𝙀𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙚𝙙𝙞𝙛𝙞𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙚𝙣𝙛𝙧𝙚𝙣𝙩𝙚 ──★ ˙ ̟

❍ ──── ❛❛「 𝟶𝟷𝟹」 ❜❜ ────❍

" I Bet no Losing Dogs – Mitski"

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Un escalofrío recorrió su cuerpo por completo, el dolor punzante se hizo presente al poco tiempo de estar consciente, sus orbes olivo fueron abriéndose paso entre la luz tenue del techo cegándolo un momento, inhaló profundo tomándose su tiempo para recordar lo sucedido y donde se hallaba, su cabeza dolía como el infierno, todo su cuerpo lo hacía.

Se sentía dopado en analgésicos y gracias a eso su mente se encontraba en blanco, encontrándose perdido entre pensamientos confusos y alterados, el tacto fue el primer sentido en volver cuando percibió algo removerse en sus piernas y exhalar con cansancio, con dificultad sus ojos se desplazaron hasta el causante.

Iván yacía dormido en sus piernas, su cabeza recostada mientras su cuerpo se mantenía encorvado sobre una silla, le observó un segundo y el cálido sentimiento inundó su pecho una vez más, tal cuál como hace unas semanas quiso quedarse allí, cayendo dormido otra vez dejándose llevar por el sentimiento de esperan que emanaba, pero no duró mucho estando contento, los recuerdos de esa noche atormentaron su mente una vez más, ahora entendía el dolor de su cuerpo y las agujas en su brazo, intentó sentarse pero una punzaba llegó a su entrepierna apenas logró moverse dejando salir de sus labios un gemido adolorido, lloriqueo un poco tratando de respirar con normalidad pero era imposible, su mente repetía la sensación de las manos de aquel hombre rozando su cuerpo, un hormigueo se instaló en toda zona tocada provocando el asco que el pequeño Rodri, los pensamientos eran fuertes y comenzaban a ganarle, la imagen se repetía, los ruidos, las palabras denigrantes, quiso vomitar pero su cuerpo no se lo permitiría, su respiración agitada mientras el corazón le palpitaba de forma frenética, era miedo, se sintió pequeño un momento cayendo a un vacío sin fondo.

Todo se detuvo de forma abrupta.

— ¿Rod? — La soñolienta voz de Iván lo sacó de aquel dolor sobresaltado lo, pudo sentir la rapidez con la que el mayor se despertaba por completo, el suave tacto del chico se instaló sobre su mano, la calidez de su toque lo hizo sentir un poco mejor aún que los pensamientos seguían allí, no importaba sabía que estaba seguro junto a Iván.

— ¿Como te sientes? — Dijo el alto chico su mirada reflejaba preocupación y cansancio, parecía haber estado durmiendo mal durante días, debajo de sus ojos bolsas pequeñas de tonos morados y verdes suaves, su piel más pálida de lo normal, eres preocupante.

— Adolorido — Respondió Rodri tratando de sonreír para no demostrar su deplorable estado, en calma ambas manos se entrelazaron dando amor entre su tacto, Rodri se sentía más tranquilo ahora.

— Oh entiendo, llamaré a la enfermera y le diré que despertaste —Y sin esperar una respuesta Iván dio un par palmadas en la cama con un toba le nerviosismo mientras se levantó dispuesto a salir de la habitación, el silencio reinó pero no por demasiado ya casi fuera una suave y débil voz lo detuvo.

— Iván... — Su nombre salió casi como una súplica de los dolidos labios de Rodri.

— ¿Si? — Contestó.

— Que... no — susurro bajito sin ser perceptible — ¿Donde está Tomás? — Las primeras palabras quedaron volando en el aire al igual que palomas blancas en el cielo, extrañado Iván no sabía que responder.

— Creo que se fue hoy en la mañana, estuvo todos estos días cuidándote junto conmigo. — Sus miradas se entrelazaron dejando dudas por ambas partes, Iván no sabía nada del chico desde la madrugada anterior cuando terminó durmiendo en unos asientos desechos dentro del hospital.