Rubegetta Month by Bee

Día 14 - Viaje en el tiempo

"Esperar con Ansias"

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¿Quién era ese?

Su Samuel había desaparecido.
No estaba a su lado.

Lo estaba hace solo unos segundos, pero se había esfumado como si fuera "magia".

Nadie se encontraba a su lado, pero frente a él había alguien muy parecido a su mejor amigo, solo que este no tenía el uniforme de su escuela, y tampoco lo miraba con esos ojos de molestia fingida ante sus palabras.

Es más, lo miraba con cariño y calidez.

- ¿Quién eres? –

- Tu sabes quién soy –

¿Lo sabía?

Pues, si, pero no podía ser cierto, ¿verdad?

Aquel hombre rondaba los 30 años aproximadamente, podía ser más, pero definitivamente no menos, su cabello estaba peinado y lucía una barba perfectamente recortada mientras que vestía un tanto formal.

Una camisa arremangada hasta sus codos, pantalones de vestir y los dos primeros botones desabrochados.

También se veía más ancho de lo normal, sus brazos eran definitivamente más grandes y se veía bastante trabajado para ser el Samuel que este conocía.

- ¿Eres Sam?, pero... ¿Cómo? – preguntó

- La verdad, no lo sé macho –

Era el futuro Sam.

Un Samuel De Luque mucho más maduro y crecido.

Verlo le emocionó por alguna razón, pero su cabeza le obligaba a mantenerse alejado, no estaba seguro de que era todo aquello, pero no podía dejarse fiar por las apariencias.

Se acercó despacio, tanteando él terreno por donde se movía mientras lo miraba con detenimiento, dudando un poco sobre si podía ser alguien muy parecido a Sam que se quisiera aprovechar de su guardia baja.

- ¿Cómo sé que eres tú? –

- ¿Sigues guardando tus mangas prohibidos debajo de la cama? –

- ¡SOLO FUE UNA VEZ! –

Está bien, aquello solo lo sabía una persona en la vida, y ese era Sam.

El verdadero Samuel.

La sonrisa en los labios de Rubén no se hizo esperar y su cuerpo se movió solo para así recortar la distancia que los separaba y abrazar al otro hombre frente a él.

- Vaya, esto es muy extraño – dijo Rubén sin alejarse del hombre.

- Y que lo digas, verte así nuevamente me trae muchísimos recuerdos –

La sonrisa del castaño no dejaba su rostro.

Había tanto que quería preguntar, tanto que quería saber sobre sus futuros.

¿Seguirían juntos?
¿Seguirían siendo amigos?

Un pequeño rayo de esperanza cruzaba su mirada de a poco, ¿había una minúscula posibilidad de que estuvieran juntos como algo más que amigos?