Capítulo 14: Sin palabras

2K 94 69
                                    

Salí de mi habitación corriendo, Angie aún estaba en la línea y yo ya me encontraba a la mitad de las escaleras mientras ella seguía hablándome. Mamá pasaba cerca de la puerta, así que mientras corría le grité que me dirigía

al hospital, no le expliqué por qué, tomé mi chaqueta del perchero que siempre está a un lado de la salida y abandoné mi casa. Eran alrededor de las 11:30 pm, por lo cual no había transporte público, ni siquiera pensé en dónde podría conseguir un taxi o algo por el estilo, decidí correr los aproximadamente tres kilómetros a los que se encontraba la clínica de mi casa, crucé parques, senderos y algunas calles sin fijarme en los autos que pasaban sobre ellas, y aunque eran pocos por la hora en la que me encontraba, aún no desaparecían del todo. En medio del sonido de los autos que hacían sonar su claxon por cruzar frente a ellos mientras estaban en movimiento, comenzaba a cansarme, pero no estaba dispuesto a detenerme sólo porque me estaba cansando, así que tomé fuerzas y no perdí la motivación, tenía que llegar y encontrar a Ross con vida, ahora sin riesgo, sano y salvo.

Después de unos diez minutos de intenso esfuerzo físico llegué a la recepción del hospital, di la vuelta por el pasillo que se encontraba a la derecha y lo recorrí rápidamente hasta que me encontré con la sala de espera que correspondía a el dormitorio de Ross, me pareció extraño no ver a ninguno de los familiares de Ross, ni siquiera a Angie, ya que ella fue quién me avisó que Ross había salido del coma. No le di mayor importancia así que me dirigí corriendo a la habitación de Ross. Crucé la puerta rápidamente y me detuve bruscamente al ver la cama del cuarto vacía. En un principio pensé que me había equivocado de habitación, pero corroboré y estaba en la correcta, la angustia comenzó a apoderarse de mí, salí apresuradamente de ahí y fui directamente a la recepción del hospital, aparté de mi camino a algunas personas con empujones para llegar lo más rápido posible con la recepcionista. Cuando al fin me encuentro frente a la secretaria de cabello pelirrojo le pregunto donde está Lynch Ross, me atiende amablemente y con una sonrisa, revisa algunos papeles y me indica que Ross fue trasladado a el ala "B" del hospital, en la habitación 503, le doy las gracias a la guapa recepcionista y me retiro tranquilamente,

camino por los largos pasillos de la clínica lentamente debido a que jamás me había dispuesto a ir a el ala "B" de ésta, por lo que me fui guiando por los pequeños letreros que se encontraban pegados en la pared o colgados del techo, después de un rato llego a una nueva sala de espera, donde encuentro a Angie y a los hermanos de Ross.

-¿Cómo está? -Pregunté alarmado.

-Ya salió del coma -Responde Rydel- pero aún no despierta.

-Ok... Bueno pues tendremos que esperar otro poco -Añadí.

Justo cuando me disponía a sentarme, Riker se levantó de su asiento y se dirigió hacía mí, me tomó por el hombro y me abrazó, e inmediatamente se echó a llorar.

-Tranquilo -Le dije.

-Lo siento, lo siento -Me contestó llorando.

-No te preocupes, ya pasó.

Se apartó de mí y secó sus lágrimas, le pregunté si todo estaba bien entre nosotros y me respondió que sí, y una vez más se disculpó.

Después de unos 15 minutos un doctor salió de la habitación correspondiente a Ross. Todos nos levantamos de golpe, así que el médico se dirigió hasta nosotros. Rocky se encargó de preguntar por el estado de su hermano, a lo que el hombre de vestimenta blanca respondió que Ross ya estaba fuera de peligro, pero que necesitaba un estímulo, algo que lo pudiera hacer despertar más rápido. De inmediato, todas las miradas estaban puestas sobre mí. Unánimemente decidieron que yo entrara a tratar de reanimar a Ross hablándole un poco. Miré al doctor con duda y el nos explicó que Ross podía escuchar todo lo que pasaba a su alrededor, por lo que si escuchaba mi voz, era posible que despertara.

Entré a su habitación lentamente, caminé alrededor de su cama y me senté en el costado derecho de ésta. Tomé su mano con cierto nerviosismo y cuidado.

