Día 28 - Tatuaje // #6

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"It's Okay" // All My Love #6

Esta es la última parte de la serie de "All My Love" del month, por lo que tienen correlación con los días 12 (1), 18 (5), 20 (3), 21 (2), 23 (4). 

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- ¿Estás seguro de esto? – preguntó el azabache.

- Ya lo hice Samuel, no es como que lo pueda cambiar de alguna manera

- Pero es algo para toda la vida Rubén

- Ya tengo suficientes tatuajes como para saber que son para toda la vida Sam, no es necesario que me lo recalques, ya lo sé

Rubén estaba seguro.
Más que seguro, a decir verdad.

Hacía tiempo que había dejado atrás todas las inseguridades que tenía al respecto de su relación con Samuel.

- Pero esto es diferente Rubén

Lo era en cierto punto, en eso el otro tenía razón.

Cuando Samuel llegó con aquel tatuaje en su piel un día el castaño no pudo hacer nada más que pensar en ello durante el resto de la tarde.

"It's Okay"

Esta bien.
Esas simples palabras no hicieron más que hacer eco en su mente.

Era un recordatorio, de que a veces estaba bien ser como era, de que de a poco estaba logrando cosas maravillosas gracias a las personas que lo rodeaban.

De que al final todo estaría bien si él podía estar bien.
Pero no era así.

No estaba bien que se sintiera tan presionado a estar bien, a que todo recaía sobre sus hombros nuevamente.

La relación era de ambos.

- ¿En qué sentido es diferente?

Samuel no supo responder ante tal pregunta.

¿Qué era algo suyo? ¿Era su problema? ¿Qué él podía con esto el solo?

Es un recordatorio, para sí mismo, pero...

- No estás solo en esto, jamás lo has estado, y esta es mi manera de recordártelo a ti

Sus palabras le hicieron sentir una calidez que solo Rubén podía causar en él.

No estaba solo.

No necesitaba recordarse a sí mismo que él podía hacerlo porque tenía a alguien a su lado que estaba totalmente seguro de que él podía, y que estaría ahí para asegurarse de que así fuera.

Aquel mismo hombre al cual había lastimado tiempo atrás, terminando aquella relación por su falta de compromiso, por sus miedos e inseguridades.

Ese mismo hombre quien le otorgó una nueva oportunidad, que le ayudó no solo acompañándolo en su camino de sanación, sino que también lo apoyó en todo lo que este conllevaba.

Aquel hombre que se había robado su corazón y que ahora lo tenía en sus manos, cuidándolo y mimándolo con todo el amor que este le podía dar.

Habían pasado dos años desde que se habían reencontrado en aquel lugar donde las flores de cerezo fueron testigos de su compromiso en secreto, aquel en el que se prometían esperar, sanar y mejorar.

Dos años en los que Rubén estuvo a su lado, recordándole que no estaba solo, que estaban juntos en esto desde ahora, que podían hablar, que era necesario y que las cosas se solucionaban como la pareja que eran.

Juntos.

Estaba bien, ese era su recordatorio de que no importaba que pasara, que él podía y que estaba bien cometer errores, que estaba bien no ser perfecto, que los altos y bajos siempre estaban ahí y que estaba bien que eso ocurriera.

Era su recordatorio de que si se podía.

Y este era el recordatorio de Rubén de que estaba bien sentirse solo, de que estaban juntos sin importar el que, que podían hablar, arreglar las cosas, de que le permitiera estar ahí para el en los momentos difíciles, que estaba bien que las cosas no ocurrieran como él no las tenía pensadas.

Que estaban juntos y que si se podía.

- Eres un dolor en el culo

- ¿De qué tipo? – dijo Rubén en tono sugerente.

Estaba bien compartir el peso de sus problemas, que no era una carga para el otro.

- Que tonto eres chaval – dijo Samuel entre risitas.

- A veces, pero al menos somos tontos juntos

Eso era cierto.

Le encantaba hacer locuras con Rubén, sentirlo a su lado en las mañanas, que fuera lo último que veía antes de dormir, que estuviera en sus sesiones, que lo acompañara, que lo apoyara en aquel camino que poco a poco se hacía mucho más fácil gracias a toda la ayuda recibida.

Estaba bien sentirse bien.
Estaba bien amar
Estaba bien sentirse amado

Samuel abrazó al castaño frente a él, con una sonrisa en sus labios y los ojos cerrados, sintiendo el calor del otro quien correspondía aquel abrazo de la manera más sincera que se podía, diciéndole tanto con tan poco.

Miró aquellos ojos verdes que tanto le gustaban mientras estos se hacían pequeñitos por la gran sonrisa que el otro le brindaba.

- Te amo Rubén – dijo Samuel con una sonrisa igual de grande en sus labios.

La sorpresa se hizo presente en el rostro del castaño.

El azabache jamás había dicho aquellas palabras en alto.

Para Rubén no era necesario que las dijera, estaba claro con sus acciones, con sus actitudes y sus detalles, siempre presente en querer reparar cualquier daño que hubiera causado con su silencio hace tiempo.

Samuel ahora hablaba con él, de cómo se sentía, de sus miedos, compartían sus pensamientos y lo trataba con tanto cariño que el castaño siempre se sentía amado sin la necesidad de aquellas palabras siendo dichas por el azabache.

El escucharlas, no hacían más que reforzar todo lo que el otro demostraba con gestos, pero si lo habían tomado por sorpresa.

Rubén respondió a aquella sonrisa nuevamente una vez se hubo sobrepuesto de la sorpresa, y besó los labios del contrario.

- Yo también te amo Sam

Se sentía bien, se sentía correcto por primera vez, como si hubieran avanzado tantos pasos de un solo tirón.

Se sentía completo.

Estaba bien estar bien
Estaba bien estar juntos
Estaba bien decir esas palabras a la persona por las cuales lo sentías
Estaba bien recibir esas palabras a cambio cuando estas se sentían
Estaba bien ser ellos dos como lo eran
Estaba bien no ser perfectos
Estaba bien no sentirse bien respecto a algunas cosas

Estaba bien no estar bien, porque estaban ahí para el otro.

Eso pensaba Sam mientras miraba el brazo de su compañero, de su pareja...

Del amor de su vida.

"It's Okay to not be Ok"


//Fin

Rubegetta Month by BeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora