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"Conocí a un chico"

Jeno nunca fue un niño muy introvertido, pero adquirió aquella personalidad luego de su décimo cumpleaños. Se volvió un niño reservado, callado, y le costaba hacer amigos. La única persona con la que se juntaba en los recreos era su primo, al que le gustaba ser llamado Haechan. Estaban siempre juntos, porque bueno, además vivían juntos. Desde que los padres de Jeno desaparecieron de forma "misteriosa", sus tíos lo acogieron en su hogar con una sonrisa y los brazos abiertos.
Pero en realidad no venimos a hablar de sus tíos, hoy sucedió algo que cambiaría la vida del joven para siempre: empezar el secundario.

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—Es increíble que empecemos la secundaria, no estás emocionado?

Haechan terminó de guardar las cosas en su mochila, y acomodó su uniforme lo mejor que pudo, aunque no quedó muy prolijo.

—Sí, como sea, yo solo necesito saber donde está la biblioteca.

La voz baja de Jeno parecía casi un susurro, pero su primo alcanzó a entenderle, pues estaba acostumbrado.

Pronto salieron ambos de casa y se encaminaron hacia la escuela, Haechan con los nervios a flor de piel, ansioso de conocer gente nueva; y luego estaba Jeno, que llevaba sus auriculares puestos para no escuchar los gritos de la gente (de Hae, por supuesto) y no tenía ninguna expresión en su rostro, hasta parecía un robot.
Una vez que llegaron, fueron recibidos por el director, quien amablemente les dió sus horarios y les explicó como funcionaban las cosas. Luego hubo un acto de bienvenida, nada fuera de lo común.

Todo el panorama hace que Jeno se pregunte muchas cosas, como por ejemplo, si llegará a tener amigos nuevos, o si la pasará mal como en esas películas adolescentes. Bueno, adivinen qué pasará...

El timbre sonó y todos los alumnos ingresaron a sus clases, en realidad, casi todos. Solo dos alumnos quedaron afuera, uno por ir al baño y otro porque lo persiguió.

—Es increíble que no hayas cambiado en nada, sigues igual de idiota que siempre

Aquel comentario fue acompañado por una risa un tanto cínica. Jeno no pudo responderle, estaba demasiado ocupado tratando de sacar su cabeza del inodoro. Mark Lee era apenas un año mayor que Jeno, pero iban al mismo curso ya que el primero reprobó el año, y él sí era un idiota. Uno muy grande, de esos que seguramente tuvieron algún problema en casa y se desquitan luego con lo primero que ven, en este caso, con Jeno, quien dejó de hacer fuerza para salir de aquella situación y solo aceptó su destino de forma dramática.

Y créanme cuando les digo que esto de verdad pudo haber terminado en tragedia, de no ser porque alguien más entró al baño y escuchó lo que pasaba.

—Oye tú, ¿que crees que haces?

Mark volteó su cabeza en dirección al chico, dispuesto a golpearlo por entrometerse.
—¿Y tu quien eres? ¿Quieres que te haga lo mismo?

Y por fin soltó a Jeno, solo para ir tras el otro muchacho, quien sonrió de forma encantadora.
Y como si hubiera sido hechizado, Mark salió del baño sin hacer nada.
El joven que aún se encontraba sentado en el baño, comenzó a llorar en silencio, mientras intentaba secar su rostro. Ahora seguramente olía a meado, que asco...

—¿Estás bien?

El niño misterioso se acercó a Jeno, con intenciones de consolarlo. Sacó una toalla de quien sabe donde y la extendió en su dirección. El contrario susurró un "gracias" y secó su rostro.

—¿Cómo te llamas? Me resultas conocido...

Le preguntó una vez que se sintió mejor.

—Soy Jaemin, Na Jaemin. Es un gusto...

Extendió su mano para saludarlo correctamente.

—Soy Lee Jeno, es un gusto...

Y aunque quiso ocultar su nerviosismo, no le había funcionado. Sí, estaba nervioso, no porque esté chico lo haya visto en una situación vergonzosa, sino porque ellos en realidad ya se conocían. Jeno logró reconocer a Jaemin, pero éste parecía esforzarse en olvidarlo.
La primera vez que se vieron, Jeno tenía 8 años. Se encontraba en el parque llorando porque su helado se había caído y no podía comprarse otro; Jaemin apareció de la nada y le invitó del suyo. Ese día, prometieron ser amigos para siempre, aunque el segundo solo aparecía de vez en cuando. Sin embargo, hacía mucho tiempo que no lo veía, y en el fondo le dolía un poco que no lo recordara.

Jeno fue sacado de su burbuja cuando el timbre del primer recreo sonó, ¿Cuánto tiempo había estado ahí?
Salió junto a su viejo-nuevo amigo del baño y se dirigieron a la cafetería. Escogieron la mesa donde se encontraba Haechan sin siquiera pedir comida, pues lo sucedido hace un rato les quitó el apetito.
—¿se puede saber en donde estuviste estas dos horas? Te perdiste la clase de matemáticas.

Haechan reclamó apenas vio a su primo llegar, mientras que ignoró al otro chico.

—No pasó nada, olvídalo.

Respondió el otro quitándole importancia. No planeaba decirle lo que había sucedido, especialmente conociéndolo tan bien, lo más probable es que el chico correría a darle una paliza a Mark.

—En fin, te presento a Jaemin... espera, eso fue una rima, soy genial

Se emocionó y señaló a su derecha, donde se encontraba el otro muchacho, pero su felicidad no duró mucho, puesto que Haechan lo veía con una clara mueca de confusión.

—No seas ridículo, no hay nadie al lado tuyo, ¿acaso ves fantasmas?

Y se sorprendió cuando miró a su costado, donde anteriormente se había sentado su nuevo amigo. Allí no había nadie.

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Wiiii primer capítulo ya🥺 estoy emocionada y algo nerviosa, ya que estoy utilizando una nueva técnica de narración, digamos que soy un personaje extra que rompe la cuarta pared kfjsj ustedes que creen que pasó? Jaemin se fue alv o nunca estuvo ahí?

He's a Fairytale | NOMIN -COMPLETA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora