados, por eso las paredes ahora son lavables.
Pero la parte más singular es responder a las dudas de Rosie, ella es una niña aún y aunque sea muy lista, comprender como funcionan las cosas de los adultos es complicado.
Entonces cuando la frase más común sale de su boca, durante la cena...
"Tengo una pregunta"
... Louis y Harry no lo saben, pero talvez no están preparados para lo siguiente.
"Claro princesa" Harry deja de lado sus verduras para prestarle atención a su hija.
"¿Y bueno?" Louis junta sus manos en la mesa, dispuesto a lo que sea que venga.
"¿Quién... Quién es mamá?"
Una pausa que parece eterna y un tenedor cayendo abruptamente contra el plato hacen que Louis empiece a balbucear.
"Bueno... Rosie, uhm... nosotros... Tú..." y talvez Louis no tenga una respuesta para todo.
"¿Pasó algo en la escuela?" Harry nota el nerviosismo de Louis y acaricia su muslo tembloroso por debajo de la mesa.
"Yo hice esto" Rosie se levanta de la mesa y sale rápidamente de la cocina dejando a Harry y Louis con expresiones indescifrables. La pequeña vuelve al instante, lleva su cuadernillo anillado con estampado de flores.
Lo abre encima de la mesa. Ambos han visto ese cuaderno tantas veces, nunca se cansan de verlo, dibujo tras dibujo, mancha tras mancha. Las páginas de las vocales aparecen casi a la mitad, Rosie está muy decidida en encontrar la página que busca.
"Esto..." Muestra una hoja muy colorida, en el medio una foto de ellos dos y lleva como título "Mis Padres", cinta adhesiva asegurando las esquinas de la fotografía, y crayones trazando 'papá' y 'papi' al costado de cada uno.
"Volveré a decirlo, es muy precioso bebé... y no porque yo esté ahí" Louis pasa sus dedos por la página llena de pegatinas.
"¿Es por esto que quieres saber de tu... Tu mamá?" Harry mira al rostro de Rosie, nota sus dudas. Su pequeña tiene una lucha consigo misma y no sabe cuál es el siguiente paso, le encantaría saberlo, cuando daría por saberlo.
"Oh ¡Oh! ¿Tengo mamá?" pregunta Rosie muy entusiasmada.
"Bueno... Verás, sabes que papá y yo nos queremos mucho mucho ¿Verdad?"
"Si, con besitos y todo" dice ella como si fuera lo más lógico.
"Es cierto" responde Louis con una risilla.
"Y nosotros te amamos, incluso antes de que existieras ya te amábamos tanto" Harry continua explicando.
Rosie abre los ojos, completamente sorprendida "¿Yo no existía?"
"Olvida eso corazón... lo que quiero decir es... Uhm" Harry balbucea.
"Lo que papi intenta decir es que... Si, existe una mujer..." Louis mira a Harry, él asiente como indicación para que continúe "Ella estaba... ¡Como tu tía Gemma! ¿Recuerdas?"
"¿Embalsada?" Rosie deduce.
"Embarazada, Rosie" Harry corrige dulcemente, acaricia la mejilla de la pequeña y ella responde con una sonrisa.
"Tu tía tiene un bebé ahí, te explicamos eso" Louis espera que si lo recuerde.
"Sip" Rosie responde.
"Tu también estuviste dentro de la pancita de alguien, pero ella es tan buena que nos regaló a su bebé... ¡Dios mio! ¿Qué clase de historia bíblica es esta? ¿Qué le estoy diciendo a la niña?" Louis mira a Harry con horror y se cubre el rostro con las manos.
Harry inhala y exhala. Cuando la luz natural ya es escasa y su pequeña familia está completamente callada, él solo dice "No tienes una madre, Rosie"
"Pero está bien" Louis toma la mano de Rosie y la apreta ligeramente "Queremos que sepas que papi y yo te amamos mucho, eres nuestra bebé y nada va a cambiar eso. Nuestra familia es diferente, y eso no está mal" Rosie sonríe tiernamente, Harry toma su otra manita y los ojos de la pequeña tienen un leve brillo especial "Sabemos que tienes muchas dudas, lo siento tanto porque no puedo explicarte estas cosas, pero cuando seas mayor, entenderás mejor y... Y..."
"Y estaremos ahí... nunca te haremos falta"
Harry no sabe cuándo ni como, su Rosie ha crecido tanto y tiene una sed insaciable de conocimiento, ella quiere saberlo todo y él quiere darle el mundo entero... Pero no puede. Mientras tanto le dará un beso y unas cuantas cosquillas en la barriguita, le dirá que su comida se enfriará si no la come de inmediato y al acostarla esa noche le dirán otra vez cuánto la aman y adoran.