-Ross, Ross ¿me escuchas? No estoy seguro de que lo hagas... pero quiero que sepas, que pase lo que pase siempre voy a estar aquí para ti, a tu lado, no importa el tiempo que tenga que esperar o las horas que tenga que pasar aquí sentado hablándote para que al fin despiertes, puedes estar seguro de que no te dejaré solo en esto, vamos a salir adelante juntos, le pese a quién le pese ¿Me oíste?

No noté ningún cambio, Ross seguía ahí recostado, con el respirador en su nariz, guardé silencio unos segundos y nada, por la ventana Ryland y el resto de sus hermanos miraban esperanzados todo lo que ocurría ahí dentro, los miré decepcionado y moví la cabeza en señal de que no ocurría nada. Rydel no resistió más y se alejó del vidrio para llorar apartada, Ellington es quien la sigue para tratar de consolarla y animarla un poco.

El silencio dentro de la habitación es insoportable, lo único que se escucha es el "Bip" del monitor que muestra el ritmo cardiaco de Ross. Continúo hablándole un poco a Ross pero aún no obtengo respuesta, recargo la frente en la orilla de la cama de Ross, aún tomo su mano, algunas lágrimas comienzan a brotarme pero intento reprimirlo para que nadie se alarme, cuando estaba dispuesto a irme, me levanté de mi asiento y caminé hacia la puerta, o eso intenté, al dar mi primer paso debía soltar la mano de Ross, lo hice, pero me detuve, o más bien me detuvieron, sentí una ligera presión en mi mano, por lo que me di la media vuelta y noté que Ross estaba apretando mi mano, por un momento pensé que lo había imaginado, pero es un segundo apretón el que confirma que Ross estaba despertando.

-Ross, Ross escúchame, tienes que despertar, intenta despertar -Le dije mientras tomaba su rostro- tienes que estar aquí, inténtalo, lucha un poco, ¡Tienes que volver conmigo! Vamos tienes que...

-Austin...

Despertó, Ross despertó, susurró mi nombre y lentamente fue abriendo los ojos. Me emocioné por completo, comencé a llamar a los doctores, entraron a la habitación pero no hicieron nada, me indicaron que ya estaba despertando así que solo tenía que ser paciente. Una vez más Ross mencionó mi nombre y abrió por completo los ojos. Llamé a Riker y a todos los demás y entraron a la habitación. Ross intentó enderezarse con mucho esfuerzo pero no lo logró, así que le dije que se quedara recostado y quieto.

-Austin, ¿Qué ocurrió? -Preguntó

-Eso no importa, lo importante es que ya estás bien, en poco tiempo estarás mejor y podrás volver conmigo a casa -le dije tomando su mano y besándola, pero él me mira extrañado, así que sólo aparta su mano lentamente y la esconde entre las sábanas.

Pasamos un rato conversando, e incluso le dije a la enfermera que yo le daría de cenar a Ross, sus hermanos fueron a avisar a sus padres que éste ya había despertado, cuando al fin nos quedamos solos le di con mucho cuidado el caldo de pollo que le habían dado en el hospital, intenté tomar su mano de nuevo pero el la apartó otra vez.

-Déjame tonto -Dijo en tono de broma.

-¿Por qué? -Le dije con una risita- ¿No quieres que haga esto?.

Me enderecé un poco para acercarme a su boca y darle un beso, pero él se apartó y su expresión cambió por completo. Intenté hacerlo de nuevo y se volvió a apartar.

-¡Hey! ¿Qué te pasa? -Exclamó confundido.

-¿Qué te pasa a ti? ¿por qué no quieres besarme?

-¿Como que por qué estúpido? Eres mi mejor amigo y además... Los dos somos hombres, ¿lo habías pensado?

Fue entonces cuando todo se vino abajo, mi corazón prácticamente se rompió, justo cuando creí que todo se había solucionado y había vuelto a la normalidad pasa esto, fue como si estuviera en la punta de la montaña rusa y repentinamente callera hasta el suelo.

Esto es aún más devastador que todo lo que nos había venido pasando.

Ross perdió la memoria.











Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Apr 22, 2015 ⏰

Idagdag ang kuwentong ito sa iyong Library para ma-notify tungkol sa mga bagong parte!

No sólo soy tu fanTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon