𝙀𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙚𝙙𝙞𝙛𝙞𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙚𝙣𝙛𝙧𝙚𝙣𝙩𝙚 ──★ ˙ ̟

❍ ──── ❛❛「 𝟶𝟶𝟾 」 ❜❜ ──── ❍

Sonrisas adornaban sus rostros, yendo con rapidez por las oscuras calles de su ciudad, a esas horas todo se encontraba desolado, casi sin vehículos, sin personas, un perfecto escenario para aquellos dos jóvenes que se encontraban corriendo por aquel lugar, uno yendo rápidamente en su skate, compitiendo contra el alto chico que lo seguía, ambos reían, algo ebrios.

"ᴍʏ ᴋɪɴᴅ ᴏꜰ ᴡᴏᴍᴀɴ - ᴍᴀᴄ ᴅᴇᴍᴀʀᴄᴏ" esa canción era reproducida en los airpods de Rodrigo, quien solo llevaba uno, puesto que Iván llevaba el otro, ambos chicos habían descubierto tanto uno del otro en aquella corta tarde, sus parecidos gustos por la música, a ambos les atraía el skateboard, ambos compartían el gusto por la literatura, el arte abstracto, las gomitas de ositos y caramelos, el café caliente en días de otoño e invierno, los gatos, el helado de frutilla, las salidas ocasionales a parques de grandes árboles y linda vegetación.

Eran perfectos, pero lo serían más si estuvieran juntos, dos chicos, uno para el otro, ambos con el mismo deseo romántico, era increíble como se habían enamorado en una sola tarde.

Ni el uno ni el otro, se dieron cuenta de cuando llegaron al edificio de Rodrigo, pasando rápidamente por la recepción, Rodrigo sabía que tendría un montón de mensajes en la mañana siguiente.

Subieron con impaciencia las oscuras escaleras hasta llegar al piso de Rodri, ni él ni Iván sabían por que estaban yendo hacia allí solo sabían que lo estaban haciendo, ambos se detuvieron en la puerta del departamento, Rodrigo buscó con desespero las llaves de su domicilio, con Iván tomándole de la cintura y apegando su espalda a su propio torso, sentía su respiración sobre la suave piel de su nuca, cosa que le puso los pelos de punta e hizo que no pudiera encontrar la cerradura en la que la llave debía de entrar, cuando al fin logró abrir esta, Iván ya se encontraba repartiendo besos por su cuello, besando y lamiendo con cariño y suavidad, distrayendo a Rodrigo, quien al no saber que hacer solo dejó a Iván hacerlo que quisiera.

El mismo lo condujo dentro de su departamento, volteándole hacia sí con experiencia, quedando cara a cara con Rodri. ―Eres extremadamente lindo,..― Dijo, para tomarle del mentón y acercarle, rozando sus labios, en un juego cariñoso, para posteriormente unirlos en un cálido beso, que no pasó de suaves toques los unos sobre los otros, Iván aún no quería llegar a "eso".

Iván bajó su mano izquierda por todo el torso de Rodri, hasta llegar a su cadera y se quedó allí, haciendo semicírculos con su dedo pulgar por sobre la camiseta del menor, justo en el hueso de su cadera, "Eres tan delgado,.. podrías romperte en cualquier momento" pensó Iván, comenzando a avanzar, haciendo retroceder a Rodri, este mismo se separó del beso, con su pecho subiendo y bajando aceleradamente, sus suaves mejillas de terciopelo pintadas de un tono carmín, su vista apartada hacia alguna de las paredes del lugar, en un movimiento rápido el mismo tapo su boca con su mano.

―¿Qué sucede?, ¿Estoy yendo muy rápido, pequeño? ¿Quieres que paremos aquí?.

―¿Hasta que,..― Rodri dejó escapar un largo y sonoro suspiro, dejando un silencio total en aquel corredor, con lentitud, su vista se poso en los suaves ojos de Iván.― punto piensas llegar conmigo?...

―Hasta donde tu me lo permitas. ― Contestó Iván, acariciando las suaves mejillas del menor.

―. . . ―Rodrigo se quedó callado sin saber qué decir o hacer, su vista volteo hacia el espejo a su costado, reflejando la posición en la que estaban, los lindos ojos de Iván posado en los suyos pero no cruzaban miradas, una de sus mano aun en su mejilla mientras que la otra se encontraba en su cintura.

―¿Quieres que me detenga?, lo haré, está bien, no hay problema, podemos ver una película o...― Rodri no lo dejo terminar pues este le había tirado del cuello hacia abajo, para poder besarlo y otra vez sus labios se unían en una suave danza de cariñosos roses.