He's a Fairytale | NOMIN -COMPLETA-

-1.5-

"Un nuevo mundo"

Na Jaemin es un chico un tanto especial. Su historia de vida en realidad es menos fantástica de lo que uno se imagina, pero eso es algo que él no revelaría jamás. Y claro, para eso estoy yo, ¿no? Para revelar la vida de este tonto invisible de la sociedad.

Jaemin nació el primer día de primavera. Sus padres no lo veían mucho, pues trabajaban siempre, aunque eso no le molestara. De hecho, le gustaba recibir poca atención, ya que así podía hacer lo que quisiera, como ir hasta lo profundo del bosque a jugar, o como beber ese jugo que su madre siempre le prohibía. No fue hasta que cumplió sus 6 años, que la perspectiva de su vida cambió por completo. Su madre le contó sobre los cuentos de hadas, y por la forma en la que se lo decía, parecía que él mismo estaba viviendo en una. Y es que es así, él literalmente vive en un cuento de hadas, y tendría la suya propia en cuanto tuviera la edad suficiente.
Desde allí, comenzó a estudiar arduamente para poder ir al otro mundo, donde debería completar una misión para convertirse en un hada oficialmente. Si él tuviese que elegir, no sería una tonta persona con alas, sería un príncipe o incluso un villano, pero la vida lo puso a estudiar alalogía a los 7 años y no había mucho que pudiera hacer.

Esa es la aburrida vida de Jaemin, estudiar mucho, ir a algún lugar desconocido, tener un diploma y ser feliz para siempre.

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Se vistió de forma casual y se encaminó a la academia como todos los días. Antes de llegar, pasó por la casa de Renjun, su mejor amigo. Tocó el timbre y esperó ser atendido; minutos después su amigo salió de su casa con la cara de recién despierto.
—Buenos días alegría~ ya es hora de irnos!

Posiblemente Jaemin era la única persona feliz a las 6 am.
—Cállate y empieza a caminar antes que te mate, Na.

O tal vez Renjun siempre fue un arisco malhumorado durante la mañana.

Caminaron en una extraña sintonía hasta la escuela, donde al llegar separaron sus caminos, puesto que van a salones diferentes. Jaemin se fue directamente al salón de "humanidad", donde tendría su primer exámen del día. Hoy le dirían cual es su misión y no podía estar más emocionado, se sentía como una especie de espía.

—Muy bien, joven Na, hoy llegó el día

El profesor extendió una serie de hojas llenas de preguntas, que incluían todo lo aprendido hasta ahora. Fue bastante fácil responder todo, aunque apenas le alcanzó el tiempo. Una vez que terminó, salió del salón y esperó a que le dieran su puntaje. Esos 15 minutos parecieron eternos, pero al final la espera valió la pena, pues tenía 95/100.
Él realmente esperaba que su misión fuera igual de fácil, pero no podía estar más equivocado.
Salió de la academia con un sobre en sus manos. Llegó lo más rápido que pudo a su casa, y abrió de forma descuidada el sobre, haciendo que una de las hojas casi se rompa. Allí indicaba lo que debía hacer de ahora en más.

Leyó con atención, y una vez tuvo claro lo que debía hacer, comenzó su viaje al otro mundo. No sabe con exactitud como llegar, solo sabe que queda muy lejos y debe viajar en un submarino mágico.

El viaje fue tranquilo, y tras varios días logró llegar a su destino. Pisó tierra y no fue una grata sorpresa al ver el paisaje. Fue como estar de regreso a su mundo, pero con colores más aburridos. Revisó los papeles una última vez, y fue directo a su destino: la escuela secundaria de Seúl.

Entró al establecimiento con intenciones de buscar a su objetivo, Lee Jeno, según los informes. Se sorprendió al encontrarlo en los baños, y se sorprendió aún más cuando vio aquel acto de violencia. Cabe aclarar, claro, que él nunca había vivido algo así, y sintió un profundo enojo hacia el agresor. Por supuesto que quiso ayudar al pobre chico, pero no sabía como hacerlo sin utilizar su magia, Así que atinó a hipnotizar al idiota desconocido, el efecto tal vez le dure un par de días. Ayudó al chico a sentirse un poco mejor, y cuando estaba por interceptarlo para empezar su misión, el timbre escolar sonó.

—Genial, primer día y ya fallé...

Se dijo a mi mismo mientras salía del baño, junto a su acompañante. Allí mismo se dio cuenta de que no podía estar allí, seguro alguien se daría cuenta de que no pertenece a la escuela y tendría problemas innecesarios, así que utilizó una de las primeras cosas que aprendió de pequeño.

—No seas ridículo, no hay nadie al lado tuyo...

Pudo notar la cara de sorpresa de ambos chicos, al parecer el truco había funcionado, realmente se había vuelto invisible. Se retiró de forma silenciosa del lugar, y una vez que estuvo los suficientemente lejos de allí, regresó a la normalidad.
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Wiwiwiwi buenas tardes pimpollos, subo el primer capítulo desde la perspectiva de Nana, se esperaban que su vida funcionara así?